Algunos sindicatos ni analizar saben el problema no es el número de camas de agudos sino de recursos humanos, especialmente en A. Primaria, de coordinación sociosanitaria y dispositivos de tratamiento de crónicos, de previsión y planificación general ¡¡que la epidemia de gripe la hay todos los años y la evolución demográfica se conoce de sobra!!
Los hospitales siguen a destajo pese a que la virulencia de la gripe empieza a remitir
El Hospital Central aplazó 24 cirugías, una situación que se repitió en Arriondas y Jarrio.
La vuelta al cole podría provocar un repunte
Laura Fonseca, GIJÓN, EN El Comercio
Los hospitales siguen llenos, con los servicios de urgencias saturados y las plantillas trabajando a destajo a pesar de que la incidencia de la gripe parece empezar a remitir. Ayer se conoció que en la última semana analizada por Vigilancia Epidemiológica, la que va del 2 al 8 de enero, los virus gripales circularon por Asturias con algo menos de intensidad. La epidemia pasó de dejar una tasa de 635 enfermos gripales por cada cien mil personas a 304 por cien mil. En cifras reales, hablamos de un pico semanal de 6.935 afectados computados a finales de 2016 frente a otro de 3.344 registrado nada más comenzar 2017. Pero lo dicho, a pesar de ese descenso epidemiológico, la tensión en los hospitales, en los centros de salud y en las urgencias, continúa. Cierto es que la situación parece mejorar y dar algo de respiro, pero no lo suficiente como para recuperar la normalidad.
Ayer, el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) suspendió siete operaciones ante la falta de camas suficientes para dar cabida a nuevos pacientes. El día anterior, el miércoles, el mayor hospital de la región ya había hecho lo propio con otras 17 intervenciones, según confirmó a EL COMERCIO el subdirector de Asistencia Sanitaria y Salud Pública del Área IV, Alberto Fernández León. Las cirugías aplazadas son, según detalló dicho responsable, de pacientes que en ningún caso acumulaban demoras de más de seis meses. Los procesos oncológicos y más complejos, como pueden ser los trasplantes o intervenciones complicadas, «no se tocaron en absoluto», señaló.
El HUCA pasó serios apuros a principios de semana, cuando sus nueve plantas de hospitalización llegaron a albergar cerca de mil enfermos, el tope de su capacidad actual. Según detalló Fernández León, La Cadellada tiene instaladas habitualmente unas 900 camas de hospitalización, que se pueden estirar, mediante la instalación de supletorias, hasta el millar. En todo caso, el nuevo hospital tiene un techo de pacientes ingresados, ya que las habitaciones de La Cadellada adolecen de la flexibilidad que sí había en el antiguo hospital, donde se podían instalar tres camas.
El nuevo hospital, pequeño
Desde el sindicato Comisiones Obreras, el secretario de Acción Sindical de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios, Alejandro González, criticó que «un hospital de las características del HUCA se colapse con una gripe. Es una vergüenza y denota la mala planificación que se hizo en su momento, y que CC OO siempre denunció. El nuevo hospital perdió doscientas camas que son las que ahora nos faltan para la gripe». González recordó que el viejo HUCA «disponía de un servicio de urgencias de Silicosis que absorbía muchos de los enfermos respiratorios que ahora van a las urgencias de La Cadellada, totalmente saturadas y colapsadas». Asimismo, apuntó que en El Cristo «cuando había problemas de ocupación se abrían más plantas, pero en el nuevo HUCA eso no es posible, como quedó demostrado con esta gripe».
Con todo, para el subdirector de Asistencia Sanitaria lo vivido estos días, con una tremenda presión asistencial en Urgencias del HUCA, donde se registraron cifras históricas que sobrepasaron los 400 enfermos diarios, «no estamos en situación de colapso». Ayer, el complejo tenía libres cincuenta camas y sus responsables confiaban en recuperar la normalidad a lo largo de hoy, ya sin suspensión de operaciones.
Otros hospitales que tuvieron que suspender intervenciones fueron los de Jarrio y Arriondas, tras registrar lleno absoluto y no disponer de camas libres para nuevos ingresos. El centro hospitalario de Coaña solo mantuvo la programación de la cirugía mayor ambulatoria, la que no requiere de hospitalización. El resto de intervenciones quedó a la espera de que la ocupación provocada por la demanda que genera la gripe, baje.
También delicado era el panorama en el Valle del Nalón, donde once pacientes aguardaban ayer por la mañana en los boxes de urgencias a la espera de poder subir a planta. El hospital langreano solo tenía libres tres camas. Desde el servicio de urgencias, sobrepasado de enfermos, los facultativos derivaron algunos pacientes hacia el HUCA «ante la imposibilidad de poder atender a todos en tiempo y forma», argumentaban.
El descenso que la incidencia gripal ha mostrado en esta última semana, no entusiasma, de momento, a Sanidad, donde se muestran muy cautos. «Con la gripe nunca se sabe, ya que puede tener un comportamiento muy errático. No nos atrevemos a hacer vaticinios, aunque lo más lógico es que la intensidad siga bajando», explicó el jefe de sección de Vigilancia Epidemiológica, Ismael Huerta. La clave está en la vuelta al cole. Los alumnos regresaron a las aulas el pasado 8 de enero. Habrá que ver cómo se comporta el virus entre los más pequeños, que son los que actúan de auténticos disparadores de la gripe.
