Datos de ejecución presupuestaria al cierre del tercer trimestre
Asturias, una de las dos autonomías con superávit, según Montoro
Oviedo, J. A. A., en La Nueva España
Asturias fue junto al País Vasco la única autonomía que registró superávit en sus cuentas hasta el pasado mes de septiembre, según confirmó ayer el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, tras divulgar las cifras del déficit de las diecisiete comunidades autónomas. Las autonomías cerraron los primeros meses del año con un déficit global del 0,93 por ciento, cuando el objetivo fijado por el Gobierno central es del 1,5 por ciento para todo el año.
El Principado ha registrado en los tres primeros trimestres de este año un superávit del 0,63 por ciento, mientras que el País Vasco presentó también un balance positivo del 0,25 por ciento. Por el contrario, las autonomías con mayor déficit son Murcia (2,23 por ciento) y Navarra (2,04%), aunque el Ministro matizó que la Comunidad Foral tiene un calendario de pagos diferente, por lo que cree que está en la senda para acercarse o cumplir el objetivo del 1,5% anual. Andalucía, Valencia y Cataluña ya tienen cifras de déficit por encima del 1,5% cuando queda por computar los pagos y las facturas del último trimestre.
Por otra parte, el Ministerio de Hacienda ha cerrado el Fondo de Liquidez Autonómica de 2012 con 12.582 millones para nueve autonomías, de los que 261 millones corresponden al rescate de Asturias.
Montoro sugiere por primera vez que se incumplirá la meta de déficit
El desfase presupuestario del conjunto de las autonomías pasa del 2,2% de 2011 al 1,14% del PIB
Murcia, Andalucía, Valencia y Cataluña superan el objetivo del 1,5% para todo el año
Amanda Mars, Madrid, en El País.
La meta de equilibrio presupuestario se enturbia para España en este 2012 de recesión y paro. El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, dejó este martes entrever por primera vez que las cuentas públicas tienen visos de incumplir el objetivo de déficit marcado por Bruselas para este ejercicio, que era de un máximo del 6,3% del producto interior bruto (PIB). Montoro señaló que “el objetivo formal” sigue siendo ese, pero acto seguido citó las declaraciones del comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, quien la semana pasada estimó que el desfase entre ingresos y gastos acabaría varias décimas por encima, en un entorno del 7%. “La cuestión no es ese guarismo mágico del 6,3%, sino la importancia de la reducción del déficit estructural de forma rápida sin ahondar en la recesión económica”, dijo.
Montoro respondía a una pregunta sobre las declaraciones del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, del pasado fin de semana en una entrevista en La Razón, cuando ya sugirió que no se podía cantar victoria: “Es muy complicado reducir 2,6 puntos de déficit en un contexto de recesión, con tantos problemas con los ingresos y con una financiación tan cara. Nuestro objetivo es hacer bien las cosas y veremos qué pasa al final del año”, dijo Rajoy. Repreguntado sobre si asumía el pronóstico del 7% por parte de Bruselas, Montoro pidió que no se le malinterpretara, que el Ejecutivo mantiene esa meta y ese guión, para la que descarta nuevos ajustes. Ese 6,3% de déficit máximo se reparte entre un 4,5% del Estado (está en el 4,2% a noviembre), el 1,5% de las comunidades y el 0,3% de los Ayuntamientos.
Los datos del tercer trimestre de la ejecución presupuestaria de las autonomías, que Montoro presentó este martes, hacen posible que estas cumplan con su parte: el desfase al cierre de septiembre queda en el 0,93% (frente al 2,2% del mismo periodo de 2011), lo que concede en teoría un margen cómodo a las regiones para cumplir con las exigencias.
Pero la nota al pie de página ensombrece el escenario: el dato incluye los anticipos del Estado a las comunidades por la liquidación del sistema de financiación de 2010. Sin este efecto, el desfase aumenta hasta el 1,14%, a escasas décimas ya del máximo.
Y, además, las diferencias entre unas autonomías y otras son odiosas desde el punto de vista de la contabilidad nacional: solo cerraron septiembre con superávit País Vasco (0,25%) y Asturias (0,63%), mientras que los mayores descalabros se dieron en Murcia (-2,23%) y Navarra (-2,04%), aunque en este último caso se debe a un efecto de calendario y el diferente registro de devoluciones impositivas, por lo que no son comparables al resto. Madrid quedó por debajo de la media de déficit (0,79) y Cataluña la superó ampliamente.
La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), por ejemplo, calculó la semana pasada que el déficit autonómico quedaría en el 2%, medio punto por encima de lo exigido.
Montoro tuvo buenas palabras para el dato global del 0,93% — “refleja un esfuerzo presupuestario y rompe ese cliché de que los territorios no hacen esfuerzos”, dijo—, pero dejó muy claro que tampoco se fía. No en vano Cataluña y Andalucía han advertido ya de que difícilmente podrán cumplir con el tope de déficit que exige el Gobierno. “Me ha disgustado profundamente”, replicó este martes Montoro, “sobre todo en los que están pendiente de formar Gobierno”, en referencia al presidente catalán en funciones, Artur Mas. “Estas personas estuvieron en la conferencia de presidentes y se comprometieron a cumplir los objetivos de déficit público, es su deber”.
El ministro enviará a cada comunidad autónoma “una carta diferenciada” para “insistirles en que cumplan” con sus programas de ajuste, dijo, ya que “a quien se desvíe se le aplicará la ley de estabilidad presupuestaria”, que incluye sanciones. La evaluación de riesgos del ministerio, explicó, no coincide con la posición más o menos alejada de la meta que ahora ocupa cada comunidad.
Es posible que antes de finales de año se convoque el Consejo de Política Fiscal y Financiera, que reúne al Gobierno central con los autonómicos. Porque las cifras han ido bien hasta ahora, pero el ministro tiene claro que hay riesgos. “Esto no es la puerta para relajarse, es la muestra de que se puede alcanzar el objetivo. Nuestra responsabilidad es insistir en que el cumplimiento del 1,5% es fundamental para salir de esta crisis”, recalcó.
En cuanto a la modesta cosecha de la amnistía fiscal del Gobierno (1.200 millones, la mitad de lo previsto), Montoro señaló que “el proceso de regularización” aún está pendiente de completarse con liquidaciones del impuesto de sociedades y otros y las cifras se ampliarán.
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