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El “silencio” en la respuesta a la pregunta sobre la legalidad o no de la salida de la guardia, lo más elocuente de todo… (porque todos sabemos la respuesta)

El “silencio” en la respuesta a la pregunta sobre la legalidad o no de la salida de la guardia, lo más elocuente de todo… (porque todos sabemos la respuesta)

Entrevista a Celia Gómez, la actual gerente del Servicio de Salud del Principado (SESPA)…

«Aunque nos cueste creerlo, vivimos tiempos parecidos a los de la posguerra»

«A nadie le gusta negociar peores condiciones, pero la situación es la que es. Nuestro gasto sanitario tiene que decrecer» Celia Gómez Gerente del Servicio de Salud (Sespa).

Foto: Celia Gómez, en un despacho del Sespa que no es el suyo. El encierro sindical, que ya suma 12 días, la ha obligado a trasladarse.

09.09.2012 - LAURA FONSECA, OVIEDO, en El Comercio.

Celia Gómez apenas si ha tenido tiempo para cogerle el pulso a la sanidad asturiana. La nueva gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), que tomó posesión a finales de junio, convive desde hace días con un encierro sindical que amenaza con eternizarse y que desde el 29 de agosto le mantiene ’tomada’ la sala de juntas contigua a su despacho. Los sindicatos CC OO, UGT, Satse, Usae y Sicepa-Usipa (todos a excepción de los médicos, que no están encerrados pero planean una huelga), le reclaman cambios en la normativa sobre ampliación de jornada, que consideran la más lesiva de toda España. La economista Celia Gómez, «asturiana» (en realidad nació en León, en Palacios del Sil) de 49 años y que desarrolló casi toda su carrera profesional en Andalucía, confía en reconducir las aguas. «La sociedad no entendería una huelga porque la población lo está pasando muy mal», considera.

-Lleva dos meses y medio como gerente del Servicio de Salud y ya tiene delante un encierro sindical que va paso de cumplir dos semanas, una amenaza de huelga médica y un recurso judicial del Colegio de Médicos para intentar impugnar la ampliación de jornada en sanidad. ¡Menudo arranque!

-Ya, es cierto, aunque sabía que no iba a ser fácil. Todos somos conscientes de que la situación es la que es. Cuando acepté el cargo era consciente del reto al que me enfrentaba y así lo afronto porque, además, creo que alguien debe hacer este tránsito.

-¿Y cómo va ese tránsito?

-Estamos ante un periodo de mucho esfuerzo y sacrificio para la población y, por supuesto, para los trabajadores. La situación es muy compleja. Probablemente mi generación y la anterior, así como las más jóvenes, no hemos vivido nada similar, ya que históricamente fuimos a mejor. Aunque nos cueste creerlo, vivimos tiempos parecidos a la posguerra, esa época de los años 30 que fue tan convulsa y que se resolvió con guerras. Afortunadamente, ahora no se plantean soluciones con conflictos armados, pero sí elementos comunes que nos deben preocupar.

-¿Por ejemplo?

-Hay un discurso y un pensamiento de descrédito de la política y de la democracia y eso es un caldo de cultivo para el totalitarismo.

Vacaciones y encierro

-Volviendo a la sanidad, los sindicalistas encerrados aquí en el Sespa la acusan de no tener talante negociador y, además, de haberse ido de vacaciones en pleno conflicto.

-Cuando los representantes sindicales iniciaron el encierro, yo ya me había ido de vacaciones. Me había marchado justamente la tarde anterior y me encontraba a mil kilómetros de Asturias. En cuanto supe lo que estaba ocurriendo decidí volver, pero un viaje en coche de tantísimos kilómetros no se hace en dos horas. Así se lo expliqué a los representantes sindicales al llegar. De todas formas, prefiero no valorar opiniones, no quiero arrojar más leña al fuego.

-Dicen que usted no se mueve de su planteamiento sobre la ampliación de jornada, que no negocia.

-Hemos hecho varios ofrecimientos y, sin embargo, no ha habido acercamiento. Ya hemos dicho que la penosidad por trabajar de noche se puede mejorar, pero ellos exigen que se cambie el acuerdo del Consejo de Gobierno. Insisto en que no quiero crispar a nadie pero nosotros sí que hemos planteado alternativas y mantenemos la voluntad de seguir negociando. De hecho, ya hemos convocado más de diez reuniones. Ya les explicamos que hay cosas que se podrían mejorar en las carteleras de turnos sin tener que cambiar la norma.

-Los trabajadores argumentan que en otras comunidades, donde se aplica la misma exigencia del Gobierno de Rajoy, van a hacer 60 horas menos por la noche.

-La situación en jornada en las diferentes comunidades es diversa, aunque es normal que cojan la referencia más baja. Algunas autonomías han optado por bajar los sueldos mientras que nosotros ya dijimos que no vamos a tocar las retribuciones. Además, muchas comunidades aún no han resuelto cómo van a aplicar la normativa estatal.

-¿No hubiera sido más fácil poner media hora más de trabajo al día como al resto de la administración?

-En sanidad no nos podemos comparar con el resto de la administración, entre otras cosas porque las retribuciones son distintas ya que el Servicio de Salud tiene que ofrecer atención las 24 horas al día 365 días al año. Somos diferentes para lo bueno pero también para lo malo. Media hora al día en sanidad no resuelve nada. Hay que tener en cuenta que el objetivo del aumento de jornada, tal y como lo plantea el Gobierno central, que no el Principado, es reducir el gasto y eso no se consigue agregando media hora al día.

-O sea, ¿que el Principado debe aumentar la jornada en sanidad no tanto para trabajar más sino para contratar menos?

