Las desviaciones del capítulo II, las que principalmente determinan una buena o mala gestión económica, no pueden ni deben solucionarse a costa del capítulo I (gastos de personal) aunque en este caso también en este, en mucha menor medida, hay desviación.
El presupuesto del HUCA se desvió en 26 millones en la primera mitad del año
Jaime Rabanal admite en una reunión con la Junta de Personal que hay una importante desviación.
Los sindicatos temen por 359 eventuales cuyo contrato expira a finales de este mes
Foto: Edificio de hospitalización del nuevo HUCA, en La Cadellada. Está previsto que abra el próximo enero
20.09.13 - LAURA FONSECA | GIJÓN, en El Comercio.
El HUCA gastó en la primera mitad del año 26 millones más de lo asignado. Pese a la desaparición de las peonadas (horas extras) decretada por el Servicio de Salud (Sespa), y a que la ampliación de jornada en sanidad dejó en favor del hospital un elevado volumen de horas de trabajo 'gratuitas', las cuentas no acaban de cerrar en el complejo, que con cerca de 500 millones de presupuesto consume más de un tercio de la factura sanitaria del Principado.
En una reciente reunión que el gerente del Área Sanitaria IV mantuvo con la Junta de Personal, admitió que el hospital sufría dificultades financieras ya que a fecha de junio pasado tenía una desviación cercana a los 26 millones de euros. Jaime Rabanal desglosó que 20 millones correspondían al capítulo II, el de compras y suministros, y 6 millones al capítulo I, el de personal. En dicho encuentro, el gerente advirtió a los representantes sindicales de que el hospital tendría que ajustarse aún más el cinturón para corregir este desfase y llegar a diciembre sin números rojos. Pero la tarea no es fácil en un centro como el del HUCA, cuyo funcionamiento diario cuesta 1,2 millones de euros y donde una pequeña desviación puede provocar un auténtico desbarajuste en su contabilidad. Los trabajadores temen que los recortes se recrudezcan y apuntan, a modo de ejemplo, que el cierre de camas durante este verano (246 plazas) «ha sido el más acusado de la historia del hospital. Se llegó a cerrar hasta la planta de oncología y los pacientes fueron realojados en otras áreas, algo nunca visto en 30 años», indicó Francisco Menéndez, presidente de la Junta de Personal del Hospital Central.
En este contexto, los trabajadores temen por el futuro de 359 eventuales cuyos contratos expiran el 30 de septiembre. «No sabemos qué va a pasar con ellos. Pese a que llevamos pidiendo información desde hace meses, el hospital no nos responde nada», lamentó Menéndez. La misma sensación tiene el responsable de CC OO en el HUCA, Alejandro González, que considera que el hospital «pone de excusa la crisis para despedir a trabajadores que son necesarios y para los que sí hay trabajo».
Traslado a La Cadellada
A todo esto se suma la mudanza al nuevo hospital. De hecho, tanto CC OO como Sicepa consideran que buena parte del ajuste que está aplicando el viejo HUCA «es con vistas al traslado a La Cadellada». Critican que varios de los servicios que actualmente se cubren con personal del Hospital Central «van a ser privatizados». Un ejemplo de ello «es el mantenimiento, que Gispasa sacará a concurso y que, por tanto, gestionará una empresa privada». Esto propiciaría que, según sus cálculos, «40 trabajadores de mantenimiento queden en la calle, junto a otros 30 de cocina». Rabanal se comprometió a reunirse con la Junta de Personal a finales de septiembre. Aseguró que acudiría al encuentro con datos sobre el traslado.
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