Escarceos sindicales de los sanitarios asturianos ante el inminente incremento de la jornada laboral que Montoro propicia en la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2012
«La incertidumbre y la indignación son absolutas»
Las centrales del sector mantendrán mañana una reunión con Blanco para trasladarle su «preocupación»
10.06.12 - A. V. | OVIEDO, EN El Comercio.
Un aumento de los turnos laborales de diez horas más al mes. O lo que es lo mismo: 115 horas al año. En total, 1.645 anuales en lugar de las 1.530 de las que disfruta desde el año 2005 el personal del Servicio de Salud del Principado (Sespa). No es el único cambio que ha sembrado «la incertidumbre y la indignación más absolutas» entre los profesionales del sector sanitario, explica Francisco Menéndez, al frente del sindicato de Celadores y Técnicos (Sicepa), sino que llueve sobre mojado.
En el aire están los moscosos, cuenta, los días libres que tienen los funcionarios para dedicarlos a sus asuntos propios. Por no hablar de «lo que ya han sufrido los salarios», que ya han sido protagonistas de varios tijeretazos, explica Antonio Matador, a la cabeza del Simpa, que precisa que, «mientras que el incremento del IPC desde 2009 ha sido del 6,40%, la pérdida de poder adquisitivo para el médico es de más de un 20%». O de las jubilaciones amortizadas: «En los dos últimos años se jubilaron 350 médicos, plazas que apenas se han cubierto».
El resumen, según Menéndez, es que «los funcionarios están siendo los pagadores de la crisis, cuando son los menos culpables de lo que está pasando». Y eso es exactamente lo que le trasladarán las centrales del sector al nuevo titular de Sanidad del Principado, Faustino Blanco, durante una reunión que está prevista para las cuatro y media de la tarde de mañana.
Será «una primera toma de contacto» en la que, según el portavoz del Sicepa, trasladarán al consejero su «preocupación por la gente que se puede ir a la calle» tras la ampliación de la jornada. De Blanco esperan «sentido común» y «sensibilidad de quien también es funcionario», zanjó Antonio Matador.
El modelo murciano del PP… uno de tantos del PP, también están el valenciano, el madrileño, el de Castilla La Mancha, el reciente de Extremadura…etc, en los que Asturias puede o no inspirarse, más bien NO pero…
Trabajar por las tardes o los sábados gratis
El sueldo de los facultativos ha bajado «entre 200 y 300 euros» después de que los fines de semana hayan dejado de pagarse como «extras»
Los sindicatos rechazan un incremento de la jornada sanitaria como el de Murcia, que perderá casi 900 empleos
10.06.2012 - A. VILLACORTA, OVIEDO, en El Comercio.
El anuncio del Principado de incrementar la jornada sanitaria ya tiene un precedente que no gusta nada entre los sindicatos del sector: el de la también uniprovincial Región de Murcia, donde el Gobierno dio luz verde en febrero a la ampliación de la jornada laboral de todos los empleados públicos de la Administración regional de 35 a 37,5 horas semanales.
El ejemplo murciano no convence nada a los sindicatos asturianos y puede dar pistas de por dónde irán los tiros en Asturias. Tiros como que, por ejemplo, para los empleados del Servicio Murciano de Salud, el regreso a las 37,5 horas semanales supone que el número de horas anuales ha quedado fijado en 1.645 para el turno diurno, en 1.470 horas para el nocturno y en 1.530 horas para el turno rotatorio. O que, tras la aprobación de la medida, el personal sanitario ha ampliado su jornada laboral trabajando dos sábados al mes en lugar de ir por las tardes de lunes a viernes. Y esos dos sábados, en turnos de cinco horas, suponen que los médicos cobren 10,5 horas extraordinarias a la semana, en lugar de las 13 actuales.
Fue después de que el Sindicato Médico de la Región de Murcia consiguiese que la ampliación de jornada no fuese a costa de las tardes, como rechazaron los facultativos desde el primer momento en que se planteó la nueva jornada, de forma que volvieron a la situación del año 2007, sin diferencias entre Atención Primaria y Atención Especializada, cumpliendo con el exceso de jornada los sábados.
Como explica el presidente de la central murciana, Francisco Miralles, eso les ha costado a los facultativos «entre 200 y 300 euros mensuales», después de que los sábados dejasen de cobrarse como horario extraordinario. «Pero es que, si tenemos en cuenta las medida puestas en marcha desde 2009, la pérdida asciende a entre 500 y 600 euros, mientras que las estimaciones son que se perderán entre 700 y 900 puestos de trabajo, porque la Administración no facilita cifras».
Además, precisa Miralles, los empleados sanitarios reclaman «un criterio unitario», porque «cada gerente la está aplicando a su manera» y, en pleno mes de junio, tres meses después de «la imposición del Gobierno murciano», servicios de algunos hospitales todavía no han aclarado cuál será su jornada y continúa la pugna entre los profesionales y la dirección.
También en Asturias «han empezado a aparecer algunos movimientos raros», señala Antonio Matador, secretario general del Sindicato Médico del Principado (Simpa), después de que el consejero de Sanidad, Faustino Blanco, afirmase esta semana que la ampliación de jornada era una exigencia del Gobierno central que el Principado está obligado a aplicar, disparando los temores entre los trabajadores del Servicio de Salud (Sespa) por los efectos negativos que la medida tendrá sobre el empleo.
«Cosas extrañas de listos que quieren colgarse medallas, tentaciones que nada tienen que ver con la crisis, como el intento registrado en el Álvarez Buylla de Mieres de poner a los anestesistas a trabajar a turnos cuando hay acuerdos firmados en ese sentido. Los turnos de los médicos no existen. Es más: la Administración los eliminó expresamente», critica Matador, que cree que la pretensión del Ejecutivo autonómico pasa por que el personal sanitario «trabaje dos horas y media más por la tarde».
Los eventuales, en la picota
En cuanto a las repercusiones que la medida conllevará de cara a los usuarios, el representante del Simpa está convencido de que «ninguna», mientras que la parte más cruda del ajuste será para el personal eventual, con unas previsiones de alrededor de 1.000 empleos menos.
Ante esa amenaza, el portavoz de los facultativos recuerda que, «aunque en Murcia no se llegó a un acuerdo, hubo cuatro meses de negociaciones». Esa es una de sus reivindicaciones tras detectar que «algunas gerencias están tratando de hacer méritos intentando aplicar la ampliación por su cuenta o negociando con las juntas de personal». Y advierte: «La capacidad negociadora reside en las organizaciones sindicales y no en las juntas. El Gobierno podrá imponer su jornada laboral, pero no puede perder las formalidades legales. La ampliación deberá negociarse en las mesas que deberán convocarse necesariamente y no donde cada gerente quiera».
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