Primer mapa en el que se identifican a nivel peninsular las áreas con riesgo
Detectan una alta presencia de gas radón en la zona del Occidente asturiano
Se trata de un elemento radiactivo natural pero que a niveles elevados se puede relacionar con un mayor riesgo de cáncer de pulmón
Gif.- Mapa del Radón. En rosa, las zonas donde un 10% de los edificios presentan valores de radón por encima de los recomendados. En gris, áreas sin valorar.
17.07.13 - L. F. | GIJÓN, en El Comercio.
En Asturias hay una elevada presencia de gas radón. Sobre todo, en la zona del occidente asturiano. Así lo han determinado científicos de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que han elaborado el primer mapa que utiliza métodos estadísticos para delimitar las zonas de la Península con mayor riesgo de exposición al radón, un gas radiactivo natural que a niveles elevados se puede relacionar con un mayor riesgo de sufrir cáncer de pulmón.
Este elemento se origina por la desintegración del radio y del uranio presentes en los suelos, lo que hace que emane hasta la superficie y penetre -por difusión o convección- en las viviendas. Como es inodoro su presencia pasa completamente inadvertida. La única forma de averiguar si se está expuesto a concentraciones nocivas es a través de mediciones.
En España nunca hasta ahora se había realizado un análisis tan extenso. «Este es el primer mapa en el que se identifican a nivel peninsular las áreas con riesgo», explicó Alfonso García-Pérez, investigador del departamento de Estadística, Investigación Operativa y Cálculo Numérico de la UNED y uno de los autores del trabajo. La investigación ha empleado métodos estadísticos para calificar una zona como de riesgo significativo al radón. El CSN recomienda que en las viviendas no se superen concentraciones medias anuales de radón de 300 Bq/m3 (becquerelios por metro cúbico de aire). Este mismo valor aparecerá recogido en la futura Directiva Europea sobre Protección Radiológica, aunque la recomendación actual es de 400 Bq/m3.
Más en sótanos y planta baja
En el artículo publicado en la revista 'Journal of Radiological Protection' se observa como las regiones más afectadas se localizan, sobre todo, en la parte occidental. Así, en prácticamente toda Galicia, el oeste de Asturias, la parte más occidental de Castilla y León, Extremadura y zonas noroccidentales de Andalucía, hay un porcentaje significativo de los edificios con niveles superiores a 300 Bq/m3.
En general, añadió Marta García-Talavera, técnica del Consejo de Seguridad Nuclear y autora principal del estudio, las concentraciones más elevadas del gas se dan en los sótanos y en las plantas bajas y se reducen a valores de prácticamente la mitad a partir de la segunda planta.
Por su parte, la sierra de la Comunidad de Madrid y algunos puntos de Cataluña y de Pirineos también son áreas con niveles superiores de este gas. «Casi todas estas zonas tienen en común que sus suelos se desarrollaron a partir de formaciones del dominio Hercínico, constituido, principalmente, por rocas precámbricas y paleozoicas», precisó la experta.
Estos terrenos hercínicos se caracterizan por una alta concentración de elementos radiactivos de la cadena del uranio y, por tanto, por una mayor generación de radón, en comparación, por ejemplo, con los materiales calcáreos y evaporíticos del Terciario, o con las terrazas y las formaciones aluviales y diluviales del Cuaternario. Para elaborar el mapa se usaron test de hipótesis, a partir de mediciones reales del gas en viviendas que procedían de una base de datos con 11.000 mediciones de exposiciones al radón en hogares. Junto a esta base los expertos utilizaron el mapa de radiación gamma natural de España, elaborado por el Consejo de Seguridad Nuclear, y los mapas relativos a rocas y minerales -litoestratigráfico y metalogenético- del Instituto Geológico y Minero de España.
La mitad occidental de la península concentra los valores más altos de radón
Un 10% de los edificios de esta zona superan los umbrales recomendados
Científicos de la UNED y el CSN elaboran el primer mapa de la presencia del gas
Entre el 3% y el 14% de los tumores pulmonares se deben a este agente, según la OMS
Jaime Prats, Valencia, en El País.
El radón es un gas inodoro, incoloro, insípido y radiactivo de origen natural que se encuentra en el suelo. También es cancerígeno: niveles elevados se relacionan con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. Por ello, existe un umbral fijado por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que recomienda no superar en viviendas las concentraciones medias anuales de 300 bequerelios por metro cúblico (bq/m3).
El primer mapa elaborado para delimitar la presencia de este gas en la península, que publica el Journal of Radiological Protection, ha detectado que un 10% de los edificios de toda Galicia, el oeste de Asturias, la zona más occidental de Castilla y León, Extremadura, y territorios noroccidentales de Andalucía superan los niveles recomendados por el CSN. También presentan valores altos zonas de la sierra de Madrid, puntos de Cataluña y de Pirineos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que entre el 3% y el 14% de los tumores pulmonares están provocados por la inhalación de radón, que ya se considera la segunda causa de este tipo de neoplasias por detrás del tabaco. La mayor o menor presencia de este gas depende fundamentalmente de la naturaleza geológica del terreno ya que el gas se produce por la desintegración del uranio presente en las rocas y el suelo.
Del suelo, el gas se transmite a los edificios por grietas en los cimientos, y se suele acumular en los sótanos y las plantas bajas. Los investigadores autores del trabajo, de la Universidad Nacional de Educación a Distancia y el CSN, destacan que el hecho de que un edificios esté afectado no implica que haya una presencia excesiva del gas en todo el inmueble, sino en las zonas inferiores. En la segunda planta, por ejemplo, los valores registrados se reducen a la mitad de los detectados en los pisos más bajos. Aunque la concentración en los sótanos supone un riesgo: existe la posibilidad de que el gas se extienda por fenómenos de convección o de difusión.
Por ello, el Ministerio de Fomento está elaborando un documento para incluir la protección frente al radón en el código técnico de edificación e introducir elementos que combatan la presencia del gas en los edificios. Por ejemplo, mediante el uso de mecanismos de extracción de aire o de membranas impermeabilizadoras.
"Este es el primer mapa en el que se identifican a nivel peninsular las áreas con riesgo de radón", ha señalado Alfonso García-Pérez, investigador del departamento de Estadística, Investigación Operativa y Cálculo Numérico de la UNED y uno de los autores del trabajo. "La investigación podrá servir de base para el desarrollo de regulación y normativa nueva", añade García-Pérez.
A partir de los resultados obtenidos, el CSN tiene previsto desarrollar una regulación específica destinada a abordar la situación de las poblaciones que se asocien de forma más relevante a altos niveles de radón por sus características geológicas, según recoge el trabajo
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