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Entrevista a SUSANA PÉREZ-ALONSO, escritora y presidenta de la Asociación de usuarios de la sanidad de Asturias (ASENCRO)...

Entrevista a SUSANA PÉREZ-ALONSO, escritora y presidenta de la Asociación de usuarios de la sanidad de Asturias (ASENCRO)...

«Un pueblo que no luchó por la sanidad pública tiene que plantearse si merece tenerla o no»

«Voy a proponer "Llanes de Literatura", la gente me escribe preguntando por la ruta de "Melania Jacoby"»

Por PATRICIA MARTÍNEZ, Llanes, en La Nueva España

-Preside la Asociación de Usuarios de la Sanidad del Principado de Asturias (Asencro), ¿tiene un diagnóstico de la sanidad pública?

-Un pueblo que no luchó por la sanidad pública tiene que plantearse si merece tenerla o no. La vida es una continua lucha por un derecho porque, como queda demostrado y dije durante años, el retroceso ya está aquí y no por culpa nuestra. El pueblo que no lucha por lo que tiene a lo mejor es que no lo merece, y a las pruebas me remito.


-La asociación peleó por un ambulatorio para Llanes y por un hospital para el Oriente.

-Fue un movimiento que unió a la derecha y a la izquierda. Gracias a la asociación y al pueblo de Llanes, que en ese momento se unió y conseguimos miles de firmas, fue un movimiento ciudadano extraordinario. Juan Luis Rodríguez Vigil, el mejor consejero de Sanidad que tuvo esta provincia, nos dio un aparato de rayos equis que trajimos a Llanes y se terminó tirando a la basura, nunca funcionó. Eso es desolador porque, curiosamente, el pueblo no se preocupó, la alcaldesa de entonces y la oposición tampoco se preocuparon, terminaron tirándolo a la basura. En Inglaterra, Francia y Alemania eso habría costado dimisiones, aquí nunca se pidieron responsabilidades.


-Criticaron que la Autovía del Cantábrico no tuviera acceso al Hospital del Oriente, un enlace que todavía no hay.

-Recuerdo la pancarta: «¿En qué curva vamos a morir desangrados?». ¿Quién fue el listo que ideó que desde la autopista no puedas salir al hospital? Tienes que ir por un paraje de montaña habiendo una autopista, nunca en la vida se vio. Cuando España tenía que haberse enfadado, la gente andaba a la fiesta, no luchaba, por ejemplo, por una buena educación pública. Era como si todos fuésemos alta burguesía.


-¿En qué situación dejan los recortes en sanidad a los enfermos crónicos?

-Más medicamentos que quitó Mariano Rajoy ahora los quitó Felipe González en 1992. No hay enfermos crónicos, lo que es crónico es el medicamento, es ridículo. De todo lo que toma un enfermo crónico, a lo mejor solamente dos medicamentos son de precio reducido, a mí me los quitaron todos. Lo que están haciendo no tiene que servir para atacar al PP, hay que decir la verdad y ser serios, tanto unos como otros lo hicieron.


-¿Qué dirección cree que debería tomar la sociedad en la situación actual?

-En España hacía falta tomar no la calle, sino los partidos políticos. La gente en masa se tendría que afiliar al partido que crea que está más cerca de él. Ser auténticos troyanos de esas maquinarias infernales en las que se convirtieron los partidos políticos y cambiar, porque el sistema se cambia desde dentro, no desde fuera. Ser como troyanos en un ordenador y en la guerra de Troya. Es lo que deberíamos hacer y que no estén siempre los mismos, que es como una monarquía, siempre son los mismos en todo.


-Mantiene un conflicto judicial con el PSOE de Oviedo por su expulsión del partido hace seis años tras protestar por la ausencia de primarias en la agrupación municipal, ¿en qué fase se encuentra el proceso?

-El juez que me juzga es un señor que fue director general de Justicia con el PSOE en tiempos de Roldán. Gané en la Audicencia Provincial, el PSOE me llevó al Tribunal Supremo y ya recurrí al Tribunal Constitucional. Y si lo pierdo iré a los tribunales europeos. La libertad de expresión es un derecho fundamental que hay que defender con uñas y dientes. El abogado del PSOE me aconsejó que no fuera al Constitucional, que no se moleste en negarlo...


