Sólo han pasado unos días y muchas de las propuestas programáticas, vistas ahora, parecen de cuento de hadas

En busca de una sanidad más eficaz

PSOE e IU proponen una reordenación del sistema, Foro plantea la colaboración con iniciativas privadas y el PP apuesta por simplificar su organización.

Los partidos asturianos se comprometen en sus idearios a no recortar en servicios esenciales.

06.04.12 - AIDA COLLADO, GIJÓN, en El Comercio.

Antes, durante y después de las elecciones, las cinco formaciones políticas de la región con representación en la Junta General del Principado coincidieron en hacer la misma promesa. La de mantener los servicios públicos esenciales. La de no recortar en sanidad y educación. La de mantener, en definitiva, los pilares básicos del estado de bienestar. Y eso es lo que defienden, todos, en sus programas electorales. Los documentos con los que concurrieron a las urnas el pasado 25 de marzo están plagados de coincidencias, al menos, sobre el papel. Completar y mejorar la oferta de escuelas de 0 a 3 años, la promoción del bilingüismo en los centros educativos y de la Formación Profesional, la ejecución de distintos planes de salud o el apoyo a las personas dependientes son solo algunos de los puntos en común. Los modelos de gestión, eso sí, son bien distintos.

PSOE e IU ven en la reducción del papel del Estado la posible privatización de servicios «irrenunciables». La derecha, por su parte, incide en la necesidad de contener el gasto para mantener dichos servicios. En esta línea, UPyD apuesta por una gran reforma que altere tanto las formas actuales de gestión como el reparto competencial existente entre la Administración central y las comunidades.

En sanidad, los socialistas defienden las bondades del modelo público con propuestas como el fortalecimiento de la Salud Pública y proponen una nueva ordenación que, a partir de las 8 áreas sanitarias, se base en la actual distribución territorial de hospitales y centros de salud, para «avanzar hacia un sistema más integrado». Un nuevo concepto de red hospitalaria que vinculan a la puesta en marcha del nuevo HUCA.

Más drástica es la reordenación propuesta por IU, que incluye la reducción de las áreas sanitarias a cuatro y habla de un cambio radical en lo relativo a la toma decisiones en el sistema sanitario. Apuesta por profesionalizar la gestión y que se atribuyan capacidades decisorias a los consejos de salud. El Sespa pasaría así a estar regido por el Consejo de Salud.

La proposición del PP pasa por simplificar su organización y funcionamiento, por el ajuste del tamaño de la Administración para asegurar el cumplimiento presupuestario y por la integración del Hospital Grande Covián de Arriondas en el Sespa.

Foro plantea el desarrollo de un Modelo Asturiano de Gestión Clínica, se compromete a realizar obras de reforma y ampliación en los hospitales de Jarrio, Cangas del Narcea, Cabueñes y Valle del Nalón y pone sobre la mesa la colaboración con el desarrollo de iniciativas privadas en el ámbito de la asistencia sanitaria.

En este sentido, UPyD presenta en su programa la implantación de una planificación de personal única a nivel nacional y unos acuerdos sobre la gestión en aspectos esenciales (política salarial, carrera profesional, ofertas de empleo...) «que se adapten a las necesidades sanitarias de la población y a las capacidades financieras de las administraciones públicas». Todo ello, defienden, como fase previa a la recuperación de esta competencia por parte del Estado.

En cuanto a educación, la formación liderada por Ignacio Prendes, asegura que el sistema educativo está siendo utilizado para «adoctrinamientos de diversa índole» y acusa a los partidos políticos tradicionales de convertirlo en «un instrumento al servicio de la fragmentación cultural y territorial». Su idea consiste en sacar adelante un gran pacto que contemple la devolución al Estado de las competencias en educación, sin perjuicio de que la gestión siga siendo desempeñada por las comunidades autónomas. Defiende también la implantación de un sistema de acceso a la Universidad más riguroso, acompañado de una elevación progresiva de las tasas de segunda y siguientes matriculaciones de una misma asignatura.

Foro centra sus propuestas educativas más llamativas en la libre elección de centro -también defendida por los populares- o la autonomía económica de estos, que además de los recursos proporcionados por la Administración podrían obtener y gestionar recursos propios. El PP coincide en generalizar la oferta de asturiano y promover la internacionalización del Bachillerato.

IU ve la educación pública como eje vertebrador del conjunto del sistema educativo y sostiene un modelo de escuela pública de carácter universal, gratuita, laica, democrática, coeducativa, científica, que incorpore la lengua y cultura propias de Asturias y compensadora de desigualdades. El PSOE se compromete, además, a elaborar una Ley Asturiana de Educación, que sirva de base para la modernización del sistema.

En cuanto a la Ley de Dependencia, los idearios recogen la petición unánime de reforzar la atención domiciliaria y aquella que se le presta a personas con dependencia moderada. Entre el resto de políticas sociales, destaca la que recoge el programa de IU, que sugiere la elevación del nivel retributivo del salario social del 35 al 50% de la media de ingresos.