El plan de derivaciones de enfermos hacia otras áreas sanitarias empieza este lunes y en ese dispositivo están los hospitales de Gijón, Avilés, Mieres y Nalón
EL OTRO TRASLADO…
El viejo HUCA derivará 40 pacientes al día a otros centros hasta quedar con 213 ingresados
El plan previo al traslado arranca el lunes y afectará a los hospitales de Gijón, Avilés, Mieres y Nalón.
Cabueñes se hará cargo de los códigos ictus y corazón
16.05.14 - LAURA FONSECA | GIJÓN, en El Comercio.
El viejo HUCA se encuentra en pleno 'enfriamiento'. Se llama así al proceso por el que el complejo hospitalario deberá adelgazar sus plantas de ingresos, donde ahora hay 880 pacientes, hasta llegar a tan sólo 213 hospitalizados. Este es el paso previo que tiene que dar el antiguo hospital situado en El Cristo para luego trasladarse en bloque a su nueva ubicación en La Cadellada. El operativo forma parte de la macromudanza ideada para abrir el nuevo HUCA y viene reflejado paso a paso en un detallado documento al que tuvo acceso EL COMERCIO.
El adelgazamiento asistencial arrancó ya el pasado 28 de abril mediante la disminución progresiva de los ingresos de los pacientes programados en el antiguo hospital. Pero será el próximo lunes, día 19, cuando el plan de derivaciones de enfermos hacia otras áreas sanitarias cobrará fuerza. El cronograma del Servicio de Salud del Principado (Sespa) prevé que, de media, unos 40 pacientes sean derivados cada día. Los hospitales afectados serán los de Gijón, Avilés, Langreo y Mieres (este último una vez que haya finalizado su propio traslado).
El documento indica que, desde este lunes, todos los enfermos de Cirugía Vascular que lleguen al viejo HUCA, excepto los que no admiten demoras, serán remitidos a otros hospitales. En este caso, los pacientes serán enviados a Gijón. Los que tengan patología venosa irán a Jove y los de dolencias arteriales serán llevados a Cabueñes. Una semana más tarde, el 26 de mayo, seguirán el mismo camino los usuarios de Psiquiatría, Traumatología, Hematología y Urología, los cuales serán enviados en ambulancia al San Agustín (Avilés), Álvarez-Buylla (Mieres), Valle del Nalón, Cabueñes y Jove.
El 2 de junio serán los servicios de Cirugía General, Medicina Interna, Nefrología, Neurología, Oncología Médica, Digestivo, Cirugía Plástica, Neumología, Cardiología y Otorrinolaringología los que ya no reciban ingresos. Los pacientes de estos servicios, en el caso de requerir ingreso, tendrán que hacerlo en Valle del Nalón, Avilés, Gijón o Mieres. El último en dejar de recibir ingresos será Pediatría, que se sumará al 'enfriamiento' a partir del 9 de junio.
La pretensión del viejo HUCA es pasar de los actuales 880 enfermos ingresados a tan solo 213, que serán los que luego, a partir del 14 de junio, tendrán que ser traslados a la nueva sede de La Cadellada. Las derivaciones de enfermos entre las diferentes áreas sanitarias se harán entre el 19 de mayo y el 13 de junio. Precisamente, durante estas cuatro semanas, los enfermos considerados como código corazón o ictus serán atendidos en el Hospital de Cabueñes, en Gijón, «siempre que su situación clínica y la ventana de tiempo lo permita».
63 enfermos críticos
Junto a los 213 pacientes que quedarán ingresados en el viejo HUCA hasta el traslado, habrá otros 63 considerados críticos (de UCIs y neonatología) que también permanecerán en El Cristo hasta última hora. El plan de traslado será presentado hoy en rueda de prensa.
Taquillas oxidadas para La Cadellada
Los trabajadores critican que se reutilicen «viejos armarios ferruñosos, más aptos para desguace que para el nuevo hospital»
16.05.14 - L. FONSECA | GIJÓN, en El Comercio.
En el nuevo HUCA casi todo será a estrenar. Menos las taquillas. El viejo hospital ha decidido aprovechar los armarios de vestuario de personal que durante casi cuarenta años fueron utilizados en el antiguo complejo sanitario de El Cristo. La medida, anunciada esta misma semana a los trabajadores, no ha sido bien recibida por la plantilla, que considera que las antiguas taquillas «no están en condiciones de ser reutilizadas». Como muestra de su protesta han remitido fotos a EL COMERCIO en las que se aprecia el estado de deterioro de este mobiliario. «Son unos viejos armarios ferruñosos más aptos para el desguace que para ir al nuevo hospital», indicaron.
En un principio, «se nos dijo que las nuevas taquillas no habían llegado y que por eso había que llevar las viejas, pero luego reconocieron que era por una cuestión de ahorro», explicaron algunos de los afectados. Los trabajadores cuentan que estos armarios «han estado con nosotros treinta o cuarenta años. Ahora que nos vamos a un nuevo hospital, donde casi todo es a estrenar, llevan material todo oxidado. Es una vergüenza», se quejaron.
En otro orden de cosas, lo que está provocando más de un dolor de cabeza es el nuevo sistema informático Millennium, sobre todo por las «prisas» del hospital para implantarlo en La Cadellada «sin la formación y el rodaje suficiente», opinan desde diferentes servicios. Durante estas semanas, el personal del Hospital Central está recibiendo formación sobre esta nueva herramienta informática que hará del nuevo HUCA un hospital sin papeles. Sin embargo, son muchos los profesionales que han transmitido a las jefaturas su temor a que el trabajo con este nuevo programa se ralentice hasta que el personal «coja cierta destreza». Los más preocupados son los profesionales del servicio de Urgencias, que consideran que necesitarán, de media, 20 minutos por paciente para poder introducir los datos del enfermo en el sistema y poder pactarle la indicación clínica. Han reclamado la contratación de personal de refuerzo al menos durante las primeras semanas en La Cadellada, pero la dirección del hospital se los ha denegado. Amenazan con plantarse.
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