-Otro de sus frentes abiertos es contra la productora televisiva responsable de la serie «La Señora», a la que investigan por indicios de plagio de una novela suya, «Melania Jacoby».

-Yo nunca dije que me había plagiado, nunca denuncié a esos señores, fue el fiscal, no yo. Salieron en la prensa intentando destruir la imagen de una persona normal y mintieron porque todo lo que dijeron lo hicieron a sabiendas de que no era cierto. No digo que lo hayan plagiado, pregunto qué pasó y empiezan a enredar. Primero dijeron que lo había escrito la guionista, luego los productores con la guionista y al final me cuentan que lo escribieron ambos pero con el equipo de ficción de TVE, que también está llamado a declarar. Y, milagro, que nada más que esto se pone en movimiento «La Señora» cierra. Esto está en fase de instrucción y, por ejemplo, al productor nunca se le pudo interrogar. Ahora piden que se traslade la causa a Barcelona, si me mandan a Barcelona yo creo que lo dejo. Ellos juegan en todo momento con el dinero, con dilatar el procedimiento, pero ahí está el papel del juez para decir que no se dilata. No he vuelto a escribir nunca más desde esto, soy absolutamente incapaz.


-La novela ha tenido proyección fuera de España.

-Sí, en las universidades americanas están estudiando «Melania Jacoby» como referencia de contar la historia de la Revolución del 34 de una manera en la que ninguno es bueno ni malo. Ahora voy a presentar un plan para que se haga «Llanes de Literatura», igual que hay «Llanes de película». La gente me escribe mucho preguntando por la ruta de «Melania Jacoby» y creo que eso puede ser interesante. Si están interesados, yo encantada, evidentemente no cobro dinero.


-Se pronunció en su momento contra el Plan Urbanístico de Llanes, ¿qué camino cree que lleva ahora?

-La postura mía no varió, creo que van por un camino equivocado. No creo en la chulería, creo permanentemente en el diálogo. No puedes atracar a mano planeada, en un plano pones una raya y depende de dónde vaya la raya haces ricos a unos y fastidias a otros. Mi familia vive desde hace generaciones de la construcción, pero de construir, no de destruir. Es imperdonable que sustentes la economía de un concejo en destrozar la Naturaleza. Denuncié todo lo que estaba pasando aquí al secretario general de mi partido, José Luis Rodríguez Zapatero, y a la Federación Socialista Asturiana. Denuncié que había planos que no se correspondían con la realidad. No es una cosa de izquierdas ni derechas. Nunca perdonaré el daño moral que hicieron a mi familia entera, en la misma semana en que se quemó el palacio de Los Altares intentaron quemar mi casa. No olvidaré la cara de terror de mi madre, la sensación que tuve no fue de miedo, que es lo más preocupante, tuve miedo de mí, de pensar quién pudo o no pudo ser.

Escritora y peleona

Susana Pérez-Alonso nació en Santullano de Mieres en 1958. Creció entre los concejos de Mieres y Llanes, donde su bisabuelo contrataba a tejeros para trabajar en sus explotaciones y donde veranea con su familia. Siempre quiso ser médico, pero su padre la «engañó» y se matriculó en Derecho, de la que le faltan muy pocas asignaturas para acabar. Le gusta mucho el Derecho, le encanta el Derecho Romano y el Civil, «pero al final no vale para nada». Estudió Filosofía y terminó la Diplomatura en Relaciones Laborales, es experta en Derecho Laboral y Sanitario y procuradora de los tribunales. Nunca se había dedicado a escribir hasta que, hace una década, decidió cambiar de vida y dejar su despacho, entre otros motivos por salud, ya que padece una enfermedad genética grave. Fundó la Asociación de Usuarios de la Sanidad del Principado de Asturias (Asencro). Ha escrito una docena de libros, entre ellos títulos como «Nada te turbe», «La vida es corta pero ancha» y, su última publicación, «Melania Jacoby». La Fiscalía encontró indicios de delito en el parecido con esta novela de la serie emitida en TVE «La Señora», un conflicto que aún no se ha resuelto.

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