Un centenario plagado de reconocimientos
El centenario Sanatorio Adaro de Sama, premio "Emilio Barbón"
El jurado destacó la capacidad del centro para "adaptarse a las necesidades de la sociedad" en sus cien años de historia
15.06.2014, L. M. D., en La Nueva España.
La XI edición del premio anual "Emilio Barbón" ya tiene ganador: la Fundación Sanatorio Adaro, a la que se le reconoce el mérito de saber transformar y adaptarse a los tiempos un edificio emblemático, el hospital de los mineros, que este año cumple su centenario. "Cabe destacar su evolución a lo largo de la historia y el gran servicio que presta a la comunidad en la actualidad, como fundación asistencial sin ánimo de lucro, dando respuesta a las nuevas necesidades sociales del presente siglo", destacó el jurado.
Un total de 13 candidaturas optaron al premio "Emilio Barbón" de este año. La presidenta del jurado, Rosa Roces (que es presidenta de la asociación Langreanos en el Mundo), destacó que la candidatura del Adaro la propusieron, de forma conjunta, "los cinco alcaldes del valle del Nalón". "La idea de que el sanatorio es un emblema y una institución beneficiosa para toda la comarca, unida a su vinculación al territorio, a la minería", sirvió para que, finalmente, el jurado acabase decantándose por esta opción antes que por alguna de las otras doce propuestas. La presidenta del jurado explicó que el Adaro nació como "una idea social puesta en marcha por una empresa" (Luis Adaro, su impulsor, era director general de Duro Felguera), algo que "hoy en día también es necesario, necesitamos compromiso y solidaridad".
La reunión del jurado del XI premio de la Fundación Emilio Barbón se celebró en el salón de plenos del ayuntamiento de Laviana. El jurado estuvo compuesto por el presidente de Proyecto Hombre, Luis Manuel Flórez, el profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Oviedo Manuel Hernández, además de Rosa Roces. Por parte del patronato de la Fundación Barbón estuvieron José Manuel Pérez, "Pericles", José Álvarez Iglesias y Begoña Barbón.
Otro de los puntos a favor de la candidatura del Adaro que tuvo en cuenta el jurado es que, a lo largo de sus 100 años de historia, se ha sabido adaptar al cambio de los tiempos. Lo que surgió como hospital para los mineros acabó siendo un referente internacional en el campo de la recuperación de lesiones, gracias al doctor Vicente Vallina, entre los años 50 y 70. Actualmente, el edificio, uno los más emblemáticos de Sama, lo gestiona una fundación, y sirve de complemento al sistema sanitario y social asturiano, con plazas de geriatría, de larga estancia hospitalaria, para pruebas y operaciones oftanmológicas... "Se ha sabido adaptar a la demanda de la sociedad", concluyeron los miembros del jurado.
El sanatorio Adaro coge el relevo de la Unidad Terapéutica y Educativa (UTE) de la prisión de Villabona, que recibió el galardón de 2013.
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