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Sobre el exiguo y tardío plan denominado 'Iniciativa europea para el crecimiento y el empleo'… ¡¡migajas desde la UE!!

Sobre el exiguo y tardío plan denominado 'Iniciativa europea para el crecimiento y el empleo'… ¡¡migajas desde la UE!!

Fuego amigo en Bruselas

La UE despierta de forma repentina ante el problema del paro juvenil tras dos años de considerarlo un problema secundario

"Los mismos que negaban el problema dicen tener ahora la solución", denuncia el presidente del Parlamento Europeo

Cualquier euforia por la rectificación es un error: las cantidades comprometidas llegan tarde y son escasas

Iñigo Sáenz de Ugarte, en eldiario.es

En la semana en que The Economist colocó en portada a los dirigentes de la UE caminando decididos hacia el borde del precipicio, la eurozona decidió interrumpir su loca carrera hacia el vacío. La Comisión dio más tiempo a varios países para que alcancen sus (imposibles) objetivos de déficit y reunió unos cuantos miles de millones de euros para afrontar el drama del paro juvenil ante el que ahora todos dicen mostrarse horrorizados.

El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, no escondió el miércoles su escepticismo en un encuentro con periodistas españoles. Han sido dos años perdidos, dijo, sin ninguna reacción oficial ante las crecientes cifras de desempleo. Y de repente, "los mismos que negaban el problema dicen tener ahora la solución".

Schulz, socialdemócrata alemán, sonaba entre enfurecido y desesperado, pero no perdió las formas. No iba a romper las lógicas promesas de confidencialidad de los contactos entre autoridades. Si le preguntan qué le han comentado las autoridades españolas en estos dos años cuando ha sacado el asunto del paro juvenil, se refugia en la discreción: "No acuso a ningún Gobierno en concreto, Rajoy o quien sea. Sé lo que decían en las reuniones del Consejo, pero como no estaba allí no puedo comentarlo en público".

La primera ayuda de la que se ha hablado: 6.000 millones que se gastarán a lo largo de siete años en una unión de 27 países. No es necesario hacer la cuenta para comprobar cuánto corresponde en teoría a cada país. La posibilidad de que se utilice más dinero procedente de los fondos de cohesión y que han quedado libres en este ejercicio –porque los países que pueden reclamarlos no tienen para poner su parte– empuja al eurodiputado del PP Pablo Zalba a mostrarse casi eufórico: "Algo se está moviendo", dice en varias ocasiones. Lo mismo su compañero de partido, Antonio López-Istúriz: "Ahora mismo hay un nivel de concienciación enorme sobre el problema del paro juvenil".

Está claro que ese no es el mensaje que recibía Schulz en sus contactos con los gobiernos de la UE. Quizá sus opiniones no eran muy bien recibidas en Berlín o Madrid: "¿Cómo es posible que los bancos españoles reciban dinero prestado al 0,5% del BCE y no lo utilicen para invertir en la economía, y sí para especular en los mercados? ¿Por qué no se debate eso?". En el país de Bankia las prioridades del Gobierno y del Banco de España han sido otras.

 

La juventud o los bancos

Schulz está en el campo de los idealistas, los que consideran, según confesión propia, a la juventud "más relevante para el sistema que los bancos". Al otro lado están los que creen que si no es posible encontrar empleos para los jóvenes, lo mejor que se puede hacer con ellos es exportarlos. Alemania obtiene la mano de obra cualificada que necesita y España maquilla sus cifras de paro. Con respecto a lo que ocurrirá en el futuro a causa de esta pérdida de la gente joven más válida o con mejores conocimientos, el resultado no puede ser muy positivo.

La realidad es que la Unión Europea nunca ha estado tan dividida. No es que los países discrepen en el camino que hay que tomar para alcanzar un determinado objetivo –lo que no sería inédito ni ilógico–, sino que tampoco están de acuerdo en el final del proceso. Esta familia disfuncional que es la eurozona tiene tan pocas cosas en común en los asuntos más trascendentales que no es raro que necesite varias cumbres para obtener un acuerdo.

