En pocos días sabremos cuál es el modelo de recortes que se seguirá aquí
El Principado enviará el viernes un adelanto del plan de ajuste a Montoro
Será un documento provisional porque Ejecutivo regional y Ministerio de Hacienda tendrán otros quince días para negociarlo
Foto: Javier Fernández, el lunes, en su despacho de la Presidencia del Principado.
30.05.12 - ANDRÉS SUÁREZ | OVIEDO, en El Comercio.
La realidad se mueve en dos planos, el económico y el político. En el económico todo está claro. El plan de ajuste que debe presentar Asturias estará listo para su análisis y posterior aprobación o suspenso en el Consejo de Política Fiscal previsto para mediados de junio. No hay dudas sobre ello. En el político, las cosas son más enrevesadas. El nuevo Gobierno asturiano salió el lunes a escena con el mensaje de una mayor flexibilidad por parte del Ministerio de Hacienda a la hora de poner sobre la mesa el citado plan, esquivando el escollo de tener que presentar el viernes un documento prácticamente definitivo. Al paso de esa reflexión saltó ayer el departamento de Cristóbal Montoro, que matizó que el viernes sí debe llegar a Madrid un texto que esboce los recortes a aplicar. Aunque se da a entender que no se pide una propuesta totalmente cerrada. «A partir de ahí proseguirán las conversaciones técnicas para pulir cosas», señalan las fuentes ministeriales consultadas por este periódico. Esto es, que, en la práctica, se abre un periodo de aproximadamente dos semanas que da margen al Principado para confeccionar su plan e intentar asegurarse el visto bueno de Hacienda.
¿Por qué esa matización por parte de Montoro? Porque al Gobierno le conviene hacer ver que en modo alguno se relajan los objetivos y que se cumplirá estrictamente la exigencia marcada tras el Consejo de Política Fiscal del pasado día 17, en el que se había abierto un plazo adicional de 15 días para que Asturias presentara un nuevo plan económico-financiero tras el rechazo al trasladado por el anterior gabinete de Francisco Álvarez-Cascos. De ahí que Hacienda hiciera hincapié ayer en que en la conversación mantenida el lunes entre el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, y la consejera de Hacienda, Dolores Carcedo, se alcanzó el compromiso de que el viernes llegue a Madrid un documento con las medidas a adoptar.
Pero el propio ministerio desliza que el proceso no termina ahí. Más bien al contrario, sería un inicio en la medida en que se abre la puerta a mantener el contacto en los días sucesivos con el fin de llegar a ese Consejo de Política Fiscal y Financiera de mitad de junio con los deberes hechos. Ambas partes confían en alcanzar ese momento con la garantía de un plan de ajuste totalmente cerrado y listo para su aprobación. El Ministerio de Hacienda ha puesto a disposición del Principado «toda la colaboración del personal» del departamento con el fin de elaborar el documento en cuestión.
Mientras, el Ejecutivo regional cree haber salido bien parado de este primer reto, ya que daba por sentado que si tenía que elaborar un plan definitivo en apenas cuatro días el resultado final sería «una chapuza». El viernes pasa de ser una fecha límite a un plazo intermedio, y todas las miradas se vuelven ahora a esa cita de junio a la que están llamadas el conjunto de las comunidades autónomas, todas con un proyecto económico aprobado con excepción de Asturias, y el Ministerio de Hacienda.
La colaboración «fluida y dinámica» que anunció el portavoz del Gobierno asturiano, Guillermo Martínez, entre ambas administraciones ya ha comenzado. Ya se han producido los primeros intercambios de documentos e iniciativas, a la espera de que el Ejecutivo concluya el análisis de las situación de las finanzas asturianas y pueda comenzar a plasmar en documentos sus prioridades políticas. Esa comunicación se mantendrá y estrechará en las próximas fechas.
El Ejecutivo trabaja con la hipótesis de que ningún departamento escapará a los recortes. Ni siquiera sanidad y educación. Lo que busca ahora son fórmulas que permitan reducir el gasto en ambos departamentos sin tocar el catálogo de prestaciones ni su calidad. Un objetivo, se reconoce en el propio gabinete, complicado.
Aunque la situación no es comparable, ya que su plan sí está aprobado, también Andalucía pasa por ciertos problemas tras haber insinuado que podría modificar alguno de los términos incluidos en ese documento. Al final parece que no será así. La Junta trasladó ayer a Hacienda que esas cifras no se modificarán y, a cambio, el ministerio desbloqueó un crédito del ICO de 510 millones que la comunidad había solicitado para financiar los vencimientos de su deuda.
Entre el modelo catalán y el de Andalucía
30.05.12 - A. S. | OVIEDO, en El Comercio.
¿Cómo recortar 616 millones de euros? El reto al que se enfrenta Asturias no es muy diferente del que ya han encarado y superado, con mayores o menores dificultades, el resto de comunidades autónomas que aprobaron sus planes de ajuste en el Consejo de Política Fiscal de mediados de mes. La clave, en el fondo, no está tanto en la cifra en sí como en la forma de meter la tijera. Básicamente, hay dos modelos. Cataluña abandera uno de ellos, el que incluye medidas contundentes en el capítulo sanitario, incluyendo el cierre de quirófanos y centros de salud en determinados horarios e incluso el de hospitales, y también despidos en el personal público, con los interinos como principales afectados. Andalucía, el principal bastión del PSOE y uno de sus escasos núcleos de poder autonómico, ha optado por una fórmula distinta: no tocar sanidad ni educación, manteniendo las plantillas, pero reducir los sueldos de los funcionarios y subir los impuestos como contrapartida.
Está por ver qué sucederá en Asturias, aunque de las declaraciones públicas del presidente, Javier Fernández, y también por proximidad ideológica, la lógica apunta al camino andaluz, bien con esas medidas concretas o bien con otras fórmulas alternativas. Porque si algo ha dejado claro el también secretario general de los socialistas asturianos es que el objetivo es minimizar en la medida de lo posible el impacto de los recortes sobre los servicios básicos.
La realidad es que el descomunal y multimillonario recorte requerido por el Ministerio de Hacienda ha obligado a las autonomías a tomar decisiones drásticas e impensables hace unos pocos años. Algunas comunidades, caso de Baleares, han optado de antemano por el cierre de hospitales como vía más directa de ahorro. En otros casos, como en Castilla-La Mancha o la Comunidad Valenciana, se ha optado por introducir o profundizar en la gestión privada de los centros para abaratar costes. En Cataluña, mientras, se han cerrado quirófanos en determinados horarios y se han limitado los servicios de urgencias en algunos centros de salud, entre otras medidas.
También se ha tocado la fiscalidad. El recurso al ’céntimo sanitario’, el gravamen sobre los hidrocarburos, ha sido una de las fórmulas elegidas, así como el incremento de las tasas de los transportes públicos. La rebaja del sueldo de los funcionarios también aparece en algunos planes de ajuste, caso del castellanomanchego.
La reestructuración del sector público, que en la mayoría de regiones ha crecido de forma exponencial en los últimos años, es una vía que exploran distintos gobernantes autonómicos, caso del extremeño, José Antonio Monago, o la aragonesa Luisa Fernanda Rudi que, por cierto, prevé recuperar el impuesto de Patrimonio para recaudar 30 millones más.
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