En defensa de la Sanidad Pública: Tu sábana blanca salva vidas, cuelga la tuya en tu ventana
El Colegio de Médicos de Madrid se suma a las denuncias contra la reforma sanitaria
Tras las movilizaciones que se registran estos días en la sanidad madrileña, el Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem) insiste a través de un manifiesto a la opinión pública en su rechazo rotundo al plan de reformas del gobierno regional, "que pueden suponer un recorte de plantillas que compromete el nivel de la calidad asistencial", por lo que considera motivadas las protestas.
Foto: Campaña "¡Sábanas blancas en tu ventana por la Sanidad Pública!".
Madrid 30/11/2012, Redacción, Acta Sanitaria
"Cualquier cambio en la manera de administrar la salud de los madrileños no puede llegar a buen puerto si se elabora de espaldas a los profesionales", señala el manifiesto suscrito por la Junta Directiva del Colegio Oficial de Médicos de Madrid, que recuerda que en ningún momento la Consejería comunicó este plan al Icomem y su Junta Directiva conoció las medidas a través de los medios de comunicación.
En defensa de los colegiados madrileños, el Icomem, que preside Sonia López Arribas, recalca que las movilizaciones que se están realizando no se deben, en ningún momento, "al descenso de las retribuciones de los últimos años, ni a la continua y humillante precariedad en el empleo a la que se somete a los médicos en Madrid, ni siquiera al aumento del horario laboral ni a la disminución el próximo año de los días de libre disposición, sino que están motivadas porque el Plan puede suponer un recorte en la plantilla global de trabajadores sanitarios que atienden a la población, lo que compromete el nivel de calidad asistencial".
Contra la orquestación política
Asimismo, la corporación médica madrileña rechaza la idea de que las movilizaciones sean políticas o que estén orquestadas por sindicatos o partidos, se trata de un rechazo estrictamente profesional, llevado a cabo por profesionales que, al comprobar que se toman medidas que influyen en la salud de los madrileños sin contar con los profesionales de la salud, necesariamente ven en riesgo la atención sanitaria a los ciudadanos.
En el manifiesto, el Icomem comprende las movilizaciones "porque el plan va a afectar al futuro de la profesión y de la excelencia clínica" pues, según su criterio, la externalización de la gestión sanitaria en seis hospitales y del 10 por ciento de los centros de salud puede suponer un descenso en la inversión en docencia, formación continuada e investigación, pilares básicos del actual sistema.
Modelo eficiente
De la misma manera, el Colegio de Médicos de Madrid entiende las movilizaciones en el ámbito de la Atención Primaria, donde los profesionales sanitarios han trabajado durante todo este tiempo para la mejora continua del modelo sanitario favoreciendo la descentralización y la racionalización de la gestión de los centros de salud, defendiendo un modelo asistencial eficiente, de calidad y garante de igualdad en el acceso a la salud, y que aún está pendiente de desarrollarse en su totalidad, por tanto, ha de ser preservado y mejorado, pero en ningún caso puesto en peligro.
El Colegio de Médicos de Madrid pide que se paralice el Plan de sostenibilidad de la Consejería de Sanidad y considera necesario que se reflexione de forma serena sobre el mismo, convencido de que para el adecuado desarrollo de la asistencia sanitaria es preciso tener en cuenta las aportaciones de los profesionales para contribuir a la mejora de la calidad y la eficiencia. El Icomem concluye insistiendo en el apoyo a las acciones que están llevando a cabo los colegiados, profesionales muy destacados o especialistas en formación, médicos de Atención Primaria y de Hospitalaria, "con un único fin, defender un sistema que ha sido y será muy útil en la consecución de la salud de la población".
Manifiesto del Colegio de Médicos de Madrid en apoyo a las reclamaciones sanitarias
Invitación a la población que esté a favor de la sanidad publica a colgar sabanas blancas en sus ventanas: que Madrid amanezca blanca desde el 29 de noviembre hasta la resolución del conflicto sanitario…
"¡Sábanas blancas en tu ventana por la Sanidad Pública!"
Coloca en la ventana, balcón, fachada de tu casa un distintivo de apoyo a la Sanidad Pública. Un cartel, una sabana blanca, una bata, una camiseta...
nuevatribuna.es
Trabajadores y usuarios de la sanidad han hecho un llamamiento a los ciudadanos molestos con los planes de reforma en la sanidad pública de la Comunidad de Madrid después de que una orden de la Consejería de Sanidad ordenase retirar los carteles de los centros sanitarios "por inducir a error".
