Las necesidades se han duplicado y queda lo que aún no se deja ver pero existe

La pobreza invisible

Cruz Roja, Cáritas y el Comedor Social de Langreo resaltan el aumento de ayudas a familias convencionales, aunque afirman que muchas aún no se atreven a solicitarlas

Langreo, Pablo ANTUÑA, en La Nueva España

Las cuencas mineras registraron la cifra de 15.616 desempleados el pasado mes de mayo. Unos datos que reflejan la difícil situación que viven muchas familias y que provoca que, en un gran número de hogares, sobrevivir cada mes sea algo más que una hazaña. Y más en el caso de Langreo, donde el concejo tiene actualmente 5.048 de sus vecinos en el paro.

Una situación dramática que provoca que, en muchas casas, no exista ningún tipo de ingreso y que las diferentes asociaciones de ayuda hayan constatado, en los últimos meses, un aumento considerable de la pobreza. Un cambio que aprecian en primera persona Cruz Roja, Cáritas y los Comedores Sociales de Langreo. «Desde hace dos años están acudiendo a solicitar ayuda personas que antes no habían acudido a nosotros», señala José Antonio Couso, párroco de La Felguera.

El colectivo de Cáritas en Langreo recibe numerosas solicitudes de ayuda. «Hay más personas solicitantes que ayuda y eso que nunca tuvimos tanta como ahora. Hay una generosidad enorme en el momento más complicado», afirma Couso. Personas en paro, mujeres que se quedan con un hijo tras una separación o inmigrantes dibujan el perfil de quienes solicitan ayuda a Cáritas. Piden alimentos, ayudas para hacer frente al pago de hipotecas, luz o alquileres. «Nos llega gente al borde del desahucio. Personas que necesitan sobretodo ayuda psicológica. Lo importante es acompañarles en esa situación, ya que no quieren sólo un aporte de material», explica el párroco de La Felguera. Eso sí, el sacerdote también valora los esfuerzos de muchos vecinos con esta causa: «Hay gente que hasta entrega su paga extraordinaria para aportar su pequeño grano de arena».

Asimismo, y pese al crecimiento de las peticiones de ayuda de las familias convencionales en Cáritas, la inmigración sigue siendo uno de los puntos que mayor preocupación causa en la asociación. «Hay que echarles una mano muy importante porque son los únicos que no tienen la protección de la red familiar», relata Couso.

Por su parte, Cruz Roja ha percibido un gran aumento en las demandas del programa del reparto de alimentos. En la última oleada, los trabajadores y voluntarios de la organización humanitaria atendieron a 1.050 personas de 330 familias. O lo que es lo mismo, un aumento con respecto al balance anterior en el que tuvieron que prestar su colaboración a 856 personas y 294 familias, por lo que en la última entrega, Cruz Roja recibió 28 toneladas de comida, por las 22 que habían obtenido en la anterior. Así, los productos que se reparten son pasta, caldo, arroz, harina, cacao, leche, leche maternal y tomate.

Sin embargo, lo que más preocupa a Cruz Roja es una nueva tendencia que lucha por atajar, la llamada «pobreza invisible». «Aún existe mucha gente que por vergüenza no acude a nosotros y malvive y lo pasa muy mal en sus hogares, ya que en muchos casos acaban agotándose los apoyos de los familiares. Hay hogares que están en situaciones muy comprometidas y que no se dejan ver. Lo más importante es saber que existen para acudir a ellos y ofrecerles un apoyo», comenta Juan Carlos Cuesta, presidente de la asamblea local de Cruz Roja en Langreo.

La organización humanitaria es consciente de la problemática situación que viven infinidad de familias de un perfil de entre 20 y 35 años, que tienen dificultades para acceder a una de las necesidades más básicas como es el caso de la comida. Cruz Roja trabaja con un plan integrador para solucionar esta situación de pobreza. «Queremos ayudarles en la búsqueda de empleo. Tenemos un programa destinado a preparar a gente que procede del sector de la construcción y el metal con un nivel muy básico. Tratamos de enseñarles a preparar un curriculum y a buscar un trabajo mediante prensa, internet y otra serie de elementos», añade.

De esta manera, Cruz Roja pondrá en breve un nuevo plan a nivel nacional que pretende llegar a cerca de 300.000 españoles. Este nuevo proyecto bajo el nombre «Ahora + que nunca» intentará recaudar fondos para cubrir servicios básicos como la escolaridad o la higiene en hogares con dificultades. Un plan que supone una continuación a los planes de emergencia anteriores. «Igual que se hizo en Haití, la ayuda ahora va destinada a España. Tratamos de recaudar fondos para un plan de ayuda en la proximidad», explica el presidente de la asamblea local de Cruz Roja.

Lo que sí se refleja desde Cruz Roja es la generosidad y la colaboración para mantener vivo este proyecto, gracias en parte a la buena acogida en los últimos meses del Sorteo del Oro.

Por su parte, las administraciones públicas también han sido conscientes de la mala situación que atraviesan muchos hogares por el mal momento económico que atraviesa el país y han querido hacer un esfuerzo para colaborar. El Ayuntamiento de Langreo ha aumentado la partida para atender los diferentes casos. «Hemos incrementado todas las partidas. Somos conscientes de la situación muy comprometida y hemos hecho un esfuerzo», explica Ana San Miguel, concejala de servicios sociales del Consistorio. Todo porque los programas de ayuda social han recibido a un nuevo perfil de beneficiarios. «Acude gente que se ha visto involucrada en desahucio y que se ha quedado en el paro», añade la concejala.

El Gobierno local ha aumentado la partida de los comedores sociales de los 48.000 a los 60.000 euros. Además, la ayuda para los lotes de alimentos doblaron su aportación desde los 7.000 a los 15.000 euros. Además, la partida para las ayudas de emergencia ha crecido en este curso hasta llegar a los 100.000 euros.