Masiva y emotiva respuesta de los más débiles ayer en Oviedo
«Ni un paso atrás para la discapacidad»
Un millar de personas protagonizan la primera protesta en la calle en defensa de los derechos de todos los asturianos con dependencia
31.05.12 - CHELO TUYA | GIJÓN, en El Comercio.
«Esto es como el yin y el yan... soy consciente de que estoy viviendo un momento histórico, porque este colectivo nunca se había manifestado, pero es terrible que hayamos llegado a esta situación. Que hayamos tenido que salir a la calle». José Luis Crespo, presidente de la Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad (Feaps), no pudo evitar emocionarse ayer en Oviedo. Porque ante sí, en la ovetense plaza de Llamaquique, mientras atendía a numerosos medios de comunicación, tenía a más de mil personas pendientes de sus palabras. Algunas en silla de ruedas; otras, con muletas; muchas, de la mano de un cuidador; algunas, llorando, pero todas, absolutamente todas, ataviadas con camiseta blanca en la que se podía ver un gran cartel verde con el lema ’¡Ni un paso atrás!».
Un grito que sonó en el aire en la voz de Emilio de la Cruz, miembro de un grupo de discapacidad de San Martín del Rey Aurelio, y en la de Vicente García, su compañero en la lectura del manifiesto en defensa de los derechos de las personas con discapacidad y dependencia. Atrapados en la autovía por las protestas mineras quedaron tres autocares, procedentes del Occidente asturiano, pero incluso sin ellos se llegaron a las mil personas en una protesta en la que, realmente, se representa a 140.000.
Esa es la cifra que, según precisó Javier Rubio, presidente de Aspaym, está pendiente de unos recortes «que nos han llevado al límite. Feaps ha sido la primera en convocar, pero desde el Comité de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) haremos lo mismo si no hay cambios».
«Sólo nos quieren para pagar»
Estos cambios pasan por agilizar la convocatoria de subvenciones al colectivo, que aún no sabe si va a tener dinero para ofrecer formación, empleo, residencia, asistencia, unas dudas que «ponen en peligro 300 puestos de trabajo. Ya que nosotros somos entidades sin ánimo de lucro, no podemos tener remanente, así que si nos quedamos sin dinero para pagar los sueldos ¿despedimos a las plantillas?».
Además de agilidad, todos los asistentes exigen que se quede en el olvido el anunciado recorte «del 20% en las ayudas». Para las 19 entidades que engloba Feaps supone perder el 20% de «los 100.000 euros que nos dieron el año pasado. Con lo que están dando a Bankia y a nosotros nos recortan esto».
Además de agilizar y mantener las ayudas, la discapacidad ha aprovechado este primer paso público -en el que, aunque podrían haberlo hecho, no cortaron carreteras, ni tiraron petardos ni hubo una voz más alta que otra- para exigir «la revisión de la Ley de la Dependencia. Debe atender los derechos de las personas con discapacidad intelectual y tienen que ser compatibles varios servicios».
Porque, como resumió Tere Sampedro, presidenta de Usuarios del Sanatorio Marítimo, «a nosotros sólo nos quieren para pagar. El copago es lo único que no recortaron».
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