Si la situación lo requiere hay que utilizar todos los recursos disponibles, y ese es el punto en el que se está
El HUCA reabre instalaciones del viejo hospital
Pone en marcha en El Cristo un scanner y un equipo de resonancia, para los que desplazará a cuatro radiólogos
E. C., OVIEDO, en El Comercio.
Paso atrás en la consolidación del nuevo HUCA. La dirección del Hospital Universitario Central de Asturias está trastocando los planes puestos en marcha en el proceso de traslado para atender el crecimiento de las listas de espera con medidas, incluso, impensables hace apenas unos meses. Si la semana pasada tuvieron que trasladar camas del Hospital Monte Naranco para cubrir los ingresos de pacientes por la saturación del centro hospitalario, los responsables del HUCA han decidido ahora reabrir instalaciones en el viejo hospital con el fin de frenar el aumento de la demanda en pruebas diagnósticas y establecer un sistema de guardias médicas para una reducción paulatina de las demoras.
Así, a partir de hoy, pondrá en marcha en el antiguo edificio del Cristo un TAC y un RNM para afrontar «de manera eficiente y eficaz» la lista de espera de resonancia magnética y de scanner generada en los últimos meses en el área sanitaria IV, según explica la propia dirección en una comunicación remitida al personal de este servicio.
Estas instalaciones funcionarán en turnos de mañana y de tarde, de lunes a viernes y en un horario que va desde las ocho de la mañana a las diez de la noche.
La decisión de reabrir en el viejo hospital fue tomada tras un acuerdo entre la nueva dirección del HUCA, encabezada por el gerente Manuel Matallanas, y la jefatura del servicio de radiodiagnóstico ante la imposibilidad de atender la enorme demora en pruebas diagnósticas del hospital. Algunas fuentes apuntan, por otro lado, que la medida refleja el déficit en la capacidad de planificación de los responsables del nuevo centro hospitalario.
La reapertura de estos dos equipos en El Cristo será llevada a cabo sin contrataciones de personal. Cuatro médicos especialistas del nuevo HUCA volverán al viejo recinto para atender el servicio, como mínimo, hasta el próximo 31 de diciembre, «sin menoscabo de que pueda ampliarse este plazo, si bien siempre dentro de un margen de temporalidad», subraya la dirección en la citada comunicación. «Es como desvestir un santo para vestir otro», señalaron a este periódico fuentes sindicales.
Los responsables del HUCA también han planteado poner en marcha un sistema específico de guardias para el personal adscrito a este servicio, que permita prolongar la jornada para ir aligerando la lista de espera y, sobre todo, la acumulación de pruebas diagnósticas pendientes de informar. Esta decisión, según las mismas fuentes, «supondría recuperar, de manera encubierta, el sistema de peonadas».
Las guardias irían vinculadas al cumplimiento de unos objetivos de reducción de las listas y serían retribuidas en función de que se alcancen dichos objetivos.
500 diagnósticos pendientes
El área de radiodiagnóstico tenía el mes pasado más de 500 resonancias y escáneres «en sus cajones» a la espera de diagnóstico. Se trata de pruebas ya realizadas a los pacientes cuyos resultados aún se desconocen y que, por tanto, tampoco pueden dar lugar al inicio de un tratamiento en el caso de que así se requiriese.
El hecho fue sacado a la luz por el Sindicato Médico, que explicó que ese medio millar de pruebas fueron realizadas en el nuevo HUCA, en La Cadellada, a lo largo de julio y agosto. Y que la mayoría se encuentra pendiente de ser informada (leída) por un radiólogo, algo que no se «sabe cuándo ocurrirá porque el personal no da abasto». El Simpa alerta, además, de que, «si el problema no se solventa, habrá muchas más pruebas acumuladas en poco tiempo».
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