Aproximación al cronograma anual, en términos económicos (lo más trascendente siempre), de nuestra autonomía ¡¡los recortes se sabrán a finales de semana!!
Asturias se juega en seis meses la solvencia de su economía
Hacienda tiene dos asuntos marcados en rojo: el crédito de 423 millones, en julio, y las cuentas de 2013, tras el verano. Si no prosperan saltarán las alarmas
10.06.12 - ANDRÉS SUÁREZ | OVIEDO, en El Comercio.
Asturias navega en medio de la tempestad económica más violenta de las últimas décadas con una embarcación que presenta algunas vías de agua que el capitán y la tripulación -léase el presidente y sus ocho consejeros- intentan tapar a marchas forzadas. El Principado es a día de hoy la única comunidad autónoma que carece de un plan de ajuste que asegure la sostenibilidad de sus finanzas. Debería tenerlo a finales de semana, cuando se reúna el Consejo de Política Fiscal y Financiera que analice y, en su caso, apruebe o suspenda el documento que presente el gabinete de Javier Fernández. Es el primer reto, el más inmediato, pero no el único. Con una industria al ralentí, la actividad privada bajo mínimos y el consumo congelado, el esfuerzo público se ve limitado por una prórroga presupuestaria que ahoga la capacidad de maniobra del Ejecutivo. En julio se intentará sacar adelante un crédito extraordinario por importe de 423 millones de euros que permita insuflar un poco de oxígeno. La nueva titular de Hacienda, Dolores Carcedo, no tendrá respiro. A la vuelta del verano deberá poner sobre la mesa las primeras cifras del proyecto presupuestario de 2013, clave para contribuir a la reactivación tras un año prácticamente en blanco. Son tres escalones, tres etapas -ajuste, crédito y presupuesto- a superar en seis meses para esquivar el oleaje y eludir el naufragio.
De momento, el Gobierno, que apenas está dando sus primeros pasos, se centra en ese primer envite -el plan de ajuste de 498 millones que requiere Hacienda- y aparca los otros dos hasta tener el camino mínimamente despejado. El tijeretazo que Javier Fernández y Dolores Carcedo tendrán que aplicar a las cuentas regionales es de órdago y ningún capítulo, ni siquiera la sanidad y la educación, se van a librar de la poda. Otra cosa es cómo les afecte la mengua de recursos. El Ejecutivo está confeccionando ese programa de estabilidad bajo la premisa de no mermar ni la cartera de prestaciones públicas ni su calidad, lo que obliga a asumir duros sacrificios en otros ámbitos.
Pero el tiempo se agota. Las conversaciones entre el Principado y el Ministerio de Hacienda se han agilizado en los últimos días y aunque no existe una convocatoria oficial, se da por seguro que el Consejo de Política Fiscal abordará el plan de ajuste asturiano a finales de semana. Algunas medidas ya han trascendido. La jornada laboral del personal sanitario, en aplicación de la normativa de medidas urgentes aprobada recientemente por el Gobierno central, pasará de 35 a 37,5 horas semanales. Se da por prácticamente seguro -desde el propio gabinete así se ha insinuado- que habrá subidas de impuestos para aumentar una recaudación que en el inicio del año continúa en declive. Hay otras opciones sobre la mesa que el Ejecutivo, preguntado al respecto, no ha descartado, como la rebaja salarial a los funcionarios como contrapartida a evitar o minimizar el despido de interinos. Y distintas fuentes apuntan la posibilidad de reordenar el sector público para aligerar el gasto por esa vía. Las incógnitas se despejarán en unos pocos días.
Más cerca del ’sí’
Pese a las discrepancias sobre la magnitud del recorte, ya que Hacienda habló inicialmente de más de 616 millones y el Principado rebajó la cifra a 498, todo apunta a que el plan será finalmente aprobado por el Consejo de Política Fiscal. Lo contrario sería traumático tanto para España, sometida al control europeo para poner freno al déficit, como para Asturias, abocada a la intervención. El ’sí’ de Cristóbal Montoro y su equipo permitiría a Carcedo volcarse en el siguiente objetivo: el crédito extraordinario de 423 millones.
