La peligrosa deriva de la política de orden público de este gobierno hacia tiempos NO democráticos
Una detención en la red
Un vídeo del arresto en Madrid del minero José Emilio Fernández provoca una viva polémica en internet sobre la intervención policial
Langreo / Mieres, L. M. D., en La Nueva España
Internet y las redes sociales están que arden con los vídeos difundidos a lo largo de los últimos días, en los que se muestran los enfrentamientos entre la policía y los mineros en la manifestación de Madrid del pasado jueves. De entre todas las imágenes hay una que está dando especialmente que hablar: la extraña detención del minero José Emilio Fernández, que fue puesto en libertad el viernes, pero al que se le imputan presuntos delitos de alteración del orden público, lesiones y atentado. Según la Fiscalía, que pretendía dejarlo en prisión provisional, le rompió la nariz a un policía. Un vídeo de poco más de un minuto, grabado por el periodista Marcos Martínez, muestra cómo el arrestado no se enfrentó en ningún momento a los agentes, y cómo se muestra especialmente sorprendido por lo que le está pasando, únicamente «dos o tres minutos después» de que, supuestamente, agrediese al policía.
José Emilio Fernández, que ayer se pasó por el pozo Candín para mostrar su apoyo a los mineros encerrados, aseguró que «no daba crédito» a lo que le estaba sucediendo. El minero ya negó ante el juez de la plaza de Castilla que él «no había hecho nada», que no había sido el responsable de la agresión. El vídeo que circula por internet y las redes sociales, y que puede verse en la página web de LA NUEVA ESPAÑA, muestra como, al menos en los momentos previos al arresto, Fernández no estaba haciendo nada punible. En las imágenes se observa al minero con un compañero, en actitud muy tranquila, pese a estar bastante cerca de un grupo de antidisturbios, a los que en ningún momento evita. Durante unos segundos habla con un amigo. Al fondo, un agente llama a otro y de inmediato se dirigen hacia él, de forma decidida, sin vacilar. Fernández, siempre muy tranquilo y sin resistirse, muestra su asombro ante lo que le está ocurriendo: dos antidisturbios lo sujetan y lo esposan. Su amigo y más compañeros intentan intervenir hablando, pero la actitud de los policías es tajante. Rápidamente, el minero, vestido con camiseta celeste y casco, se ve rodeado por más de una decena de agentes, que se lo llevan, en formación, por en medio de una parte de los manifestantes. En la protesta se habían infiltrado policías «de paisano» que, al final de la movilización, fueron los encargados de ir señalando a su compañeros los posibles elementos subversivos de la marcha.
La polémica por las cargas policiales no se queda ahí. La Delegada de Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, negó que en la represión de la manifestación se utilizaran pelotas de goma, algo que desmienten las imágenes y las heridas de los atendidos posteriormente por los servicios médicos. Cifuentes también criticó la «violencia» de los manifestantes.
Ante la actuación policial, tanto el PSOE como IU han exigido en el Congreso la comparecencia del Ministro del Interior Jorge Fernández Díaz, y del director general de la Policía, Ignacio Cosidó, por la, a su juicio, «desproporcionada» carga policial. Izquierda Unida de Langreo ha llegado más lejos aún. Su portavoz, Jesús Sánchez, tras difundirse el vídeo de la detención, va a presentar una moción urgente en el Ayuntamiento, a cuya corporación instará a que exija «la inmediata dimisión de la Delegada de Gobierno en Madrid», a la que acusa de «pretender llevar al país a otras épocas más oscuras y nefastas». Según Sánchez, la grabación «habla por sí sola, fue una detención aleatoria».
Por otra parte, el fotógrafo de Madrid Diario golpeado en varias ocasiones en la manifestación, pese a presentarse como trabajador de la prensa, presentó una denuncia por agresión contra la Policía.
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