Tomemos por ejemplo el caso de Guy Verhofstadt, actual líder de los liberales en el Parlamento Europeo, el tercer grupo de la Cámara. Simpático y extrovertido, Verhofstadt no es de los que están sorprendidos por la crisis permanente de la eurozona. Era inevitable: "La unión monetaria no es sostenible sin una unión fiscal, bancaria y política. Es imposible, pero eso es justamente lo que hicimos" (en el año 2000). ¿Hicimos? Sí, Verhofstadt –primer ministro belga durante ocho años– fue uno de los líderes europeos que iniciaron esa edad dorada con el nacimiento del euro, ahora teñida de negro.

¿En qué demonios estaban pensando entonces cuando inauguraron el euro sin la estructura fiscal y política necesaria?, le preguntó eldiario.es hace unos días. Está claro que no es la primera vez que le plantean esto a Verhofstadt, y tampoco es la primera ocasión en que él recuerda que en 2005 –antes de la crisis y cuando aún era jefe de Gobierno– publicó un libro con el revelador título "Los Estados Unidos de Europa". El nombre lo dice todo. Su enfoque es radicalmente federalista.

¿Y cómo encajaron las ideas del libro sus colegas de otros gobiernos europeos? "Me decían: ¿estás loco? Lo recibieron muy mal. Decían que la moneda común llevaría espontáneamente a la Unión a las etapas siguientes. Y lo que ha ocurrido es que en vez de converger en política económica, nos estamos alejando. Lo que tuvimos fue la estrategia Lisboa, llena de bellas palabras en inglés sobre objetivos y convergencias que no significan nada en el mundo real".

 

Lo que dice Alemania

Nada ocurre espontáneamente en política, en especial si los protagonistas discrepan radicalmente de la meta. Rajoy no hace más que insistir en que hay caminar ya hacia la unión fiscal y bancaria (y así que alguien de fuera solucione los problemas de los bancos españoles). Desde Alemania, llega el mensaje opuesto: nada de pasos acelerados antes de una reforma estructural de más calado cuya fecha de finalización es una incógnita. El eurodiputado de CiU Ramon Tremosa lo dice con una sonrisa: "Te puede gustar o no lo que diga Alemania, pero no miente, es previsible. Cuando le preguntan sobre la unión fiscal, Schäuble (ministro alemán de Hacienda) siempre dice lo mismo: capacidad de interferir en los presupuestos nacionales. Y en el sur (de Europa) unos días se dice una cosa y otros días, otra".

Ni siquiera las palabras significan lo mismo en cada zona de Europa. "Para los europeos del norte", continúa Tremosa, "cuando oyen 'más Europa', lo que están escuchando es 'más dinero'. Y no, no va a haber más dinero".

Quizá haya más dinero, además de la limosna de ahora contra el paro juvenil, pero vendrá con un manual de instrucciones. Hay gente que no sabe gastarse el dinero de la forma apropiada. Donde Alemania tiene puesta la mirada más amenazante no es tanto en España, como en Francia. La derecha alemana está convencida de que París regenta una economía esclerotizada y llena de privilegios que sus habitantes no se merecen. Lo dijo esta semana el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger: Francia "no está preparada para las medidas necesarias", debería hacer una reforma de las pensiones "que en la práctica supone un recorte de esas pensiones" y un aumento de la edad de jubilación, el número de funcionarios debe ser reducido y el país ofrece "muy poca innovación".

 

¿Un giro alemán?

Es cierto que en las últimas semanas, Berlín ha dado muestras de empezar a ser consciente del impacto que tendrá en las próximas décadas el alto porcentaje de paro juvenil en el sur de Europa. Ya no es tan fácil echar la culpa a los sospechosos habituales (la depresión económica que sufre Grecia o la dualidad del mercado laboral español) cuando por ejemplo Italia cuenta desde abril con un paro juvenil del 40%.