"La sanidad no se vende, se defiende" es el lema que los promotores de esta iniciativa, impulsada a través de las redes sociales, principalmente Twitter y Facebook, piden reflejar en las sábanas colgadas en los balcones y ventanas de sus casas.
"¡Sábanas blancas en tu ventana por la Sanidad Pública!" o "Colguemos todos sábanas blancas y apoyemos a la sanidad como con la selección", esta última en referencia a las banderas colgadas tras los triunfos del combinado nacional de fútbol, son algunos de los mensajes en favor de la iniciativa.
A pesar de que esta iniciativa comenzó hace diez días, coincidiendo con las primeras movilizaciones contra los ajustes en el sistema sanitario madrileño ligados a los presupuestos de la Comunidad de Madrid para 2013, esta se ha potenciado tras la prohibición de la Consejería de Sanidad de fijar lemas en los centros.
La viceconsejera de Sanidad, Patricia Flores, envió una instrucción a todos los gerentes de hospitales y directores de centros de salud para la retirada de carteles, alegando que la falsedad de anuncios sobre el pago de determinadas cantidades por recibir servicios sanitarios inducía a error a los usuarios.
Editorial de ayer de El País
Rebelión blanca
Los planes de privatizar la gestión de centros amenazan la calidad de la sanidad pública
Miles de trabajadores del sector sanitario madrileño, incluidos los médicos, habitualmente poco proclives a la protesta, están realizando paros y manifestaciones contra el proyecto del presidente del Gobierno regional, Ignacio González, de privatizar la gestión de seis hospitales y el 10% de los centros de salud. Este plan se ha lanzado tras una propuesta similar de María Dolores de Cospedal para cuatro hospitales de Castilla-La Mancha. Ambos políticos alegan que tratan de reducir el gasto sanitario para que este sea sostenible, y afirman que la gestión privada es más eficiente que la pública. La Comunidad Valenciana, donde el 20% de la población ya tiene como centro de referencia un hospital público de control privado, fue pionera en abrir esta senda que genera una lógica inquietud en los empleados públicos por sus condiciones laborales y una profunda preocupación a los ciudadanos, que temen una pérdida de la calidad asistencial.
La sanidad pública es una de las instituciones más apreciadas por los españoles, según demuestran todos los sondeos de opinión, y los análisis de los expertos destacan su alto nivel de eficiencia, su carácter universal y su relativamente bajo coste. El PP, sin embargo, parece decidido a transformar el modelo. Los paros y movilizaciones realizados los dos primeros días de la semana por el personal sanitario madrileño contra el proyecto de González han sido secundados de manera masiva, los médicos continúan en huelga indefinida de lunes a jueves y habrá una réplica la próxima semana. Pero el proyecto privatizador del partido hoy hegemónico en España sigue adelante, como en casos anteriores, sin un análisis que demuestre las bondades del nuevo modelo frente a un sistema público que, aun erosionado por los recortes y encarecido por el aumento de los copagos, funciona a satisfacción de los ciudadanos.
Trece años después de que el Partido Popular ensayara el modelo de concierto público en Alzira (Valencia), aún está por demostrar que aquel mejore la calidad asistencial con menor coste para el erario público. Es inaceptable que, por el contrario, el partido siga defendiendo dicho modelo como un mantra y que continúe enajenando bienes públicos tan esenciales con operaciones tan opacas como la que González ha puesto en marcha. El presidente madrileño defiende su proyecto en un escueto documento en el que se utilizan datos parciales de manera torticera para justificar la decisión tomada. Así, por ejemplo, se afirma que el coste por habitante es de 600 euros al año en los centros públicos frente a los 441 en los privados. No se especifica a qué hospitales se refiere tal ejemplo y qué tipo de tratamientos realizan uno y otro.
Frente al mantra del PP cabe preguntarse si sus políticos no están haciendo dejación de su responsabilidad de gestionar correctamente los bienes públicos. Y dado que no está probado, como defienden, que con menos dinero se pueda hacer más y, además, obtener beneficios privados, está más que justificada la alarma social que generan sus proyectos. En el último año, según el CIS, se ha casi triplicado el nivel de preocupación de los ciudadanos sobre el futuro de la sanidad pública. A ello no ayuda el hecho de que los servicios privatizados estén quedando en manos de un duopolio de facto formado por las empresas Capio y Ribera Salud.
Es evidente que el proyecto de González, como el de Cospedal o el de Eduardo Zaplana en su momento, responde a la ideología liberal del partido al que pertenece. Pero una cosa es fomentar la iniciativa privada y otra muy distinta jibarizar el Estado transfiriendo a aquella los supuestos excedentes públicos de un servicio esencial cuyos únicos beneficios debieran ser sociales.
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