¡¡Si nos quitan La Madreña, ocupamos la ciudad!!
EL ESPACIO SOCIAL ALTERNATIVO Y AUTOGESTIONADO DE OVIEDO…
El desalojo por la fuerza de "La Madreña" deja un herido y protestas en las calles
Agentes antidisturbios cargaron contra los activistas al término de una manifestación de más de un millar de personas que colapsó el centro
Fotos: La manifestación en defensa de La Madreña termina en carga policial - Las impactantes imágenes del desalojo de La Madreña
04.06.2014, Marta PÉREZ, en La Nueva España.
En plena resaca tras la abdicación del Rey, al amanecer del primer día de la nueva era "felipista", "La Madreña" fue desalojada entre fuertes medidas de seguridad. Las protestas, en las que participaron más de un millar de personas, se prolongaron durante toda la jornada y dejaron un herido tras una carga policial a las puertas del centro social al filo de las nueve de la noche. El lesionado, con una brecha en la cabeza, fue trasladado en ambulancia al Hospital, donde se encontraba ingresado con pronóstico reservado al cierre de esta edición.
Eran las seis y media de la madrugada cuando los cinco activistas que permanecían de guardia en el centro social dieron la voz de alarma. La Policía Nacional había llegado al número 32 de General Elorza, el edificio de la antigua Consejería de Salud propiedad de la empresa pública Sedes, para dar cumplimiento al auto judicial que ordenaba el desalojo. Les habían concedido un plazo de ocho días para recoger sus cosas y salir de forma pacífica. Pero los "madreñeros" habían dicho que resistirían, que no se irían así como así. Los pillaron con la guardia baja. Quince "lecheras" -cerca de un centenar de agentes- frente a cinco jóvenes, que decidieron abandonar el edificio caminando.
Eso sí, antes lograron atrincherarse en el último piso. Para llegar, los policías emplearon un buen rato, porque el camino estaba plagado de obstáculos que habían dejado a posta. "Queríamos que diese tiempo a movilizar a la gente y lo conseguimos", explicaba Andrés Ron, uno de los usuarios de "La Madreña" a quienes el desalojo los pilló en el interior del edificio. La noticia corrió como un reguero de pólvora de móvil en móvil. Los activistas también hicieron un buen trabajo en las redes sociales. A las ocho de la mañana ya se habían juntado a las puertas de "La Madreña", rodeada por los policías, un buen número de simpatizantes de la causa. Cuando el número les pareció razonable, los activistas decidieron ejecutar su primera acción rebelde. Con los brazos entrelazados se sentaron en General Elorza en plena hora punta para interrumpir el tráfico. Los policías no tardaron en reaccionar. Se vivieron momentos de gran tensión cuando los agentes entre abucheos -les llamaron "perros", entre otros adjetivos- comenzaron a retirar por la fuerza a los manifestantes de la calzada. Chan Ugarte fue uno de los que más gritaron. "Me fastidiaron, pero son unos mandaos; tengo amigos policías", explicaba después de que le vendaran la muñeca en el ambulatorio. "No tengo nada roto", aseguró.
Y en el medio de todo aquel barullo, de rodillas, esperando a ver qué hacían con él, estaba el concejal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Oviedo Roberto Sánchez Ramos. Le dijeron que si no colaboraba corría el riesgo de que le fracturasen las muñecas. "Pues no voy a colaborar, sólo peso 67 kilos", respondió a los agentes. El edil, quien se apresuró a reclamar para "La Madreña" alguna de las estructuras abandonadas de la fábrica de la Vega.
Ya por la tarde, una manifestación que no contaba con autorización previa y en la que participaron más de un millar de personas colapsó las calles del centro al grito de "si nos cierran 'La Madreña', ocupamos la ciudad". La marcha se detuvo frente a las sedes de la Federación Socialista Asturiana y la Delegación del Gobierno, a quienes los activistas consideran responsables de la situación. De vuelta a "La Madreña", una sentada para cortar General Elorza terminó con una carga policial.
«Si nos quitan La Madreña, ocupamos la ciudad»
Los usuarios improvisan tras su desalojo una manifestación que termina en carga policial
A primera hora de la mañana los agentes vaciaron el edificio y disolvieron a la fuerza una sentada en General Elorza
04.06.14 - IDOYA REY | OVIEDO, en El Comercio.
Sabían que en cualquier momento podía producirse, que los agentes de la Policía Nacional estaban pendientes de recibir la orden para desalojarles. Esa instrucción llegó ayer a las seis y media de la mañana. A esa hora una decena de furgones policiales se instalaron en las inmediaciones del centro social okupado y autogestionado La Madreña, ubicado en la calle General Elorza. Medio centenar de agentes procedieron al desalojo del edificio propiedad de la empresa de capital público Sedes, un inmueble donde antes se ubicaba la Consejería de Salud hasta que fue trasladada al inmueble diseñado por Santiago Calatrava en Buenavista. Una operación emblema de la «especulación urbanística», según los usuarios de La Madreña.
