Estamos en los albores de la contrarreforma sanitaria del PP, que no os quepa duda alguna
“El Gobierno propone para Sanidad una fórmula a lo Lethman Brothers”
La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Publica advierte de que excluir a las personas de mayor renta de la Sanidad Pública significaría volver al modelo de beneficencia con prestaciones escasas y de baja calidad para la mayoría de la población.
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La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Publica (FADSP) recuerda que la financiación actual de la Sanidad se realiza a través de los impuestos (IRPF, IVA, impuestos especiales) y que por lo tanto “no tiene ningún sentido que las personas que pagan impuestos dejen de tener derecho a las prestaciones sanitarias, salvo que lo que se pretenda es que dejen de pagar impuestos o una parte de ellos”.
Así responden a las declaraciones del ministro de Economía, Luis de Guindos, que este lunes, en una entrevista concedida la cadena Ser, apostó por "evitar" el modelo de copago como el proyectado en Cataluña pero abogó por abrir el debate sobre la progresividad, en el que se tengan en cuenta, por ejemplo, los ingresos, con el fin de mantener la calidad del sistema sanitario español.
"Tenemos que abrir un debate entre la Administración central y las comunidades autónomas y pensar, por ejemplo, si tenemos que proveer los servicios sanitarios gratuitos por ejemplo a quien gane más de 100.000 euros", ha señalado el titular de Economía. De Guindos ha rechazado que se vayan a modificar las competencias autonómicas en materia sanitaria o de educación, pero sí racionalizar y coordinar políticas y eliminar redundancias para que el sistema sea sostenible, al tiempo que ha negado que Ceuta o Melilla vayan a tener planes específicos.
También se ha referido a este asunto el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Alfonso Alonso, al afirmar que el PP "quiere volver a poner el contador de la deuda sanitaria a cero y hacer cambios una vez puesta a cero para no volver a acumular deuda y poner en riesgo el sistema sanitario".
La FADSP asegura que “un buen servicio público necesita una financiación suficiente y esta solo puede venir de un sistema fiscal progresivo donde pagan más los que más tienen”. Además, subraya que el colectivo de personas que ganan más de 100.000 euros es reducido en España, por lo que el gasto sanitario que producen también lo es y su exclusión de las prestaciones sanitarias supondría cambios mínimos en la presión asistencial del sistema sanitario.
“Para que un servicio público tenga calidad es preciso que atienda a toda la población, sin discriminación de renta ni de grupo social. Un servicio para pobres será siempre un pobre servicio y significaría volver al modelo de beneficencia con prestaciones escasas y de baja calidad para la mayoría de la población, la que tiene menos recursos”.
La FADSP denuncia que el Gobierno “propone una formula a lo Lethman Brothers que cambiaria el modelo sanitario hacia el norteamericano donde con el mayor gasto sanitario del mundo (3 veces el español per cápita) más de 50 millones de personas no tienen derecho a la atención sanitaria y otras tantas tienen una asistencia sanitaria con prestaciones muy limitadas”.
OPINION:
Las reformas sanitarias del Sr Guindos
Por Marciano Sánchez Bayle, Portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública
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El ministro de Economía Sr Guindos ha anunciado que las “próximas reformas serán en sanidad y educación”. Dejando de lado el sustancioso currículum profesional en Lehman Brothers y el éxito que supone haber estado en primera línea a la hora de provocar la crisis económica que padecemos, ¿qué podemos esperar de tan brillante mago de las finanzas a la hora de reformar la sanidad?
