Con el clientelismo laboral, seguramente una de las consecuencias más graves de la privatización masiva de servicios públicos y tan en evidencia ahora, como trasfondo
La estafa de las privatizaciones
Artículo de Javier Álvarez Villa en la Revista Atlántica XXII, de la que se hace eco COFPA en su WEB y que nos sentimos encantados de enlazar aquí
La transferencia masiva de la gestión de servicios públicos hacia empresas privadas se ha sustentado en un gran engaño argumental. La clase política institucionalizada dio por supuesto, con el apoyo incondicional de los altavoces mediáticos del poder económico, que la gestión privada resultaba más barata que la pública y que era más eficiente, ágil y de mejor calidad, frente a la supuesta lentitud y desidia de las estructuras burocratizadas.
Dos premisas rotundamente falsas que, sin embargo, fueron calando como lluvia fina en la mentalidad de los ciudadanos y ciudadanas a los que se halagaba con el cortés tratamiento comercial de clientes.
El menor coste de la gestión privada de los servicios públicos en ningún caso se justificó con informes solventes que sirvieran de motivación para los procesos de contratación. Pero los estudios “a posteriori”, realizados después de que se consumara la mercantilización de lo público, vinieron a desvelar la impostura.
Así, por ejemplo, el informe del Tribunal de Cuentas de 28 de noviembre de 2013 sobre la fiscalización del sector público local del ejercicio de 2011, concluye que la gestión privada de la limpieza viaria, del abastecimiento de agua potable y de la recogida de residuos sólidos tiene un coste medio superior a la gestión directa realizada con medios propios de los Ayuntamientos… (leer más)
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