Un mandato de quince minutos
Concepción Alonso, trabajadora del pozo Carrio, fue aplaudida por el plenario en su nombramiento y también tras la dimisión
Concepción Alonso, ayer, abandonando la Casa del Pueblo tras su dimisión.
Lne. 19.05.2013 | 03:00Mieres del Camino, David MONTAÑÉS
El de Concepción Alonso era uno de los nombres que más han sonado los últimos días como posible sucesora de José Ángel Fernández Villa, sobre todo a raíz de que el sierense Julio Carretero se apartara de la carrera. Dentro del núcleo duro de la ejecutiva saliente tenía bastante crédito. Natural de Laviana y con apenas 36 años de edad, esta dirigente sindical trabaja como ayudante minera en el pozo Carrio y desde 2010 ocupa una de las secretarías regionales del SOMA. A favor de su candidatura pesaba el hecho de que esté laboralmente en activo. Actualmente se encuentra embarazada, situación personal que algunos sostienen que acentuaba sus recelos a la hora de dar el paso adelante. No resultó fácil convencerla y no dudo a la hora de renunciar cuando confirmó la división interna. Su mandato apenas duró 15 minutos.
Concepción Alonso, licenciada en Derecho, fue una de las cuatro mujeres que integraron hace ya casi un año la marcha del carbón que llegó hasta Madrid. A raíz de esta protesta, representó al sindicato en programas de televisión en cadenas nacionales. Su secretario de Organización iba a ser Felipe Orviz, que el pasado año aspiró, sin éxito, a liderar la agrupación socialista de Laviana. Como secretario de Acción Sindical hubiera seguido José Daniel González González.
Al SOMA le costó mucho ayer tomar una decisión. Los delegados estaban inicialmente convocados a las diez de la mañana. A las once ya estaba claro que el programa no se cumpliría. Se retrasó entonces la reunión decisiva hasta las doce y media, pero tampoco fue posible el consenso antes de ese plazo. A las dos y media de la tarde los pasillos de la Casa del Pueblo eran un sube y baja. Los integrantes de la junta saliente entraban y salían de los despachos con languidez. El cansancio tras una larga noche de negociaciones era evidente. Algunos incluso dormían en los sofás. El nombre de Concepción Alonso estaba en casi todos los corrillos, pero nadie daba nada por seguro. A las tres se paró para comer, un «pincheo» en las propias instalaciones. Cuando finalmente los delegados fueron reunidos eran ya casi las cinco de la tarde. Hasta casi las ocho no hubo votación.
Cuando los delegados fueron llamados al plenario para dar el visto bueno a la candidatura de Concepción Alonso pocos esperaban sorpresas. Tras conocerse el resultado de la votación y la inmediata dimisión de la nueva ejecutiva, la caras de los presentes denotaban tensión: «Estamos en una organización democrática y el porcentaje con el que contábamos tras hablar con los portavoces de las distintas delegaciones no se ha visto reflejado en las urna y, por lo tanto, he presentado mi dimisión irrevocable», », señaló Concepción Alonso visiblemente afectada.
Los delegados que ayer integraron el congreso aplaudieron unánimemente a Concepción Alonso tanto en el momento en el que fue designada secretaria general de la organización como cuando anunció su dimisión. Entre ambas ocasiones apenas pasó un cuarto de hora.
El largo y fallido congreso del SOMA concluyó con la designación de la junta gestora. Junto a Jesús García Zamora estará Ramón Ruiz, también miembro de la ejecutiva federal de FITAG-UGT, Celso Ordiales y Gregorio Calderón, componentes de la mesa del congreso, y José Ramón Fernández y Rafael Carrión, en representación de la ejecutiva saliente......Fotos de la noticia
El «cónclave»
La apertura
El SOMA-FITAG-UGT abrió su congreso extraordinario el pasado viernes, a las cinco de la tarde. Tras los parlamentos, el plenario se reunió por primera vez a las siete y media de la tarde. Se abrió el plazo de candidaturas y se estableció que las propuestas debían presentarse antes de las diez de la mañana del sábado.
Los aplazamientos
Tras una larga noche de negociaciones, el sábado amaneció sin candidatura. El aparato del partido negociaba, pero hubo que posponer la reunión del plenario hasta las doce y media. Según fue pasando el día el «cónclave» se fue prolongando, hasta que los delegados fueron llamados a las siete y media de la tarde.
La votación
Concepción Alonso presentó su candidatura y se organizó la votación. Había en la Casa del Pueblo un total de 77 delegados. Sólo 23 votaron a favor, el resto votaron en blanco. Minutos después la nueva ejecutiva presentaba en bloque la dimisión.
La gestora
Finalmente, ya al final del día, el plenario se volvió a reunir tras aprobar la composición de la junta gestora, que deberá convocar un nuevo congreso en el plazo de tres meses.
Fernández Villa no acudió ayer al congreso, en el que se le iba a dar la insignia de UGT
José Ángel Fernández Villa no apareció ayer por la Casa del Pueblo de Mieres, El secretario general de UGT-Asturias, Justo Rodríguez Braga, que sí se dejó ver ayer, le había dicho el viernes que en la clausura del congreso pensaba imponerle la insignia de plata del sindicato. Deberá esperar un mejor momento, ya que el veterano dirigente estuvo ausente, al menos, físicamente.
El desarrollo del congreso fue fatigoso. Quedó claro que la dirección del sindicato llegó sin un plan concreto. El viernes la ejecutiva saliente requirió a los delegados para presentar candidaturas, nadie lo hizo. Desde el patio de butacas se reclamó entonces a la dirección que fueran ellos los que hicieran una propuesta. Se dijo que no había tal cosa. A partir de ese momento todo avance resultó laborioso. Todos los presentes tenían ayer aún fresca en la memoria la encendida intervención que hizo José Ángel Fernández Villa, reprochando con dureza al sierense Julio Carretero su renuncia pública a liderar la organización. Muchos delegados aseguraron ayer que la bronca fue «humillante». El veterano dirigente repasó sin tapujos todo lo que, según él, había hecho en los últimos años por ayudar sindical y personalmente a Carretero. Quedó claro que hace un mes sí había un plan.
El secretario general de UGT Siero-Piloña era inicialmente el elegido, pero todo se truncó. Unos dicen que Carretero se sintió presionado, al entender que le estaban imponiendo el equipo de trabajo. En el aparato del sindicato se da por hecho que incluso se le dijo que Villa sería presidente de honor. Los más afines a la cúpula acusan a Carretero de haber emprendido en solitario una huida hacia adelante, «tal vez pensando que está llamado a desempeñar puestos de mayor responsabilidad en UGT».
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