Entrevista a Gaspar Llamazares, Diputado nacional de Izquierda Unida por Asturias
«España no debe tener miedo a jugar fuera del euro y Alemania debe saberlo»
«¿Justificar a Sánchez Gordillo? En la situación actual es necesario combinar la acción política con la desobediencia civil»
26.08.12 - JOSÉ ÁNGEL GARCÍA | OVIEDO, en El Comercio.
Gaspar Llamazares habla sin tapujos. No se rasga las vestiduras cuando aborda la posibilidad de que España abandone el euro ni le duelen prendas al defender la actitud de los jornaleros andaluces en contra de opiniones mayoritarias. Asegura que hay vida más allá de los recortes y propone alternativas al actual poder de los mercados.
-¿Está España en un callejón sin salida?
-La política del Gobierno de Rajoy como comisariado del eje Bundesbank-BCE nos lleva a profundizar en la crisis y aumentar el desempleo hasta los seis millones a lo largo de año. Esto ha motivado una crisis política para un Gobierno que ha perdido buena parte de su legitimidad.
-Usted insiste en que España lleva intervenida mucho tiempo.
-Estamos intervenidos por entregas. El primer paso fue cuando se reformó la Constitución. Aquello fue un golpe muy grave. Han convertido la deuda en el principio general de todo por delante de los derechos sociales y las libertades democráticas. La última intervención ha sido con la crisis de Bankia. No acabamos de saber cuál es el volumen global y no sabemos en qué momento se va a concretar esta ayuda bancaria ni como será la formación del 'banco malo'.
-Entonces, ¿estamos a las puertas de la tercera entrega?
-De Guindos lo da por hecho mientras que Rajoy lo niega. Ya se ponen la venda de que va a haber muy pocas contrapartidas económicas.
-¿Habrá nuevos ajustes en otoño?
-Este secuestro por entregas va a tener consecuencias desde el punto de vista político, con la pérdida de más soberanía y legitimidad, así como consecuencias desde el punto de vista económico con nuevas medidas de recorte. Las comunidades no tienen ya capacidad para cumplir con los objetivos de deuda y déficit que les han impuesto. El Gobierno sigue sin reflexionar y sin entender que es la enésima vez que fracasa la política de ajustes.
-Últimamente, cada vez surgen más voces que apuestan por salir del euro.
-Hay dos vías de salida dentro de un proyecto de recuperación económica con bienestar social. Una sería con un euro respaldado por una política económica común en el marco de la UE y un Banco Europeo que se pueda llamar como tal. Y hay otra vía posible, que yo no descarto: apostar por una moneda propia y una devaluación competitiva.
-¿Es esa es la opción conveniente para Gaspar Llamazares?
-Si la primera opción se bloquea y cada vez es más evidente la resistencia de Alemania a desarrollar políticas económicas y fiscales comunes, está claro que me quedo con la segunda salida. Tiene menos dramatismo desde el punto de vista social. La primera significaría la pérdida de una generación y la segunda tres o cuatro años de crisis con una salida posterior con pérdida de crecimiento, pero mucho más equilibrada en precios y salarios.
-¿Pero está España capacitada para dar ese paso?
-Sí y Alemania debe saberlo. España no debe tener miedo a jugar fuera del euro. Alemania, hasta ahora, ha jugado con la ventaja de que el país que podía salir no era sustancial para el futuro de la moneda única, pero si España se ve abocada a salir del euro, se acabó. Sin España no es posible el euro. Saben eso como también que no es posible un rescate global, por eso están haciendo un rescate por entregas.
-¿Estamos tutelados?
-Lo que están haciendo es menospreciarnos en términos democráticos, como han hecho en Italia o Grecia, aplicándonos una devaluación salarial para que nuestros sueldos bajen un 20% respecto a la media española. Es una fórmula insoportable.
-¿Seguimos el ejemplo de Grecia?
-Vamos por el mismo camino con las medidas que aplica el Gobierno. Está actuando de forma sectaria e interesada, intentando aprovechar la crisis para asaltar el estado de bienestar y poner en duda el modelo autonómico.
