La sangría demográfica asturiana se dispara por la masiva salida de extranjeros de la región
El Principado perdió en un solo año cerca de 9.000 habitantes, el equivalente a todo el vecindario de Navia
Marcos PALICIO, en La Nueva España.
Los inmigrantes enfilan en masa el camino de salida y la huida abre otra herida en la maltrecha demografía asturiana. La población del Principado decae por la profunda crisis de su natalidad y por la tasa de mortalidad más alta del país, pero de un tiempo a esta parte también por la merma en el contingente de extranjeros, no demasiado elevado, que en la fase de bonanza buscó refugio en Asturias. El año pasado fue sólo el segundo consecutivo desde el inicio de la recesión en el que Asturias perdió habitantes por motivos migratorios -porque las llegadas ya no cubren las salidas-, y la cifra del saldo negativo con el extranjero, divulgada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), multiplica por dieciséis la registrada en 2012. La población de la región disminuyó por este motivo en 2013 en 1.892 personas -había perdido 118 en 2012, después de cuatro años consecutivos de incremento-, y los 5.240 vecinos que desistieron y abandonaron la región durante el año, a un ritmo medio de de catorce al día, configuran el número más alto de fugas al exterior desde el alumbramiento de la crisis.
Los que el año pasado se fueron de España partiendo de Asturias eran además extranjeros en una abrumadora mayoría de casi ocho de cada diez, lo que abona la teoría del masivo retorno de los emigrantes expulsados por la crisis ante el progresivo deterioro de las perspectivas en la región. El fenómeno, que en los datos nacionales asomaba ya en 2010, ha tardado dos años en manifestarse en Asturias, pero adquirió en 2013 el valor máximo de su crudeza. El pasado fue el primer año desde los primeros noventa en el que la población extranjera dejó de crecer y a 1 de enero de 2014 las 3.348 inscripciones de nuevos vecinos procedentes del extranjero no pudieron compensar las más de 5.000 salidas.
España ya no es lo que era cuando desde fuera se veía aquí la meca de las oportunidades. Y la prueba es que en los datos del INE para 2013 ya sólo hay una comunidad autónoma, Canarias, cuyo saldo migratorio con el resto del mundo es positivo. En Asturias, la sangría demográfica atribuible a las migraciones al extranjero se suma al efecto del resultado, también negativo, de los intercambios con otras comunidades españolas. El Principado perdió por este motivo otros 838 habitantes el año pasado. Salió mal parado del canje demográfico interautonómico porque 8.218 personas abandonaron Asturias hacia otros lugares de España y a cambio sólo llegaron 7.380. En suma, los movimientos migratorios internos y externos le quitaron a Asturias 2.730 vecinos, una cifra récord en lo que va de crisis.
Si todo eso se añade a la combinación de su declinante natalidad y al liderazgo en la tasa de motalidad se configura una caída que se vuelve a sentir en el último dato de población, actualizado al 1 de enero y publicado ayer. Asturias vuelve a tocar fondo con 1.058.976 habitantes que reducen en 8.826 los de la misma fecha de 2013. La merma sería el equivalente aproximado a haber dejado en el camino en un año a todo el vecindario de Navia.
Asturias y otras cinco regiones llevan el debate al Congreso
Lne. 01.07.2014
El Gobierno del Principado y los de las otras cinco comunidades autónomas que respaldan sus postulados respecto a la crisis demográfica -Galicia, Extremadura, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Aragón- acordaron ayer trasladar el problema al terreno de la "política de Estado". Reunidos en Mérida, en el tercer Encuentro Territorial por el Cambio Demográfico, los representantes de las regiones adscritas al pacto decidieron solicitar una entrevista con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, para valorar la puesta en marcha de un grupo de trabajo liderado por la Administración central que eleve el asunto a cuestión de Estado articulando una estrategia nacional. Paralelamente, adquirieron el compromiso de activar una proposición no de ley sobre el desafío demográfico en el Congreso y participar en la ponencia sobre despoblación creada en el Senado. Porque "estamos ante un problema global", sus dimensiones justifican "más que nunca", precisó el consejero de la Presidencia, Guillermo Martínez, la reclamación de "una política de Estado" en este ámbito.
El éxodo de los asturianos no para de aumentar
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