Hace 15 años que empezaron y desde hace 4 somos centro de referencia estatal
El Central implantó electrodos en 250 pacientes de párkinson en los últimos quince años
El HUCA es centro de referencia en cirugía de neuromodulación y participó en un ensayo europeo pionero sobre estimulación neurológica
Foto: El neurocirujano Fernando Seijo.
11.04.2013 - L. FONSECA, GIJÓN, en El Comercio.
En los últimos quince años, pacientes afectados de párkinson han visto cómo los tediosos temblores remitían, o algo tan simple como dar vuelta en la cama dejaba de ser un movimiento imposible. 250 enfermos han sido operados en el Hospital Universitario Central de Asturias desde 1998 a través de neuromodulación, una compleja técnica quirúrgica que consiste en implantar electrodos en el cerebro del paciente. Mediante estímulos electrónicos, los electrodos, previamente conectados a tres dianas cerebrales, se encargan de crear un campo magnético y de equilibrar y nivelar el cerebro parkinsoniano.
Hoy precisamente se celebra el Día Mundial del Párkinson, una enfermedad que en España afecta a más de 120.000 personas y de la que cada año se declaran 10.000 nuevos casos, uno de cada diez en gente joven. Fernando Seijo, jefe de Neurocirugía del HUCA e impulsor de la cirugía de neuroestimulación, asegura que «este tipo de técnicas son el futuro, pero no sólo para el párkinson sino para otras enfermedades neurodegenerativas». En Toronto (Canadá), asegura, hay un centro que está realizando ensayos en pacientes con alzheimer «y los resultados parecen ser bastante buenos», dice.
La neuromodulación llegó al HUCA hace quince años. «De la mano del entonces gerente del hospital, Jose Sanchis Moll», quiso recordar ayer el neurocirujano residente en Gijón. El HUCA es desde hace cuatro años centro de referencia para la realización de este tipo de intervenciones, título que comparte con apenas otros cinco hospitales en España: Ramón y Cajal, en Madrid; Cruces, en Bilbao; Clínico y San Pablo, en Barcelona; y el hospital de Santiago, en Galicia.
Cada operación de este tipo cuesta en el HUCA casi 40.000 euros. «39.768 euros», precisa este especialista que suele realizar estudios comparativos sobre efectividad económica y clínica. Los electrodos pueden llegar a costar unos 14.000 euros, pero tal y como recuerda Seijo «no sólo mejora la calidad de vida del enfermo, lo que ya es un beneficio, sino que los pacientes operados reducen en un tercio su medicación».
El buen hacer del HUCA le ha llevado a ser elegido para formar parte de un potente estudio europeo en el que participan servicios de neurocirugía de Francia, Inglaterra, Italia, Alemania y Austria. El Central representó a España en este ensayo realizado por un laboratorio americano para probar unos nuevos electrodos, más precisos y duraderos (también más caros) que los empleados hasta ahora. Los resultados, indica Seijo, «son mucho mejores». En gran medida, porque estos electrodos tienen la posibilidad de actuar sobre ocho dianas «lo que amplía el espectro de estimulación en el cerebro».
Seijo realiza un balance positivo de la técnica que el HUCA viene utilizando desde hace 15 años. «Es el futuro para el tratamiento del párkinson, no hay ninguna duda». El nivel de fiabilidad de implantación de electrodos que el servicio de neurocirugía ha alcanzado en este tiempo es del 95,59%. Ninguno de los pacientes intervenidos en los últimos años ha fallecido y sólo el 0,0043% ha presentado secuelas neurológicas. La cirugía está aconsejada para personas con menos de 70 años, que lleven al menos cinco años sufriendo párkinson.
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