El medio centenar de agentes tardó una hora en llegar hasta los cinco usuarios que en ese momento se encontraban haciendo guardia en el centro social. Como esperaban la visita, el interior del inmueble estaba lleno de barricadas para impedir el paso. «Coincidió que la Policía llegó en el cambio de turno. Nos avisaron los compañeros que llegaban y nos fuimos a la parte de arriba, pusimos en marcha el dispositivo que teníamos para que die-ra tiempo a que la gente llegara», comentaba uno de los cinco jóvenes que dormían en La Madreña. Los policías pasaron una hora «martillando» y retirando numerosos obstáculos. Usaron «arietes» para quitar las barricadas hasta llegar al último piso donde se resistían los okupas. Una resistencia pacífica. «Nos identificaron y salimos caminando tranquilamente. Si éramos menos de quince personas teníamos claro que no íbamos a oponer resistencia». Eran las siete y media de la mañana y la noticia del desalojo ya había comenzado a propagarse entre los usuarios que poco a poco iban acercándose hasta los exteriores del centro social.
Corte de tráfico
Unas 75 personas, todos defensores del centro okupado, desplazados hasta General Elorza improvisaron un corte de tráfico simbólico en señal de protesta. Ya lo habían hecho en las últimas semanas otras tres veces. Habían permanecido pacíficamente unos diez minutos en el asfalto reclamando que se paralizase la orden de desalojo incluida en un auto de la Audiencia Provincial. Pero ayer, la Policía Nacional les sacó por la fuerza de la carretera.
Los usuarios de La Madreña hicieron una sentada mientras coreaban 'La Madreña nun se pieslla'. Cortaron varios carriles de tráfico. Rápidamente los agentes se pusieron los guantes y comenzaron a levantar y arrastrar a todos los manifestantes. Uno por uno fueron forzados a abandonar la carretera, entre gritos de dolor. Algunos resultaron lesionados con torceduras en las muñecas. Uno de los manifestantes era el concejal de Izquierda Unida, Roberto Sánchez Ramos. «Me dijeron textualmente que si no colaboraba me podían romper la mano. Yo les dije que miraran a ver qué hacían. Esto es el reflejo de que el régimen político del 78 es sencillamente una cloaca», comentaba el edil tras el incidente, en el que los agentes identificaron a veinte personas.
Iban devolviendo los DNI entre gritos de 'vergüenza, vergüenza'. «Teníais que estar de nuestro lado como los bomberos que se negaron a colaborar en el desalojo. Nosotros podríamos ser vuestros hijos», les retaba una joven. Otros simulaban el balido de una oveja, «porque todos vais con el rebaño».
Para Delegación de Gobierno «la Policía Nacional levantó a los manifestantes, restableciendo el tráfico, sin que se produjese ningún incidente», expresó en una nota de prensa. Dos horas más tarde los usuarios se concentraron frente a las oficinas de Sedes.
Carga policial
Desde el momento en que se produjo el desalojo, el colectivo de La Madreña insistió en la idea que venía repitiendo los últimos días: «La Madreña sigue. Si nos la quitan, ocupamos la ciudad». Y algo muy parecido a eso hicieron por la tarde. A las 19 horas convocaron una concentración frente al edificio de Sedes, custodiado tras la verja por policías. «Hoy no puede ser un día triste. Los objetivos que teníamos el día que entramos aquí están en parte cumplidos», relataron. En parte porque querían señalar a «los especuladores que hicieron la 'operación de los palacios' y que dejaron este edificio en manos de especuladores. Al presidente socialista y al que entonces era alcalde, ahora delegado de Gobierno, Gabino de Lorenzo». Anunciaron que se querellarán contra los responsables.
También resaltaron la otra meta cumplida, la de abrir el edificio para sacar adelante «ocio autogestionado, para convertirnos en un referente cultural y artístico que va a seguir. Cada vez somos más. Con fuerza y argumentos vamos a tomar las calles». Y así, de modo improvisado, decidieron iniciar una manifestación por las calles de la ciudad, una marcha sin permiso y con el mismo recorrido que la que la pasada semana congregó a más de 3.000 personas reclamando la paralización del desalojo.
Ayer eran más de mil los que subieron Foncalada hasta el teatro Campoamor. En ese momento hubo cierta tensión, pues la intención de la marcha era seguir hasta la FSA y Delegación de Gobierno para acabar en La Escandalera. La Policía Nacional cedió y la manifestación repitió recorrido entre cánticos como 'un desalojo, otra okupación', 'La Madreña vive, la lucha sigue' o 'madero aprende del bombero'. En todo caso el ambiente era pacífico. «No quemamos contenedores», incidía a grito uno de los hombres que encabezaba la marcha.
Pero al llegar a La Escandalera, tras casi dos horas de caminata, los usuarios decidieron seguir hacia La Madreña y cumplieron con eso de ocupar la ciudad. Pasaron entre los coches detenidos en Alcalde García Conde y Víctor Chávarri y se sentaron alrededor de la fuente de la glorieta de la Cruz Roja. Al llegar frente al centro social de nuevo, se produjo una carga policial. Los agentes se enfundaron los casos y sacaron las porras. Cargaron y un joven resultó herido con una brecha en la cabeza. Tuvo que ser atendido por una ambulancia.
Tras ese enfrentamiento, los usuarios pidieron calma a sus compañeros. Permanecieron aún unos minutos reprochando a la Policía su carga y recordando que La Madreña seguirá.
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