Hay algunas ideas interesantes, como que el banco público alemán Kfw preste directamente al ICO español para que este conceda créditos de bajo interés a las empresas que contraten jóvenes. La idea necesita del apoyo del Parlamento, y por tanto de los liberales, socios de los democristianos en el Gobierno. Lo que es relevante es que en una carta dirigida al ministro de Economía, el liberal Philipp Rösler, Schäuble dio un ejemplo que, en vez de estar ligado a la inevitable austeridad, se refería a la recuperación económica de la antigua Alemania del Este tras la reunificación: "Creo que la situación en algunos países de la UE es ciertamente comparable a la de Alemania en esa época".

Si alguien cree que eso suena humillante, que piense en lo que significa un paro juvenil del 57%.

 

Asturias y otras comunidades autónomas españolas reclaman a la UE que acelere y dote de más recursos al plan europeo de empleo para jóvenes

El Consejero de Presidencia del Principado defiende en el Comité de las Regiones incrementar la dotación presupuestaria y acelerar la dotación para dar una respuesta conjunta a una de las consecuencias más dañinas de la recesión.

El Gobierno asturiano ha puesto en marcha y pactado con los agentes sociales y económicos una estrategia autónoma para los próximos tres años con una inversión de 48 millones que impulse la integración laboral de las nuevas generaciones.

El Ejecutivo asturiano se suma al apoyo mayoritario del Comité de las Regiones al mantenimiento de las cuotas lácteas, garantía de futuro para las explotaciones ganaderas.

Guillermo Martínez presenta el lunes, a petición propia, la estrategia ‘Asturias en Europa’ en la Junta General

WEB del P. de Asturias

Celeridad, eficacia y más recursos. Esta es la petición que realizó Asturias y otras comunidades autónomas españolas en el Pleno del Comité de las Regiones, celebrado ayer (este viernes) en Bruselas, a la Comisión Europea para la aplicación de la iniciativa por el empleo juvenil impulsada por los gobiernos de Francia, Alemania e Italia y a la que también se ha sumado España.

El consejero de Presidencia del Principado, Guillermo Martínez, destacó la apuesta de Asturias por dar una respuesta conjunta, tanto en España como en Europa, a la consecuencia más dañina de la gran recesión: el desempleo y, especialmente, el que afecta a los jóvenes. Por ello, Guillermo Martínez defendió en Bruselas incrementar la dotación presupuestaria para esta estrategia europea contra el desempleo juvenil, al considerar insuficientes los 6.000 millones de euros presupuestados, a la vez que demandó eficacia en su aplicación y celeridad para no hipotecar el porvenir de millones de jóvenes europeos.

La tasa de paro juvenil en Europa es del 22,8% y España, con un 53,2%, es el segundo país con mayor porcentaje de jóvenes sin un puesto de trabajo. La ofensiva impulsada por Francia, Alemania, Italia y España contra el desempleo juvenil tiene el objetivo de ser aprobado en el próximo Consejo Europeo del 27 y 28 de junio. Denominado 'Iniciativa europea para el crecimiento y el empleo', la iniciativa descansa en tres pilares: el acceso al crédito para las pequeñas y medianas empresas, el desarrollo de la formación dual (aprendizaje y práctica laboral) y la movilidad geográfica, tanto nacional como europea, conforme al modelo estudiantil Erasmus.

Asturias y las comunidades autónomas presentes en el Comité de las Regiones se pronunciaron a favor de adelantar a este mismo año la aplicación del plan a favor del empleo de los jóvenes e incrementar los 6.000 millones de euros previstos en el proyecto de presupuesto europeo 2014-2020.

El Consejero de Presidencia del Principado destacó la necesidad de arbitrar respuestas conjuntas entre todas las instituciones “para dar una respuesta eficaz, global y en el plazo más breve posible a uno de los problemas más acuciantes de Europa, que no se puede permitir perder para el futuro a las nuevas generaciones de europeos”. Una contribución, precisó Guillermo Martínez, que el Gobierno de Asturias no rehuye, como lo acreditan los acuerdos con los agentes económicos y sociales para apoyar la actividad empresarial y la creación de puestos de trabajo, los planes locales, que movilizarán 10 millones de euros y destinado a 1.300 parados de larga duración, y el Plan de Empleo para Jóvenes 2013-2015.

