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Contenido de la tesis doctoral que leyó el pasado jueves el actual director del Area de Gestión del Corazón del HUCA…

Contenido de la tesis doctoral que leyó el pasado jueves el actual director del Area de Gestión del Corazón del HUCA…

El 55% de los trasplantados cardiacos sobrevive a los 10 años de la operación

El 77% de los receptores son varones con una media de 55 años, recoge la tesis del cardiólogo José Luis Lambert

11.06.12 - L. F. | GIJÓN, en El Comercio.

Las probabilidades de seguir vivo tras someterse a un trasplante de corazón en Asturias son de un 55% a los diez años de la intervención. Del 72% a los cinco años y del 83% al año. Los porcentajes son muy similares -aunque ligeramente superiores- a los del registro español e internacional. José Luis Lambert Rodríguez, director del Área de Gestión del Corazón del Hospital Central de Asturias (HUCA) ha revisado y analizado la historia del trasplante cardiaco en la región -desde la primera intervención, el 2 de febrero de 1998, hasta diciembre de 2010 se habían llevado a cabo 215 trasplantes- para la tesis doctoral que defendió el pasado jueves.

De ese trabajo se extrae que casi el 77% de los receptores eran hombres con una edad media de 55 años. Lo que sí se aprecia que ha ido cambiando a lo largo de estos últimos catorce años es la edad de los donantes -ha pasado de los 35 a los 45 años de media- y el motivo del fallecimiento: si al principio los accidentes de tráfico o laborales eran la principal causa de deceso, ahora lo son los accidentes cerebrovasculares.

Además de las características de los receptores y los donantes, el doctor Lambert también analizó los protocolos de seguimiento de los pacientes trasplantados y las modificaciones que se han ido produciendo desde aquel 2 de febrero de 1998.

La tesis de José Luis Lambert recibió la clasificación provisional de apta por un tribunal presidido por el catedrático de Farmacología de la Universidad, Agustín Hidalgo. Los directores de la tesis fueron los cardiólogos Arturo Cortina, jefe de Cirugía Cardíaca del HUCA ya jubilado y Rosario Cortina, del Hospital de Cabueñes.

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