-Si hay más horas de trabajo del personal que tenemos en plantilla orgánica necesitaremos menos sustituciones. Es así de claro.

-¿A cuántas personas afectará?

-Los horizontes son diversos y todavía no tenemos un cálculo que podamos ofrecer. En sanidad no es tan fácil hacer la traducción en número de personas ya que hablamos de una jornada de cómputo anual.

-La mejora en la ponderación de las noches que piden los encerrados, ¿cuánto dinero supone?

-Son 60 horas por persona y eso habría que multiplicarlo por más de 6.000 trabajadores que hacen turno rotatorio. Eliminaría casi todo el ahorro comprometido en sanidad.

-¿Cuántos euros serían?

-El cálculo nos da unos ocho millones de euros anuales.

-El resto del ahorro hasta llegar a la horquilla de 13 a 17 millones de los que habló el consejero de Sanidad, ¿de dónde salen?

-Otros seis millones provienen de las retribuciones por peonadas que ya no se abonarían. El resto se obtendría con los cambios que la normativa estatal impone en materia de incapacidad temporal y con la no sustitución de descansos adicionales.

-Los médicos también están en pie de guerra. ¿Teme una huelga?

-Hago un llamamiento a que se entienda que la situación es muy mala. La sociedad no creo que comprendiese una huelga. Además, se están diciendo cosas que no son ciertas.

-¿Como cuáles?

-Como que se elimina el descanso después de la guardia y eso no así, al contrario. La nueva normativa garantiza la libranza después de la guardia. Lo que no cabe, como ocurría en algunos casos, es que esos descansos se acumularan para disfrutarlos luego todos juntos.

-Hasta ahora la práctica habitual era que un médico que hiciera una guardia descansara al día siguiente y esas 7 horas de descanso, las equivalentes a una jornada de trabajo, se descontaran del cómputo anual. ¿Seguirá siendo así?

-Eso es a lo que aluden los médicos diciendo que existía un pacto de caballeros. El problema es que hasta ahora no había una exigencia de cumplimiento de jornada anual. La ley sobre ampliación de horarios cambia todas esas cosas y nos obliga a poner orden. Por eso, las horas de descanso tras la guardia se empezarán a ponderar al 50% para las tres primeras y a un 70% la cuarta y sucesivas. Del resto de horas sobrantes, una parte irá a jornada ordinaria y otra a formación e investigación.

-¿Entonces el descanso tras la guardia, ese pacto de caballeros que había, era irregular?

-...(silencio).

-El decreto de jornada no sólo aumenta las horas de trabajo sino que cambia descansos, guardias, turnos de noche y erradica el pago de peonadas y de módulos de tarde. Eso es bastante más que incrementar la jornada anual, ¿no cree?

-Cuando se aumenta la jornada de trabajo se tocan los descansos. Y además, si podemos convertir esas dos horas y media de más a la semana en trabajo ordinario y reducir actividad extraordinaria, pues mejor.

No se cerrarán centros

-Dice que hay que entender en qué momentos estamos. ¿Cuál es la situación económica de la sanidad?

-La sanidad arrastra una deuda histórica y de todos es sabido que anualmente su gasto ha venido subiendo. Ahora, con la bajada de los ingresos, nos vemos obligados no sólo a no aumentar el gasto sanitario, sino a decrecer. El salto es importante y nos sacude a todos. Por eso digo que los tiempos de negociar mejoras se acabaron. Yo entiendo que es muy difícil hacer el camino al revés y que nadie quiere sentarse a negociar peores condiciones, pero la situación es la que es. Nuestro presupuesto prorrogado es de 1.476 millones y supongo que para 2013 no será mayor.

-¿Y los pacientes, que pasa con ellos?

-La población está sufriendo una importante pérdida de derechos. Parte del menor gasto que en julio y agosto hemos tenido los servicios de salud es porque la población está pagando parte de las medicinas. El problema es que el copago impuesto por el Gobierno central no es justo porque afecta a personas con escasos recursos. Por eso es importante que los trabajadores públicos veamos que es necesario hacer un esfuerzo para mantener el servicio sanitario.

-¿Existe riesgo de que se tenga que cerrar algún centro en Asturias?

-En Asturias defendemos el actual sistema y su provisión pública. Otras autonomías han optado por disminuir dispositivos o privatizarlos.

-¿Cómo lleva lo de convivir con un encierro sindical a metro y medio?

-Sinceramente, mal. Un encierro es una ocupación de tu espacio de trabajo, y no deja de ser un hecho violento. No creo que los problemas se resuelvan con estas medidas.

«Rajoy ha cruzado la línea roja en sanidad al cambiar las reglas del juego»

-¿Qué le parece la reforma sanitaria aprobada por el Gobierno de la nación?

-Es un cambio de modelo sanitario que rompe con un recorrido de casi treinta años del sistema de salud. Un camino que fue largo e ilusionante y en el que habíamos llegado a conseguir un excelente sistema de salud. Las reformas introducidas por el Gobierno del PP cambian el modelo e introducen el aseguramiento.

-¿Cree que Rajoy ha cruzado la línea roja?

-Ha cruzado la línea roja en Sanidad al cambiar las reglas del juego. Sus recortes apuntan al corazón del sistema sanitario, como es la universalidad y la equidad.

-En su perfil de twiter se define como ’madre, socialista desde pequeñita, y defensora de la alegría’. ¿Lo mantiene?

-Lo mantengo, claro.

-Con la que está cayendo, ¿lo de la alegría también?

-Sí, sí. Es una actitud que hay que tener en la vida, aunque algunos días una se levanta con pocas ganas de nada. Es una manera diferente de afrontar los problemas, lo aprendí en mi periplo andaluz, a donde marché muy joven por motivos personales.

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