La especialidad de urgencias y emergencias fuera de la agenda de Ana Mato a pesar de las firmes promesas sobre su aprobación
Los médicos de urgencias exigen en Oviedo la «prometida» especialidad MIR
Mil trescientos facultativos de toda España analizarán hasta mañana el presente y futuro de este colectivo
Foto: Congresistas recogiendo sus acreditaciones en el palacio de Calatrava de Oviedo en el XXIV Congreso nacional de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias, que se inauguró ayer.
Ángel FIDALGO, en La Nueva España
«Tiempos de crisis, tiempos de ilusión» es el lema del XXIV Congreso nacional de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias, que se inauguró ayer en el Palacio de Congresos y Exposiciones «Ciudad de Oviedo», con la presencia de mil trescientos facultativos. Hasta mañana analizarán en conferencias, mesas redondas y talleres el presente y futuro de este colectivo.
En el acto inaugural los médicos no ocultaron su «indignación» por el cambio de opinión del Ministerio de Sanidad de no aprobar la prometida especialidad de medicina de urgencias y emergencias, una especialidad primaria y troncal vía MIR, que es lo que habían defendido los anteriores gobiernos socialista y popular. Hoy escenificarán su protesta con una concentración que los congresistas realizarán en el exterior del Palacio.
El presidente del evento, Tomás Toranzo Cepeda, fue contundente en su intervención. «Estamos en un momento crítico de los servicios de urgencias y la responsabilidad ahora está en manos del actual Gobierno. Si España quiere unirse a los países de nuestro entorno, de los que quince ya disponen de especialidad en urgencias, con unos profesionales bien formados a través de la especialidad, o si por el contrario condena a las urgencias a una especie de servicio de beneficencia degradado, exclusivo para quienes no puedan pagarse una mínima atención de calidad».
El doctor Toranzo no dudó en calificar de «tomadura de pelo» este cambio de postura de Sanidad, al tiempo que advertía que «nos deja sorprendidos e indignados, después de tantos años de prometer una especialidad a la que están dando la espalda cuando más se necesita».
Después lanzó un aviso a navegantes, y advirtió de que la cerrazón del Ministerio de Sanidad sólo se puede entender «si pretende desmantelar el actual Sistema Nacional de Salud».
Pero lejos de cruzarse de brazos, anunció que lucharán con todos los medios a su alcance para garantizar el futuro de las urgencias, que calificó como servicios indispensables para atender la demanda ciudadana que sufre accidentes y enfermedades, «para los que la respuesta médica debe contar con los profesionales mejor formados, pues es vital para salvar vidas humanas».
Después de los argumentos dio los datos. El sesenta por ciento de los ingresos hospitalarios se decide desde las urgencias, lo que representa el trece por ciento de los pacientes que acuden a estos servicios hospitalarios, que el año pasado realizaron 26 millones de actos médicos, y otros tantos fueron atendidos por los servicios de emergencias.
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