En España los objetivos del pensamiento neoliberal, que tan bien representa el ministro son bien conocidos y el modelo que busca es segmentar la asistencia sanitaria, con un sector privado que atienda a las clases altas y medias-altas y el estableciendo una nueva beneficencia para los sectores de asalariados con menor poder adquisitivo, parados y pensionistas
En este camino los avances se pueden concretar de diferentes maneras: desregulando los servicios sanitarios públicos y favoreciendo a pseudomercados y/o a mercados internos (mediante la separación de la financiación y la provisión, medida ficticia que permite la derivación creciente de la provisión de servicios al sector privado); incentivando la presencia del sector privado dentro del Sistema Nacional de Salud (concesiones administrativas, PFI, etc.) aunque sea a costes exorbitantes; recortando los presupuestos públicos para deteriorar la Sanidad Pública, conscientes de que uno de los principales obstáculos a la política privatizadora es el convencimiento generalizado de la población y de los profesionales de que la calidad de la atención sanitaria es significativamente mejor en el sistema público; estableciendo copagos y fomentando el aseguramiento privado (mediante la desgravación fiscal de las pólizas de seguros privados ).
¿Qué medidas son de esperar en este contexto?. Desde luego parece que se esta apostando por una actuación generalizada, desechando la vía autonómica que, en principio, parecía la mas fácil de llevar a la practica, aunque evidentemente era de resultados mas a largo plazo y un tanto inciertos. Las principales medidas que parecen estar en la mente del gobierno del PP son las siguientes:
1. Mayores recortes. Los recortes tienen un espacio especialmente en lo que se refiere al personal sanitario (que se esta reduciendo de manera significativa), pero conllevan conflictividad laboral y un deterioro importante de los servicios (este último aspecto no es en modo alguno indeseado para los ideólogos de la derecha, como luego se comentara).
2. Reducir las prestaciones. Rajoy ya señalo en su momento que quería hacer una Ley de prestaciones básicas del Sistema Nacional de Salud, lo que no tiene mucho sentido ya que hay un RD1030/2006 por el que se establece la cartera de servicios comunes del SNS y el procedimiento para su actualización, lo que evidencia que en realidad lo que se pretende es excluir prestaciones del sistema sanitario público. Una exclusión de prestaciones, lo mismo que los recortes son un mecanismo para potenciar el sector privado, porque los que necesiten esas prestaciones y puedan pagarlas las buscaran en lo privado, que al fin y al cabo tiene su mejor nicho de crecimiento en el deterioro del sistema público.
3. Establecer copagos mas o menos generalizados. El problema es que la recaudación previsible es escasa y sus efectos muy negativos sobre la equidad, y por supuesto que la población los rechaza mayoritariamente. Unos copagos limitados a algunos aspectos (como el que quiere imponer Cataluña) favorecerían a la deriva de potenciar la privatización.
4. Favorecer los seguros privados mediante desgravaciones. Una medida absurda porque subvenciona a los sectores sociales con mas rentas y disminuye los ingresos, pero que puede intentar ponerse en marcha con la excusa de que las personas con seguros privados disminuyen la presión sobre el sistema público.
5. Incrementar la privatización, mediante un aumento de lo que se denomina “colaboración publico- privada” que como se sabe solo significa “negocios privados con fondos públicos”, y que como ya se ha demostrado exhaustivamente supone encarecer de una manera muy notable las prestaciones sanitarias.
6. Un último aspecto es la reducción del gasto farmacéutico que no tiene muchos visos de abordarse seriamente, pero es de donde podría producirse un recorte efectivo sin deteriorar la calidad del servicio (si en España se gastara en farmacia el promedio de la OCDE supondría un ahorro de 5.000 millones € anuales)
La crisis esta sirviendo de coartada para avanzar de una manera mas decidida hacia la privatización, con la amenaza del “Apocalipsis de los mercados”, generando una sensación de miedo entre la ciudadanía, esperando que su efecto paralizante evite cualquier atisbo de resistencia y de contestación social. Por suerte las últimas elecciones autonómicas y la huelga general demuestran que hasta ahora no lo están consiguiendo y que un sector mayoritario de la población rechaza estas políticas de desmantelamiento y privatización de los servicios públicos.
Lo que el Sr Guindos llama reforma de la Sanidad solo supone desastres, deterioro y en suma una contrarreforma, tenemos que estar atentos para darle una respuesta contundente, en lo ideológico y en lo social.
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