La llucha sigue
Vuelta a La Madreña con cacerolas
Un centenar de personas se concentra frente al edificio que fue ocupado en General Elorza y recorre la manzana entre quejas por su expulsión
Oviedo, Idoya Rey, en El Comercio.
Uno de sus lemas, desde que la Audiencia Provincial emitiera un auto ordenando el desalojo, cierre y precinto de La Madreña, ha sido ‘la llucha sigue’. Por eso, los usuarios del centro social okupado y autogestionado, que hasta el martes permanecían en uno de los edificios que la empresa Sedes tiene en la calle General Elorza, se concentraron ayer frente al edificio ya vacío. Portaban cacerolas con las que realizaron una sonora protesta. Luego decidieron iniciar una (también sonora) marcha alrededor de la manzana. La Policía Nacional les escoltó y la Local reguló el tráfico ante el improvisado recorrido.
El desalojo se produjo de forma pacífica a primera hora del martes, aunque luego un grupo de personas cortó el tráfico con una sentada. Los agentes les retiraron por la fuerza del asfalto e identificaron a veinte personas.
Por la tarde, las protestas por el desalojo se repitieron y desembocaron en una manifestación que discurrió de forma pacífica. Los manifestantes iban a concluir en La Escandalera, pero en ese momento decidieron proseguir pasando entre el tráfico de nuevo hasta el edificio. Cortaron también la glorieta de la Cruz Roja durante algunos minutos. Agentes de las policías Nacional y Local se apresuraron para regular el tráfico. La cuerda se tensó y minutos más tarde, a la puerta de La Madreña se produjo un enfrentamiento entre algunos manifestantes y la Policía Nacional. Varias personas recibieron toletazos y un joven tuvo que ser trasladado en ambulancia con una brecha en la cabeza. Fueron tan solo unos minutos de tensión. Luego los ánimos se calmaron.
«Somos un movimiento pacífico, fueron los policías quienes se pusieron nerviosos. Probablemente estaban cansados porque hacen horas extras que nadie les paga», razonaba ayer Nacho, uno de los usuarios de La Madreña.
El Principado no opina
La Madreña considera que el Gobierno regional podía haber paralizado el desalojo, pues Sedes, es una empresa con un 60% de capital público. Además denuncian que la FSA junto a Gabino de Lorenzo son «los responsables de una operación de especulación urbanística, de la operación de ‘los palacios’, que dejó vacío el edificio de la antigua Consejería de Salud y un terreno recalificado para viviendas de lujo, en lugar de destinarlo para el barrio».
El consejero de Presidencia y Portavoz del Gobierno, el socialista Guillermo Martínez, declinó ayer opinar sobre el desalojo. En la rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Gobierno, Martínez respondió a preguntas de los periodistas que no corresponde al Ejecutivo regional pronunciarse sobre un asunto como este. «El Gobierno no va a entrar a opinar sobre todos y cada uno de los casos que un proceso judicial, derivados de una sentencia, se lleven a cabo», contestó. Por otra parte, ha dicho que las asociaciones o colectivos pueden solicitar medios económicos o locales a las administraciones públicas.
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