Inmersa en una situación de prórroga tras el rechazo de la Junta General al presupuesto presentado por Foro, punto de partida de la repetición de las elecciones que desalojaron a Francisco Álvarez-Cascos de la Presidencia del Principado y devolvieron a los socialistas en la figura de Fernández, Asturias ha vivido un primer semestre marcado por la ralentización de la actividad económica. El esfuerzo inversor se ha visto notablemente mermado y los ayuntamientos han denunciado por activa y por pasiva la paralización de las subvenciones y las transferencias del Principado para obras y servicios. El presidente de la Federación Asturiana de Concejos (FACC), el alcalde praviano Antonio de Luis Solar, habló el pasado viernes de serias tensiones de tesorería y de la situación de «riesgo» en que se encuentran «numerosos servicios».
El Principado quiere intentar paliar este déficit cuanto antes. «En el plazo más breve posible», dijo Fernández ese mismo día, lo que en términos prácticos se traduce en el intento de que dicha ley se apruebe en la Junta General en julio. El Gobierno no debería tener excesivos problemas para sacarla adelante. Todos los partidos con representación parlamentaria -con excepción de UPyD- gobiernan municipios que serían directamente favorecidos por dicha inyección de recursos. Y el sector de la obra pública, hoy al borde del abismo, sería uno de los grandes beneficiados, tanto por el impulso de nuevos proyectos -dentro del marco de austeridad vigente- como por la reactivación de actuaciones afectadas por la prórroga.
Antes de dejar el Ejecutivo, Foro presentó un listado de proyectos plurianuales que quedarían en el aire por falta de recursos. Entre ellos se citaba el remate de las obras del HUCA, su equipamiento y el anillo perimetral, así como varias infraestructuras viarias (Corigos-Cabañaquinta, enlace de la ’Y’ de Bimenes en Lieres) y numerosos sistemas de saneamiento y depuración de aguas. Incluso la posibilidad de tramitar la ley por la vía de lectura única, de máxima urgencia, parece factible para acortar los plazos al máximo.
Se llegaría entonces al tercer episodio, el que debería garantizar un horizonte de estabilidad a la región cuanto teóricamente la economía comience a dar síntomas de reactivación: el presupuesto de 2013.
Negociación
Ahí llegará la verdadera prueba de fuego para la capacidad negociadora de Javier Fernández y del gabinete socialista. Deberá encajar las piezas de un puzzle en el que por un lado están los compromisos sellados con UPyD en un acuerdo de legislatura y por otro el papel que pueda jugar Izquierda Unida, tradicional socio del PSOE que se quedó fuera del gabinete por decisión de sus bases. La clave estará en la capacidad de los socialistas para cuadrar los deseos de sus teóricos aliados, que coinciden en lo fundamental -defensa de los servicios públicos, estímulo del empleo y la inversión- pero que discrepan cuando se baja al detalle.
Carcedo y su equipo económico no podrán dejar pasar mucho tiempo. Lo previsible es que a la vuelta de las vacaciones estivales, en septiembre, ya se manejen las grandes cifras del proyecto presupuestario, con tiempo suficiente para hilvanarlo luego en sus cuantías menores y dar margen para la negociación política y parlamentaria. Porque diciembre, fecha teórica para su aprobación, en la Junta General, estaría a la vuelta de la esquina.
EN CIFRAS
498
millones de euros es el importe del plan de ajuste que el Principado presentará esta semana en Madrid y que debatirá el Consejo de Política Fiscal para su aprobación o suspenso.
243
millones de euros es la cuantía del proyecto de ley de endeudamiento aprobado esta semana por el Consejo de Gobierno para satisfacer las deudas pendientes con los proveedores.
423
millones de euros alcanzará el crédito extraordinario que el Ejecutivo quiere tramitar el próximo mes de julio para paliar los efectos de la prórroga presupuestaria vigente.
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