¿Sorpresa?, NO: Las medidas de ajuste aprobadas de manera entusiasta por el Gobierno nos hunden cada vez más en la recesión y reducen la capacidad de España para afrontar sus compromisos esto y la joya de la corona autonómica del PP.
La prima de riesgo supera los 600 puntos básicos por primera vez
El diferencial se disparó a media sesión por la solicitud de rescate de la Comunitat Valenciana y cierra en 611 puntos básicos con el interés al 7,27%.
El Ibex sufrió su peor sesión del año con pérdidas del 5,8%.
El Gobierno esconde la cabeza y achaca la subida de la prima a "la incertidumbre de la eurozona
"PÚBLICO, Madrid, 20/07/2012
Ni el paquete de recortes de 65.000 millones de euros aprobado la semana pasada y convalidado ayer por el Congreso ni el sí definitivo del Eurogrupo al rescate de 100.000 millones para recapitalizar la banca española. El mercado de deuda tiene cada vez más arrinconado al Gobierno de Mariano Rajoy, que empieza a dar síntomas de un inmovilismo peligroso.
La prima de riesgo ha vuelto a marcar este viernes un máximo histórico y rebasó los 600 puntos básicos por primera vez, situándose en el cierre en 610 puntos. Esto ha disparado el interés que el Estado paga por su deuda a diez años hasta el 7,26%, cifra que hace pensar que el rescate como país es irremediable.
El diferencial entre los bonos españoles a diez años y los bund alemanes –considerados los más estables– se situó en la apertura en los 583 puntos y rebasó la franja de los 600 pasadas las 14.30 horas.
En ese momento el diferencial se disparó bruscamente hasta llegar a un máximo intra-día de 612 puntos básicos. La razón de este salto al vacío se explica con la solicitud de rescate que hizo la Comunitat Valenciana, lo que la convierte en la primera comunidad autónoma que pide la ayuda directa del Gobierno central a través del fondo de liquidez para las comunidades autónomas, que ayer convalidó el Congreso.
La noticia pilló desprevenido al Gobierno. Justo en ese momento el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, intervenía en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en el que se ha aprobado el techo de gasto. Montoro negó las informaciones -de las que se enteró por las preguntas de los periodistas-, aunque la realidad es que el propio vicepresidente de la Generalitat, José Císcar, lo había anunciado poco antes en una rueda de prensa.
Císcar confirmó que la Generalitat ha tenido que recurrir al mecanismo autonómico convalidado ayer y justificó la decisión como el único modo de evitar nuevos recortes en políticas sociales, pagar más intereses por los préstamos que la Comunitat tiene abiertos y abonar la deuda de 500 millones que tiene con las farmacias.
Ante la polvareda que se había levantado, la Generalitat intentó, en vano, evitar que se hablara de rescate y aseguró en un comunicado que la de Valencia, no será la única comunidad en solicitar la ayuda.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, también sufrió un momento de negación de la realidad y achacó el alza de la prima de riesgo hoy a la "incertidumbre sobre la zona euro", obviando que esa incertidumbre está –como se ha comprobado hoy por la reacción de las bolsas europeas– protagonizada principalmente por la situación económica de España e Italia. El Ejecutivo insiste además en que desde el exterior se aprecia que los problemas del país se ciñen a su "sector financiero".
“Nosotros a nivel interno estamos cumpliendo con los compromisos, haciendo unos grandes esfuerzos de consolidación fiscal y reformas estructurales a una gran velocidad, pero hay que lograr que esos acuerdos que se alcanzaron en el Consejo Europeo [en la cumbre del 28 y 29 de junio] se vayan cumplimentando y aplicando con celeridad”, dijo.
Santamaría anunció este viernes que Rajoy se reunirá en Madrid con el primer ministro italiano, Mario Monti, el próximo 2 de agosto para intentar atajar la espiral de los mercados. Durante la rueda de prensa, se le preguntó a la vicepresidenta si el Ejecutivo descartaba por completo el rescate del país. Santamaría no contestó. Después, fuentes gubernamentales añadieron que "por supuesto" que no habrá intervención europea y que se estaba "trabajando" para que la situación se relaje. En ese sentido, consideraron clave la reunión de Rajoy y Monti, pues ambos, que comparten intereses y estrategia, presionarán a la UE a actuar, a que ponga en marcha los acuerdos de la cumbre de junio y proceda a una unión bancaria y fiscal, informa Juanma Romero.
El portavoz socialista de Economía compareció después en la sede federal de Ferraz para valorar la escalada del riesgo país. Valeriano Gómez pidió al Gobierno que intente por todos los medios solicitar de la forma más firme posible, y juntamente con Italia, la intervención del BCE. La razón de la subida brutal de la prima se debe, en su opinión, "a una desconfianza en España y en la labor del Gobierno y también a una desconfianza en el diseño del euro y en la capacidad de respuesta de las instituciones europeas para defender la moneda ante los ataques de los mercados", informa Efe.
La prima arrastra al Ibex 35
La inestabilidad de la deuda arrastró al abismo al Ibex 35, que en el cierre de sesión registró pérdidas de un 5,8%, el peor resultado del año. El selectivo español se situó en las 6.246 puntos. Bankia lideró las caídas un día más con pérdidas del 12,90%. A la entidad financiera le siguieron FCC (-9,64%); Sacyr Vellehermoso (-9,26%); ACS (-8,17%) y el Banco Popular (-8,89%).
El efecto negativo repercutió también en el resto de parqués europeos. Londres registró caídas de un 0,91%, Fráncfort de un 1,19%, París de un 1,84% y Milán un 4,33%.
La bolsa italiana fue la peor parada después de España y su prima de riesgo se vio también afectada por el rebote de la española, llegando a tocar los 503 puntos básicos.
