¿Plantilla seleccionada cumpliendo el principio de igualdad, mérito y capacidad?...¿no?... pues ya está todo dicho.
Ni chiringuito ni sanitario
Los 14 trabajadores de Gispasa, empresa sobre la que se cierne la sombra del cierre, defienden la utilidad de su trabajo, que consiste en prestar una asistencia técnica a los hospitales públicos
Foto.- Dos trabajadoras en las oficinas de Gispasa.
Susana D. Machargo, en ASTURIAS24
Todo el mundo ha hablado de Gispasa menos los propios trabajadores de Gispasa, la empresa de Gestión de Infraestructuras Sanitarias del Principado de Asturias, que fue la encargada de la construcción del nuevo HUCA y que ahora presta los servicios técnicos tanto a este centro como al Álvarez-Buylla de Mieres. La Junta General ha aceptado a trámite, a instancias de Podemos, una proposición de ley para la disolución de esta sociedad, que ha recibido duros ataques. Desde su creación ha recibido todo tipo de críticas, la han llamado desde chiringuito a nido de corrupción. Ahora puede que haya suficiente respaldo político para liquidarla. Pero antes de que eso suceda, los 14 trabajadores que forman su plantilla quieren que, al menos, se les escuche; que los políticos y la sociedad sepan qué han hecho durante todos estos años, las funciones que tienen encomendadas y su resultado. Esta labor explicativa cumple para ellos un doble cometido. En primer lugar, pretende defender la continuidad de sus puestos de trabajos y demostrar lo necesarias que son este tipo de compañías que prestan servicios complementarios. Pero también es para ellos una especie de exorcismo, una forma de intentar librarse de ese estigma que pueden suponer los años de desprestigio de la firma a la que han pertenecido. "No va a ser fácil poner en el currículum que has pertenecido a Gispasa. Solo con decirlo la gente ya suelta un ¡ah! y te mira raro", explican. Esa labor ha comenzado por los grupos políticos. Ya han hablado con todos. Ahora sigue con la sociedad asturiana a través de los medios de comunicación.
Lo cierto es que en los últimos años les han llovido las críticas. En el primer trimestre de 2014, la Sindicatura de Cuentas emitió un informe en el que quedaban de manifiesto una serie de incumplimientos o deficiencias, pero no irregularidades. "No se han apreciado indicios de responsabilidad contable", apuntó en su momento el síndico mayor, Avelino Viejo. En ese informe se reflejaban cuestiones como que la constitución de Gispasa tuvo como principal objetivo evitar la inclusión en el balance autonómico del endeudamiento originado por la construcción del nuevo HUCA o que el Principado no abonaba las cuotas devengadas de arrendamiento operativo por orden cronológico, lo que generó 2,5 millones de euros de intereses por demora. Más recientemente, la plataforma SOS HUCA denunciaba a Gispasa ante el Tribunal de Cuentas porque aseguraba tener pruebas de que era un instrumento para eludir los mecanismos de contratación pública. Son solo dos ejemplos del debate suscitado en los últimos años.
La versión de los trabajadores
Aunque trabaja para hospitales públicos, la plantilla de esta empresa no está compuesta por personal sanitario. Hay arquitectos, aparejadores, abogados, economistas,...(leer más)
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