El HUCA es el primer hospital español en implantar un nuevo stent cerebral para los aneurismas complejos
Dos pacientes superan las pruebas de control tras las operaciones realizadas en mayo por el Servicio de Neuroradiología Intervencionista
14/11/2014, WEB AsturSalud
El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) es el primer centro español, y uno de los primeros del mundo, en implantar un stent cerebral de última generación, especialmente diseñado para el tratamiento de los aneurismas cerebrales complejos. El pasado mes de mayo, el Servicio de Neuroradiología Intervencionista del HUCA intervino a dos pacientes, que evolucionaron favorablemente y a los que recientemente se les han realizado las pruebas de diagnóstico de control, que han confirmado el éxito de las operaciones.
Los resultados de tales intervenciones fueron publicados en octubre en la revista médica internacional Journal of Neurointerventional Surgery, en forma de artículo original, en el que se describen las experiencias protagonizadas por tres hospitales universitarios (Ginebra, Toronto y Asturias), con un total de diez pacientes tratados.
El stent se llama “Pipeline Flex” y se trata de una nueva versión del dispositivo original, que tiene como ventaja principal que se puede reenvainar, lo que permite implantarlo de forma más precisa y segura e, incluso, reposicionarlo, si la posición final no es la deseada.
Los aneurismas cerebrales son dilataciones de las arterias, que, si se rompen, producen una hemorragia cerebral, que suele afectar a pacientes de mediana edad y que presentan una elevada tasa de morbimortalidad. Para evitar esa complicación, se pueden ocluir de dos formas: quirúrgica, a través de una craneotomía; o endovascular, mediante un cateterismo. En este último caso, los aneurismas, habitualmente, se rellenan con unos filamentos de platino llamados “coils”.
La elección de una técnica u otra depende de diversos factores anatómicos y clínicos. En determinadas ocasiones hay aneurismas, que, por su morfología, tamaño y localización, son especialmente complejos, por lo que los tratamientos convencionales no son posibles o no obtienen resultados satisfactorios cuando se emplean. Es en estos casos, cuando se pueden utilizar los llamados “stents derivadores de flujo”, que han supuesto uno de los mayores avances en el ámbito de la Neuroradiología Intervencionista, porque con ellos se abordan aneurismas muy difíciles o imposibles de resolver, hasta hace pocos años. Dado que tienen una malla muy densa, una vez implantados en la arteria portadora del aneurisma, reducen tanto la entrada de sangre en el mismo, que consiguen cerrarlo progresivamente hasta en el 80% de los casos. Tienen como ventaja, respecto a los tratamientos convencionales, que no sólo ocluyen el aneurisma sino que remodelan y reconstruyen la arteria enferma donde se ha desarrollado la enfermedad, obteniendo unos resultados mucho más definitivos.
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