La gripe cede y el HUCA se normaliza
Los expertos no cuestionan la dotación de camas del Hospital Central, pero piden alternativas para el aumento de enfermos mayores y crónicos
Pablo Álvarez, Oviedo, en La Nueva España
La incidencia de la gripe en la región ha caído de forma abrupta y el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) tiene previsto recobrar hoy la normalidad en los quirófanos tras la suspensión de 24 operaciones, ayer y anteayer, a causa de la falta de camas. Ayer, en el centro sanitario ovetense se dieron 101 altas, y a primera hora de la tarde estaban libres 55 camas, frente a las 18 del miércoles a última hora hora.
En este contexto de elevada presión asistencial, ha resurgido el debate relativo al número de camas del nuevo HUCA, menor que el del viejo edificio del barrio del Cristo (estos días tiene instaladas en torno a 1.000 camas). Los profesionales sanitarios consultados por este periódico sostienen de forma mayoritaria que no sería razonable dimensionar la cifra de camas de un hospital en función de las necesidades puntuales de una o dos semanas al año, pero algunos de ellos añaden una advertencia: hay que pensar en alternativas para una población envejecida y con muchas enfermedades crónicas. O sea, un tipo de enfermo que no necesita tanta tecnología y unas prestaciones tan sofisticadas como las que ofrece el HUCA, sino más bien una serie de cuidados sanitarios que pueden darse en unas instalaciones en las que el precio que supone un día de estancia es muy inferior.
"El número de camas del HUCA y su distribución fue determinado sobre unas sólidas bases de planificación y es completamente adecuado, máxime teniendo en cuenta la disponibilidad de otro hospital público, el Monte Naranco, que puede alcanzar las 195 camas instaladas", declaró a este periódico Luis Hevia Panizo, gerente del HUCA y del conjunto del área sanitaria que comprende Oviedo y los concejos limítrofes.
A juicio de Luis Hevia, "el hecho de que durante dos jornadas se hayan suspendido, por prudencia, algunas cirugías no urgentes, ante la incertidumbre sobre la evolución de la epidemia, no pone en tela de juicio en absoluto el dimensionamiento del área de hospitalización del HUCA".
Ángel Colmeiro, neumólogo y delegado en el Hospital Central del Sindicato Médico de Asturias (HUCA), sostiene que el debate plantea "muchos interrogantes". "Está claro que la tendencia de la medicina moderna es la cirugía ambulatoria o de corta estancia. No creo que debamos hacer leña de este asunto por un momento puntual", indicó Colmeiro, quien agregó: "Lo que sí necesitamos es más medios humanos, una planificación más previsora. No es cierto que lo que ha dicho el consejero de Sanidad de que están empleándose todos los recursos".
Pere Casan, director del área de pulmón del Hospital Central, considera que el complejo sanitario de La Cadellada "tiene muchas camas, más que la mayoría de los hospitales del país de su mismo nivel asistencial". Otra cuestión, precisó, es que "se presente una epidemia de gripe y que las gripes vengan al HUCA". Como alternativa, el doctor Casan cita un ejemplo de su tierra de procedencia: "En Barcelona han abierto unos dispositivos intermedios con una serie de camas para que los pacientes de estas características no ingresen en un hospital terciario, de alto nivel tecnológico, como es el HUCA". "Sería más aconsejable utilizar camas en centros que no sean de tercer nivel para atender a los pacientes con gripe", señaló el responsable del área respiratoria.
Particularmente crítico con la situación se manifestó Francisco Menéndez, responsable del sindicato Sicepa, quien sitúa el origen de los problemas en que "el HUCA no fue planificado en función del nuevo perfil de los pacientes". Menéndez puntualizó que "las personas duran mucho mas años y necesitan unos determinados cuidados, y quizá un hospital tan tecnológico como el HUCA no está preparado para esto".
"Hace falta un cambio de modelo asistencial que nadie tuvo en cuenta al diseñar el Hospital Central. Hay un aumento muy importante del volumen de enfermos crónicos con el que no se contó. Por eso hay que buscar alternativas, porque este problema ha venido para quedarse y va repetirse en el futuro", precisó el dirigente de Sicepa.
EN LA VOZ DE ASTURIAS: La epidemia de gripe desciende de forma brusca en Asturias
Los hospitales de las Cuencas rondan la plena ocupación por la epidemia
El aumento de la carga asistencial no ha obligado a suspender operaciones ni consultas
Mieres / Langreo, A. V. / M. Á. G., en la Nueva España
Altos niveles de ocupación, pero "normalidad" en el funcionamiento de los quirófanos, las consultas y el resto de servicios. Ese es el análisis que hacen los responsables sanitarios a la hora de valorar la incidencia de la epidemia de gripe en las comarcas del Nalón y del Caudal.
