Los cambios en el SESPA para septiembre: una medida que traerá problemas.
Quirós, más cerca de Sevilla que de Sariego
Oviedo, Pablo ÁLVAREZ / Pilar RUBIERA en La Nueva España
Quirós está más cerca de Sevilla que de Sariego. No se trata de un axioma geográfico, pues el contrasentido estaría servido, sino de una cuestión de concepto. La primera gran decisión de Ramón Quirós, flamante consejero de Salud y Servicios Sanitarios del Principado, ha plasmado negro sobre blanco lo que hasta ahora era sólo una impresión: su visión organizativa está mucho más cercana a la de Francisco Sevilla (titular del departamento de 1999 a 2003, con el que el propio Quirós fue director general de Salud Pública) que a la de Rafael Sariego (Consejero entre 2003 y 2007).
La estructura de la Consejería, aprobada ayer por el Consejo de Gobierno, retorna a cuatro direcciones generales, a las que hay que sumar la Agencia de Sanidad Ambiental y Consumo como órgano desconcentrado. Además, recupera el control económico-financiero (cedido al Servicio de Salud en la anterior legislatura) y devuelve una personalidad específica al área de Salud Pública, que con Sariego hubo de compartir dirección general con las competencias de Planificación.
Una novedad relevante desvelada ayer por Quirós es la identidad del único director general que aún no había sido dado a conocer. Juan Ignacio Rodríguez-Arias Palomo, especialista en medicina de familia, se hará cargo de la Dirección General de Contratación y Evaluación de Servicios Sanitarios, la «pata» económico-financiera de la Consejería. Nacido en Salamanca, en 1958, lleva afincado en Asturias desde 1990. Fue un estrecho colaborador de Ramón Quirós en la elaboración del plan de salud para Asturias.
Plan de salud al que el nuevo consejero de Salud desea otorgar «mayor relevancia y visibilidad», según el comunicado difundido por el Consejo de Gobierno tras la aprobación del nuevo organigrama de la Consejería. Quirós reiteró, en declaraciones a LA NUEVA ESPAÑA, su voluntad de acentuar la estrategia según la cual más vale -y, probablemente, más barato sale- prevenir que curar. El citado comunicado del Ejecutivo expresa esta idea aludiendo a la necesidad de «lograr ganancias en la salud para la población creando un área de promoción de la salud y otra de salud poblacional encargada de la valoración continuada de la salud».
Una novedad relevante del nuevo organigrama consiste en la desaparición de la oficina encargada de los «proyectos singulares», creada en su día -al menos, sobre el papel- con el objetivo prioritario de impulsar la construcción del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), papel que luego pasó a desempeñar la empresa pública Gispasa. Quirós dio a entender que el protagonismo en la culminación de las obras, la planificación y el equipamiento del nuevo Hospital, así como en el traslado de un centro sanitario a otro, pasará a residir en la estructura directiva del actual Hospital Central, la cual «deberá contar con la ayuda de la Consejería y del Sespa», precisó Quirós. El Consejero no quiso ir más allá: no puntualizó si este trasvase de funciones supondrá, por ejemplo, la creación de una subgerencia o un órgano análogo en el Central dedicado de forma monográfica a la transición hacia el complejo hospitalario que se construye en La Cadellada y que, de cumplirse los plazos, debería entrar en servicio a lo largo de 2010.
Otra innovación del nuevo organigrama es la concentración de los servicios de inspección en la Dirección General de Planificación y Participación, que estará dirigida precisamente por un inspector médico, Arcadio Fernández. En este terreno, el Consejero se propone «mejorar la eficiencia del ejercicio de autoridad sanitaria en materia de prestaciones y servicios».
Completan la nómina de directores generales la microbióloga Amelia González, que se hará cargo de Salud Pública; José Ramón Riera, responsable de la Dirección General de Calidad e Innovación en Servicios Sanitarios, y Juan Llaneza, que continuará al frente de la Agencia de Sanidad Ambiental y Consumo.
Los hipotéticos cambios en el organigrama del Servicio de Salud del Principado (Sespa) no son inminentes. Quirós señaló que quedarán pospuestos para después de las vacaciones.
En algunos ámbitos sanitarios ha llamado la atención la escasa presencia de mujeres en responsabilidades de primera línea de la Consejería, pese a tratarse de un sector en el que el colectivo femenino acapara en torno al 73 por ciento del total de la plantilla. En los anteriores equipos sólo figuró Mari Luz Fernández y ahora toma el relevo Amelia González. Quirós indicó que la formación de un equipo está sujeta «a la combinación de perfiles que se pueda efectuar en un momento determinado» y enfatizó su «agradecimiento» a quienes han respondido afirmativamente a la invitación a formar parte del mismo.
Comentario del Administrador de esta WEB:
El hecho de posponer los cambios en el SESPA para después del verano – recordad que somos la mayor empresa del Principado de Asturias – tiene todos los ingredientes para ser tildada de “menosprecio e irresponsabilidad” hacia el principal proveedor de servicios de la sanidad asturiana a no ser que, con el nuevo organigrama y competencias de la Consejería, se acometan algunas medidas que demuestren claramente que el SESPA no está abandonado.Los famosos 100 días de la cortesía para que los nuevos responsables tomen tierra y se pongan manos a la obra, en nuestra empresa, de ninguna manera se pueden contar desde que sea nombrado el Gerente del SESPA en septiembre. Hay cuestiones urgentes que requieren actuaciones inmediatas y las organizaciones sindicales no podemos entrar al juego de que hasta enero nada se pongan en marcha.
En la concertación social que tanto le urge ahora al presidente del Principado de Asturias por su minoría mayoritaria en la cámara, este tema tiene que adquirir la importancia que requiere: con o sin Gerente en el SESPA, un plan para acometer los problemas con las listas de espera, para estabilizar definitivamente las plantillas y regularizar las OPE, y resolver el tema de la atención continuada; no pueden ser dilatados en el tiempo por el hecho de que los cambios en el SESPA se pospongan hasta después del verano.
Quiros tiene ahora que hacer política y si no atenerse a las consecuencias.
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