Todo en el contexto de una programación planteada desde la dirección para que nadie a finales de año estuviera en lista de espera más de 180 días
Expedientado el jefe de Cirugía Cardiaca del HUCA tras la suspensión de una operación
La dirección del hospital retira a Juan Carlos Llosa las competencias sobre gestión de la lista de espera y la programación de los quirófanos
Foto.- El Dr. Juan Carlos Llosa, jefe de servicio de Cirugía Cardíaca del HUCA.
27.11.2013, Pablo ÁLVAREZ, en La Nueva España.
Crece la tensión en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). A la crispación interna acumulada en los últimos meses, acaba de sumarse la apertura de un expediente sancionador a dos cirujanos cardiacos (uno de ellos el jefe del servicio), una medida adoptada tras la suspensión de una intervención quirúrgica el pasado jueves día 14. El citado contratiempo causó una notable irritación a los responsables del centro sanitario, quienes han decidido retirar al responsable de Cirugía Cardiaca, Juan Carlos Llosa, las competencias sobre la gestión de la lista de espera y sobre la programación de los quirófanos. Estas atribuciones recaerán provisionalmente en la dirección del área de gestión clínica del Corazón. El doctor Llosa conserva, al menos por el momento, su rango de jefe de servicio.
La preocupación de los gestores sanitarios por la lista de espera suele agudizarse conforme se acerca el final del año. El compromiso de la Consejería de Sanidad consiste en cerrar 2013 sin pacientes con demoras superiores a 180 días. De otra parte, la cirugía cardiaca es una de las especialidades que gozan de una garantía legal -a nivel estatal- que obliga a las administraciones a dar respuesta a los enfermos en un plazo máximo de seis meses.
Según los datos del Principado, a finales de octubre eran 211 los pacientes que aguardaban una operación de corazón en el HUCA, el único centro público de la región que practica este tipo de intervenciones. En la mencionada fecha, 11 enfermos esperaban más de 180 días. En septiembre, los pacientes en espera eran 234 (de ellos, 21 con una demora superior a seis meses).
El área de cirugía cardiaca del Hospital Central vive una situación compleja desde la entrada en vigor de la normativa que ha ampliado de 35 a 37,5 horas la jornada semanal, pero que ha supuesto la supresión de las horas extraordinarias. Esta reestructuración está causando crispación en buena parte de los servicios quirúrgicos del HUCA, particularmente en anestesia y radiodiagnóstico. Abundan los especialistas que argumentan que su jornada anual de trabajo ya está sobrepasada, y esta situación -especialmente en lo que atañe a los anestesistas- está provocando un incremento de la suspensión de intervenciones quirúrgicas.
Buena parte de los ocho cirujanos cardiacos del HUCA sostienen que ellos están en esta misma tesitura, por lo que, a priori, descartan la posibilidad -en lo que queda de año- de trabajar fuera del horario ordinario.
Los profesionales del servicio de cirugía cardiaca vienen a coincidir en que la implantación de las coloquialmente denominadas "horas marianas" (las dos horas y media semanales derivadas de la regulación impulsada por el Gobierno de Mariano Rajoy) no compensa el recorte que se ha aplicado a los programas especiales de las tardes. "Como promedio, por cada paciente que es operado y sale de la lista de espera, entran en lista 1,2 o 1,3 pacientes", señalan. Dicho de forma sintética, los cirujanos cardiacos del HUCA subrayan que no dan abasto.
La especificidad de este tipo de cirugía es la larga duración de las sesiones de quirófano, que dificulta el encaje de intervenciones en espacios de tiempo cortos. Por simplificar, puede decirse que realizar una sola intervención matinal en cada quirófano disponible no llena la mañana y, además, genera un fuerte aumento de la lista de espera. Entre tanto, efectuar dos intervenciones desborda con frecuencia las posibilidades que ofrece el horario ordinario de ocho de la mañana a tres de la tarde.
La dirección del Hospital Central de Asturias ha intentado ensayar varias fórmulas para aumentar la actividad quirúrgica en el área cardiaca, pero ninguna de ellas ha cuajado. Lo último que se intentó implantar era un plan que consistía en realizar dos intervenciones diarias en cada uno de los dos quirófanos disponibles, con independencia de la hora a la que concluyesen. Sobre el papel, este proyecto generaba un plus de 15 operaciones extra hasta finales de año.
Sin embargo, al tercer día el programa se vino abajo cuando surgió una urgencia, y los cirujanos decidieron suspender la intervención que estaba programada. Según ha podido saber este periódico, Juan Carlos Llosa asegura que la suspensión se debió a un error de interpretación de la situación que le fue transmitida por vía telefónica. Para los responsables del HUCA, fue la gota que colmó el vaso.
Las claves
El área de Cirugía Cardiaca del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) es una de las que más complejidad está registrando a la hora de aplicar la reestructuración de la jornada laboral, que ha ampliado en 2,5 horas semanales (de 35 a 37,5) el programa ordinario, y ha suprimido las horas extra.
Una de las dificultades se deriva de la larga duración de estas intervenciones, que dificulta su encaje en tramos horarios reducidos.
Los cirujanos cardiacos sostienen que, globalmente, las horas añadidas a su jornada ordinaria no compensa las extraordinarias que han sido eliminadas. La consecuencia -agregan- es que por cada paciente al que operan entran en lista de espera una media de 1,2 o 1,3 enfermos.
Hace dos semanas se puso en marcha un plan para reducir lista de espera, pero la suspensión de una operación ha causado la apertura de un expediente sancionador a Juan Carlos Llosa, jefe del servicio, y a otro cirujano.
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