Esta iniciativa del Gobierno del Principado, aprobada el pasado 17 de abril, está en plena sintonía con la estrategia similar diseñada para la Unión Europea. El Plan de Empleo para Jóvenes de Asturias dispone de una dotación presupuestaria de 48 millones de euros y tiene como objetivo prioritario elevar la inserción laboral y profesional de los asturianos y asturianas menores de 30 años y evitar su exclusión social. Asturias cuenta en estos momentos con 50.500 jóvenes afiliados a la Seguridad Social, pero otros 21.700 están registrados como demandantes de un puesto de trabajo. La tasa de paro de los asturianos menores de 30 años fue del 42% en 2012.

La estrategia asturiana contra el paro juvenil comparte muchos aspectos de la estrategia que quiere poner en marcha para la UE. Se articula en tres líneas de trabajo: ampliar la orientación laboral de todos los menores de 30 años de forma personalizada; reforzar las acciones formativas para que los jóvenes logren una certificación oficial profesional, y la armonización de la formación con el aprendizaje directo en las propias empresas.

 

El Comité de las Regiones demanda el mantenimiento de las cuotas lácteas.

Otro asunto de relevancia aprobado ayer por el pleno del Comité de las Regiones fue un dictamen en el que se solicita a la Comisión Europea el mantenimiento de las cuotas lácteas para regiones que, como Asturias, la industria láctea tiene una gran importancia social, económica y medioambiental.

La iniciativa, presentada por el presidente de la región francesa de Auvernia, René Souchon, contó con el respaldo del representante del Principado, el consejero Guillermo Martínez, al compartir Asturias los objetivos de un dictamen muy crítico con los planteamientos que pretenden dejar sin ningún tipo de protección a los ganaderos europeos. El informe precisa que en muchos Estados miembros y regiones de la UE, la producción lechera es un pilar importante de la economía y de la creación de valor añadido en la agricultura y exige que el proceso de reforma de las cuotas debe tener en cuenta las diferencias regionales y estructurales de la ganadería y la industria lácteas.

“En este contexto, la producción de leche asume una importante función ecológica, imprime un efecto duradero en el paisaje rural y constituye una significativa fuente de empleo en las zonas rurales”, precisa el documento de René Souchon, que contó con el apoyo mayoritario de los representantes regionales. Para Asturias este acuerdo del Comité de las Regiones adquiere gran relevancia, dado que proporciona a los ganaderos asturianos productores de leche una mayor seguridad respecto de sus ingresos para que puedan vivir de forma digna, acrecienta el futuro del sector lechero y garantiza productos lácteos de calidad para los consumidores europeos

 

La estrategia ‘Asturias en Europa’ llega a la Junta General del Principado.

La posición adoptada por Asturias a favor de un plan de empleo para los jóvenes europeos muestra el compromiso del Gobierno del Principado con la UE y en defensa de la adopción de medidas de su fortalecimiento como espacio político con un modelo económico social y de bienestar. Este compromiso se ha traducido durante el último año en la recuperación de la presencia de la comunidad autónoma en todos los foros reservados a las regiones europeas y el permanente contacto que el Presidente Javier Fernández y el Consejero de Presidencia mantienen con las principales autoridades comunitarias para defender los intereses estratégicos de Asturias.

Ejemplo de ello es la estrategia ‘Asturias en Europa’, aprobada por el Consejo de Gobierno en abril y que el consejero Guillermo Martínez presentará, a petición propia, el próximo lunes, en la Junta General del Principado. La pretensión del Ejecutivo asturiano con este documento es consensuar todas las acciones en el ámbito de la participación institucional en la UE y en la cooperación con la Administración General del Estado. El principal objetivo de esta estrategia es rentabilizar la participación institucional de Asturias en Europa, implicando a todas las instituciones públicas y a los colectivos sociales, dado el creciente grado de repercusión que las decisiones comunitarias tienen para los ciudadanos.

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