El índice de ocupación del complejo sanitario de Riaño era ayer del 87 por ciento, según explicó Alba Riesgo, directora del hospital Valle del Nalón: "El centro está lleno, con niveles de ocupación que en los últimos días se han movido entre el 85 y el 89 por ciento, pero todos los servicios están funcionando con normalidad. Todas las camas están operativas y no han tenido que suspenderse consultas ni actividad quirúrgica. Dentro de la alta carga asistencial, la actividad es normal". Riesgo esgrimió que, tras el pico registrado en diciembre, la curva de la epidemia parece haber entrado en una fase descendente. "Este año se está notando especialmente en los niños de 1 a 4 años y en el grupo de edad de 50 a 64 años".
La incidencia en el área sanitaria del Caudal también se está dejando notar, aunque la situación es menos grave que en otros hospitales de la región. Actualmente, el Álvarez-Buylla de Mieres está al 94 por ciento de ocupación, una cifra "muy alta", pero que se ha podido asumir sin problemas. La gerencia y la dirección del centro han optado por mantener todas las plantas, entre ellas una que habitualmente permanece cerrada en periodos vacacionales en los que baja la ocupación. La medida se ha tomado para hacer frente al incremento de la demanda de tratamientos derivados de la gripe. También se ha incorporado más personal para atender a los pacientes. En Urgencias, tanto en el hospital como en Atención Primaria, el volumen de trabajo también está siendo mayor a causa de la epidemia de gripe, tal y como explicaron ayer los responsables del área VII.
En cualquier caso, los tiempos de espera en las urgencias hospitalarias siguen siendo las mismas que el año pasado y no se han incrementado. El hospital tampoco se ha visto obligado a suspender intervenciones quirúrgicas.
«En el Valle del Nalón los enfermos estaban por los pasillos»
Una paciente de Langreo relata que «me mandaron al HUCA porque en mi hospital no había camas libres»
ELENA S. HERRERO, en El Comercio (INFORMACIÓN ELABORADA TAMBIÉN POR: D. LUMBRERAS, M. VARELA, T. BASTERRA Y R. ARIAS).
Guadalupe Castaño, una vecina de Langreo, está griposa y también su madre, Bárbara Escalante, de 73 años. Ellas son tan solo dos de las afectadas por la «saturación» que sufren estos días los centros hospitalarios de la región por esta epidemia gripal. «La médica de mi centro de salud nos mandó para el HUCA porque en el Hospital del Valle del Nalón no había ni camas. Estaban todos por los pasillos, además de una planta cerrada por falta de personal. Por eso yo no paso», cuenta con exasperación. Pero el problema, según los profesionales del hospital, es que los vecinos de la comarca acuden a las urgencias del mismo, en vez de ir al centro de salud correspondiente, «colapsando e impidiendo una atención óptima».
Esa fue la tónica que se vivió ayer en los hospitales asturianos, aunque bien es cierto que fue un día menos ajetreado a los anteriores. En Oviedo ya no se vieron las interminables colas de tos y pañuelos en mano en los centros de salud Paulino Prieto y La Lila. Por su parte, en el HUCA también se respiró un ambiente algo más tranquilo. «Es un día distinto a los anteriores ha bajado bastante. Ahora vienen sobre todo personas con complicaciones derivadas de la gripe», explicaron trabajadores del servicio de ambulancias.
Otra de las áreas afectadas fue Gijón, donde también hubo una tregua. Solo hizo falta acercarse al centro de salud de Puerta de la Villa para comprobar la presencia de un solo paciente en urgencias, y era por motivos ajenos a la gripe. Lo mismo pasó en el Hospital de Cabueñes, que consiguió bajar en dos días de los 517 pacientes ingresados a 450. Aún así, no han tardado en aparecer quejas de la ciudadanía por el «mal trato» y la «deficiente gestión» que la Sanidad hace a las complicaciones derivadas de este virus.
«Una señora que ha estado en Cabueñes me dijo que están todos amontonados. En las habitaciones hay tres pacientes y no tienen espacio», explicó la gijonesa, Ana María González. Del mismo modo lo contó Eva María Guerra: «El hospital está totalmente saturado. Además, el personal está contagiado... y claro, ellos también deberían quedarse de baja pero el inconveniente es que no hay suficientes trabajadores».
Esta problemática se repite en otras comarcas. Los centros de salud avilesinos están sobrecargados. «No solo es que haya mucha demanda, sino que también tenemos compañeros enfermos», comenta Víctor García, médico de La Magdalena. Este profesional reconoce que la gripe ha entrado este año «como un carro de combate», y aunque su pico más alto parece haber pasado hace unas semanas, siguen llegando muchos pacientes. Las agendas están llenas y la asignación de citas se demora algo más de lo habitual. Sin embargo, en los centros de salud de la comarca oriental la situación es menos alarmante. Fuentes sanitarias apuntan a que la incidencia de la gripe es similar a la de años anteriores y que en ambulatorios como el de Llanes se está logrando atender todas las consultas en el día.
Eso sí, indican que «al tener una población envejecida los ingresos hospitalarios por la gripe y las salidas a domicilio son mayores a las habituales».
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