La Comunidad Valenciana pide la adhesión al fondo de rescate autonómico
Fabra nevesita hacer frente a vencimientos y deuda no incluida en el plan de pago a proveedores
El Gobierno valenciano se niega a precisar la cuantía de la ayuda solicitada y las contrapartidas
Una autonomía asfixiada por la falta de financiación de los mercados desde hace un año
Joaquín Ferrandis, Valencia, en El País
Los ecos de los discursos en los que Francisco Camps presumía de dirigir una región envidiada en el mundo se han apagado en la Comunidad Valenciana. Su sucesor en la presidencia de la Generalitat, Alberto Fabra, aprobó este viernes en la reunión semanal del Gobierno la adhesión de la Comunidad Valenciana al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), una decisión que supone, en la práctica, una petición de rescate al Gobierno en toda regla por parte de una autonomía que tiene una deuda superior al 20,5% de su PIB y que arrastra desde hace más de un año serios problemas de liquidez para afrontar sus compromisos.
A cambio de autorizar el acceso a estos fondos, el Ministerio de Hacienda podrá imponer un plan de ajuste y, si ve riesgos, enviar a los hombres de negro a controlar las finanzas de la Generalitat, desembolsar por tramos la ayuda solicitada y establecer duras condiciones presupuestarias y financieras, tal y como ha hecho la Unión Europea con Grecia, Irlanda y Portugal y, para salvar el sistema bancario, España.
El anuncio de que la Comunidad Valenciana será la primera autonomía en acogerse al fondo de rescate del Gobierno —y de que las previsiones de gasto del Estado crecerán hasta el 9,2% en 2013—, realizado con los mercados financieros abiertos, disparó la prima de riesgo, que cerró este viernes finalmente en 610 puntos.
Tras la alarma desatada en los mercados, el vicepresidente y portavoz del Consell, José Ciscar, se apresuró a afirmar: “La Comunidad Valenciana no ha pedido ningún rescate. Se acoge a un mecanismo de financiación al que acudirán más comunidades autónomas en los próximos días, sin más ajustes”. Ciscar admitió no obstante que la adhesión al FLA supone la aceptación del “control financiero y fiscal por parte del Gobierno central”. El vicepresidente valenciano aseguró que está adhesión al Fondo de Liquidez Autonómico del Gobierno no implicará “nuevos ajustes en 2012”, excepto los ya previstos en el plan de estabilidad para este año. Ciscar no quiso detallar qué cantidad de dinero solicitarán al fondo.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, tras la rueda de prensa del Consejo de Ministros negó que se tratara de una petición de intervención, aunque admitió que la adhesión de la Comunidad Valenciana al FLA obligará a la Generalitat “a nuevas condiciones”.
En privado, fuentes del PP valenciano admitieron que la petición del Consell supone que el Gobierno tomará el control financiero de la comunidad, que tiene muy complicado cumplir con el objetivo de déficit del 1,5% del PIB. También dijeron que la Generalitat podría solicitar una cantidad superior a los 1.600 millones —de un fondo dotado con 18.000 millones— para poder afrontar sus compromisos.
Abucheos y huevos contra Fabra
La tensión generada por el anuncio de la Generalitat también se dejó traslucir en la calle y en las redes sociales. Tras las multitudinarias manifestaciones del jueves contra los recortes del Gobierno, por la tarde más de 200 personas abuchearon y lanzaron algunos huevos contra el presidente valenciano, Alberto Fabra, en un acto en Guardamar. La noche anterior, su antecesor, Francisco Camps, fue recibido de igual modo por manifestantes en Xàbia, donde hablaba de “responsabilidad política”.
En este ambiente, el PSPV-PSOE y Compromís reclamaron un pleno extraordinario en las Cortes para que Fabra explique “el rescate y las condiciones que conlleva”. Esquerra Unida fue más allá y solicitó la dimisión del presidente de la Generalitat y la convocatoria de elecciones.
La Comunidad Valenciana, que tiene una deficiente financiación autonómica, ha sido una de las más castigadas por el cierre de los mercados financieros.
Las alarmas saltaron por primera vez el pasado mes de diciembre, cuando la Generalitat tuvo que pedir ayuda al Gobierno de Mariano Rajoy para afrontar el vencimiento de un crédito de 123 millones de euros del Deustche Bank. La situación, que amenazaba con reproducirse en otras autonomías, obligó al Ministerio de Hacienda a arbitrar una línea de crédito con la que cubrir los vencimientos de los préstamos que las autonomías no podían renovar.
Préstamos y facturas pendientes
La Comunidad Valenciana fue de las primeras en acogerse al plan. En enero pidió 1.022 millones de euros al Instituto de Crédito Oficial (ICO) para afrontar vencimientos de préstamos y en mayo pidió una ampliación de 1.678 millones tras ofrecer tipos de interés al 7% para colocar deuda, situada a nivel de bono basura por las agencias calificadoras.
En abril, en el plan de pago a los proveedores habilitado por el Gobierno, la Comunidad Valenciana volvió a exhibir sus problemas de liquidez. Pidió 4.069 millones de euros (el 23,4% de lo solicitado por todas las autonomías) para pagar facturas pendientes. A cambio presentó un duro plan de estabilidad que incluye la privatización de toda la gestión no asistencial de la sanidad y despidos masivos en el sector público, pero que no ha solucionado sus problemas de liquidez.
Ahora, la Generalitat, que confiaba en que hubiese hispanobonos para salir a flote, ha visto cómo el Gobierno solo ofrecía a las autonomías un mecanismo que, en la práctica, es un fondo de rescate. Y Fabra, casi sin oxígeno, ha sido el primero en lanzarse sobre el regulador de aire del Gobierno y colocar a la Comunidad Valenciana en el disparadero.
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