-El Gobierno dice que «hace lo que tiene que hacer». Usted habla de improvisación e imposición.
-Es muy difícil no aparecer como un gobierno que improvisa cuando lo que te están haciendo es imponer la política que mandan otros. Rajoy ha hecho lo contrario de lo que había dicho en la campaña. Esto demuestra una crisis de legitimidad. Pocos gobiernos perdieron tanta fuerza en tan poco tiempo. La política de ajuste impuesta por las instituciones europeas es una máquina de descrédito del Gobierno.
-¿Cree que nos dirige Merkel?
-Con la anuencia de Rajoy. Está gobernando la derecha europea pasando por el tamiz de la derecha española, que quiere aprovechar las medidas económicas para pasar factura a las comunidades.
-¿Piensa que hay interés por cargarse el estado autonómico?
-Hay una ofensiva para debilitarlo. El PP demuestra que tiene sus propios prejuicios con respecto al estado de bienestar y las libertades. No olvidemos que aprovecha las circunstancias para crear nuevos nichos de negocio en sanidad y educación, con la privatización de ambos sistemas.
-¿Cree que el Gobierno beneficia más a las comunidades del PP?
-Se ha utilizado un criterio generalizado, dando el mismo trato a las comunidades que tienen buenos números como a las que han gestionado mal. Una de las razones es que las comunidades que han estado peor gestionadas han sido las gobernadas por el PP. Además, aprovechan la crisis para quitarle autonomía política a las comunidades y revisar el modelo autonómico. El PP quiere un modelo más centralista y eso puede tener consecuencias muy graves.
-¿En qué sentido?
-La primera consecuencia será el aumento del independentismo en España. La otra, una mayor sensación de agravio en todas las comunidades. Eso puede ser una mala solución. Cuanto más se agita la bandera española, más aumentan las tendencias centrífugas.
-Asturias es una de las comunidades que se pueden sentir agraviadas. ¿Actuó bien el Principado? ¿Debe ser más beligerante?
-Asturias, en la votación del Consejo de Política Fiscal, mantuvo un perfil claro. Y no hay nada que reprochar. Lo que pasa es que el presidente del Principado no explicó esa votación a los asturianos. Da la sensación de que Andalucía defiende los intereses andaluces e interpreta el papel de oposición que no hace el PSOE en el Congreso. Asturias, por el contrario, jugó un papel secundario. Eché de menos una posición más firme del Gobierno tanto en relación con este asunto como en el modelo de salida de la crisis.
-¿Y es posible tener un modelo propio con las exigencias que vienen impuestas desde Madrid?
-Yo creo que sí y eso hay que explicarlo. Hay que decirle a los ciudadanos que este recorte es un agravio, porque Asturias ha cumplido siempre y ahora se la castiga en comparación con otras autonomías que han sido la cuna del despilfarro. Hay que utilizar todos los mecanismos constitucionales para evitar los aspectos más duros del ajuste. Incluyo el recurso ante el Constitucional. Están enredando sobre si van a recurrir o no. A mí me parece evidente que hay una invasión de competencias y no sé a qué están esperando.
-¿Qué opina del trato del Gobierno a los empleados públicos?
-Sí, se está haciendo con todos los sectores donde se llevan a cabo los recortes. Hay que culpabilizar a alguien y enfrentar entre sí a los ciudadanos, a los que forman parte del sector privado y a los del sector público. La realidad es que ambos están copiando las medidas más duras. Es cierto que se está estigmatizando al funcionario para justificar los recortes. Los recortes en la función pública, desde el punto de vista de la gestión, son fáciles de hacer. A corto plazo producen una rebaja sustancial del gasto, te permiten enfrentar sectores sociales entre sí y hacer recortes que posibilitan buscar nichos de interés económico.
Movilizaciones
Usted defiende la acampada ante el Congreso que otros consideran un golpe de Estado. ¿Es necesaria más agitación social?
