La entrada en el Consorcio provoca largas colas en Uría y en la estación de autobuses
Unas 5.000 personas acuden a las taquillas para adquirir los nuevos abonos en un día en el que también hubo algunos retrasos en las líneas
Usuarios haciendo cola en la estación de autobuses de Oviedo. SAMUEL COTO
Lne. 02.12.2014 | 04:15 Félix VALLINA
La incorporación de los autobuses urbanos de Oviedo al Consorcio de Transportes de Asturias provocó ayer largas colas en los puntos de venta de abonos y billetes, algunos retrasos en las frecuencias de las líneas y bastantes quejas por parte de los usuarios, que a grandes rasgos echaron en falta "más información" y "agilidad" a la hora de realizar las gestiones para adaptarse a los cambios. "Deberían de haber previsto que el primer día iba a ser así. Aquí no hay nadie que nos indique lo que tenemos que hacer y los trabajadores que están en las taquillas no dan abasto para atender a tanta gente", señalaba David Hernández, un estudiante ovetense, mientras hacía cola en la estación de autobuses.
Y es que en las instalaciones situadas en la calle Pepe Cosmen ya había medio centenar de personas esperando una hora antes de que abriesen las taquillas, que se pusieron en funcionamiento a las diez y media de la mañana. Pronto se formaron dos largas colas: una para el reembolso del dinero de las tarjetas de TUA que aún están cargadas con viajes y otra para la compra de los nuevos bonos y abonos del Consorcio de Transportes de Asturias. El mayor problema fue que la mayoría de los usuarios acudieron a la estación de autobuses para realizar ambas operaciones y tuvieron que armarse de valor para soportar las dos esperas. "Nos va a llevar más de una hora. Si esto estuviese mejor organizado no habría este lío y todo iría más rápido", explicaba el ovetense Fernando José Blanco.
El gerente de TUA, Benigno Runza, estuvo en la estación de autobuses y vivió en sus carnes las protestas de algunos usuarios, pero hizo un balance positivo de la jornada. "Es normal que haya un poco de apurón porque es el primer día y parece que todo el mundo se ha puesto de acuerdo para hacer hoy los trámites y los cambios de tarjeta, pero todo se ha desarrollado con bastante normalidad. Los autobuses urbanos han circulado perfectamente, las expendedoras también han funcionado y sólo se han registrado algunos retrasos puntuales porque algunos usuarios todavía tienen dudas y los conductores se esmeran en resolvérselas", subrayó Runza. El gerente de TUA calculaba a última hora de ayer que los trabajadores de las taquillas de la estación de autobuses habrían atendido a lo largo del día "a unas 5.000 personas". Algunos usuarios denunciaron importantes retrasos en las frecuencias de algunas líneas del autobús urbano, pero Benigno Runza asegura que el servicio funcionó correctamente y que sólo hubo un "pequeño problema informático" que afectó a los paneles que hay en las paradas para informar de la llegada del próximo autobús. "A conectar el sistema de TUA con el del Consorcio hubo fallos en la indicación de las estimaciones, pero fue sólo por la mañana y los servicios fueron normales", afirma.
Mientras tanto, en la estación de autobuses seguían las quejas. "Esto es una estafa. Las tarjetas de TUA nos costaron en su día dos euros y ahora nos devuelven el dinero de los viajes que contienen, pero no el coste de la tarjeta en sí. Además te cobran un euro y medio por la nueva", señalaba Antonio Luján, un parado que acudió a las taquillas a canjear "un montón" de tarjetas de la TUA "de familiares y amigos" aún con saldo. "Y encima nos tienen aquí esperando en esta cola interminable como si fuésemos ganado", dijo enfadado.
Las colas para adquirir los nuevos abonos también se registraron en el punto de venta que tiene la compañía Alsa en la calle Uría, y eso que en esas oficinas no se devolvía el dinero de las tarjetas de TUA. "Vengo a por el abono de diez viajes. Tengo que hacer la cola porque en los quioscos y en las librerías recargan las tarjetas, pero no las venden", explicaba Beatriz Suárez a las puertas del establecimiento. Para ella ayer también hubo "muy mala organización por parte de los responsables del servicio, que deberían de haber facilitado mucha más información a los viajeros. Junto a ella estaba María Dolores González, que se expresó en la misma línea. "Todo el mundo está muy perdido; se necesita más información", recalcó.
Otros protestaron además por la subida del precio del billete ordinario, que han pasado de costar 1,05 euros a 1,20. "Una subida de 15 céntimos es una suma muy importante a lo largo del año para muchas familias, sobre todo con los tiempos que corre", afirmó Sonia Velázquez, otra usuaria. El edil de Transportes, Gerardo Antuña, resalta que el autobús urbano en Oviedo "es el más barato de Asturias, muy por debajo de Gijón y Avilés".
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