Los altos niveles de contaminación están empeorando la situación, apuntan desde la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (Seicap)
Las afecciones respiratorias aumentan un 15% las urgencias pediátricas en los últimos días
Los pediatras creen que no hay datos suficientes para valorar la incidencia de los niveles de contaminación, aunque sí detectan una mayor presencia de virus
Foto.- Una doctora aplica un inhalador a un niño.
OLGA ESTEBAN, GIJÓN, en El Comercio.
En los últimos cinco días, las urgencias pediátricas del Hospital Universitario Central de Asturias han registrado un aumento de entre el 10% y el 15% respecto a la semana anterior. El centro está atendiendo entre 110 y 140 consultas diarias, principalmente de pequeños con afecciones de las vías respiratorias. Una situación que se repite en otras ciudades y que en Madrid, por ejemplo, ha hecho saltar las alarmas. Aunque el final del otoño y el inicio del invierno es la época del año en la que hay normalmente una mayor incidencia de infecciones de las vías respiratorias, en esta ocasión las cifras han llevado a los pediatras a advertir de que los altos niveles de contaminación están empeorando la situación. Así lo explicaba la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (Seicap), después de analizar los datos de las últimas semanas en Madrid y constatar que se habían triplicado las urgencias.
En Asturias, los pediatras son más cautos. Es cierto que hay más consultas. Es cierto que este último fin de semana ha sido, admiten, «movidito» en el HUCA. Y es cierto que todo ello coincide con los días en los que saltaron las alarmas por contaminación en Oviedo, lo que llevó incluso a cortar el acceso a la ciudad por la 'Y'. Pero también el otoño, en el Principado, es tradicionalmente «malo» para los niños en todo lo referente a las infecciones respiratorias. Lo que la Sociedad Española de Inmunología Clínica ha detectado en Madrid es que «se ha triplicado el número de atenciones en urgencias, la mayoría de ellas vinculadas a broncoespasmos por infección de las vías respiratorias por el virus respiratorio sincitial (VRS), conocido como virus de la bronquiolitis». Y eso es «completamente extrapolable a Asturias», asegura Porfirio Fernández, responsable de la Unidad de Alergias Pediátricas del HUCA y miembro de la Seicap.
Ese aumento, explica Fernández, es habitual en Asturias. «El otoño es malo. En primer lugar, porque hay muchos ácaros, por la humedad. Y en segundo lugar, por los virus», como el mencionado de la bronquiolitis, que puede provocar bronquitis tanto en bebés como en niños de más edad. Entre diciembre y enero, explica Porfirio Fernández, se suele registrar un pico de este virus. Y tanto los virus como los ácaros afectan a los niños asmáticos. Por lo que en esta época del año se juntan las dos cosas… (leer más)
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