-Se está exagerando todo y no hay que dar ninguna oportunidad a Polifemo. El que tiene un solo ojo es el estado penal y en el momento en el que estigmatizas una movilización, estás facilitando al estado penal que recurra a la intervención policial. Yo no me siento amenazado por las movilizaciones que hoy hay en Sol o que están convocadas en torno al Congreso. Me siento amenazado cuando llega un presidente y sin consultarlo con su gobierno me dice que va a cambiar la Constitución y lo presenta como una 'reforma exprés'. Me siento amenazado cuando llevo sufriendo 23 decretos-ley. Es una aberración decir que esa movilización es comparable con un golpe, cuando todos saben que los golpes vienen de dentro, nunca de fuera. Todas estas movilizaciones tienen dificultades porque estamos en un momento de mucha crispación y si el Gobierno no se da cuenta de la importancia de la movilización social para canalizar el descontento...
-Pero hay formas y formas de movilizarse. Usted ha justificado, por ejemplo, la actuación del diputado Sánchez Gordillo y el Sindicato Andaluz de Trabajadores.
-Lo que han hecho es una representación. No hay que entrar tanto en el debate de si estamos ante un hurto y sí sobre lo que hay en el trasfondo de esa denuncia: situaciones de pobreza muy alarmantes. Es un toque de atención.
-¿Pero no considera que se está mandando un mensaje equivocado a la sociedad? No todo vale.
-Se está lanzando un mensaje sobre las contradicciones del sistema y pienso que es un mensaje eficaz. Hay que reconocerlo. Durante el verano, el Gobierno está ausente y esto se ha convertido en la noticia del verano. Yo insisto, en lugar de señalar el dedo, miremos a la luna. Es decir, veamos el problema de la pobreza y cómo se canaliza la ayuda de alimentos. Es escandaloso ver en nuestro país cómo las grandes superficies o restaurantes destruyen alimentos antes de entregarlos. Hay pobreza y al mismo tiempo se vende más lujo. ¿Cómo se explica que se vendan en estos momentos más Porsches que nunca?
-Sánchez Gordillo es diputado autonómico. ¿No sirve para nada la política entonces?
-La política vale, pero en la situación actual es necesario combinar la acción política con la desobediencia civil. Es tan importante legislar sobre desahucios como resistirse a ellos. Es situaciones extremas, donde el poder utiliza el mecanismo del golpe al margen de la representación democrática, existe el derecho a la rebeldía. Y eso no es tomarse la justicia por la mano ni generalizar los asaltos a los supermercados, pero sí combinar la acción política en el Parlamento con gestos dirigidos a la sociedad que pongan en evidencia esas situaciones.
En Asturias…
«A corto plazo, se integrarán todos los sectores que hay dentro de IU»
26.08.12 - J. A. G. | OVIEDO, en El Comercio.
-¿Se ha cerrado en falso el último congreso de IU de Asturias?
-No tengo dudas de la resolución democrática de IU de Asturias, ni de la legitimidad de sus órganos y su dirección. Ahora bien, tenemos entre todos una tarea a corto plazo de recomposición interna, de integración, la situación general nos lo exige. No basta con tener la mayoría para hacer el trabajo que tenemos que hacer. Hay que implicar a todos los sectores de IU. Todos tenemos voluntad de recomposición y la organización funcionará en base al consenso.
-Usted cerró la lista de Noemí Martín. ¿Se siente decepcionado con la actitud de algunos compañeros de la organización?
-En estos momentos, mientras la situación de España y Asturias es crítica, pretender que las formaciones políticas sean una balsa de aceite es algo vano. Quizás no supimos medir el grado que había de complejidad en IU, territorial, de sensibilidades, y abordamos la asamblea como un cónclave más. Nos equivocamos al no tener en cuenta esa complejidad y los debates que hay cruzados.
El equipo de Martín ha quedado fuera de la dirección. ¿Ve posible encauzar la situación?
-Lo veo imprescindible y lo veo más que posible, a corto plazo. La situación nos lo exige y la situación nos obliga a un esfuerzo de integración y unidad.
0 comentarios