La Votación es el próximo miércoles en Estrasburgo
El Parlamento Europeo bloqueará el miércoles la directiva de las 65 horas
El diputado socialista, Alejandro Cercas, afirma categórico que habrá respaldo suficiente en la Eurocámara para bloquear el miércoles la propuesta de modificación de la directiva europea sobre el tiempo de trabajo del Consejo de la UE. Basta con que una de las 41 enmiendas que se han presentado al texto obtenga el "no" de 393 miembros.
Mª Carmen Rodríguez. Bruselas 12/12/2008, para Diario Médico
Tensión, nervios y mucho movimiento político. Hasta 15.000 lobbies de multinacionales, asociaciones y grupos ideológicos se pueden llegar a concentrar en la capital europea para influir en las votaciones de los eurodiputados. La que tiene lugar el miércoles es un claro ejemplo. Ese día la Eurocámara deberá pronunciarse sobre la revisión de la directiva sobre el tiempo de trabajo que propone el Consejo de Ministros de la Unión Europea y que introduce la ampliación de la jornada laboral hasta un máximo de 65 horas, la aplicación de las guardias inactivas y la supresión del descanso compensatorio (ver DM del 11-VI-2008).
Es la segunda lectura que hace el Parlamento Europeo de la directiva. La primera fue en 2005 y su posición común fue de rechazo absoluto. Tres años después, en junio de este año, el Consejo logró desbloquear la iniciativa y sacó adelante una propuesta que ahora vuelve al Parlamento. Eso sí, con el espaldarazo de la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales del Europarlamento que rechazó el pasado mes la jornada de las 65 horas también llamada cláusula del opt-out (ver DM del 6-XI-2008).
Cada una de las 41 enmiendas que se presentan este miércoles a la propuesta de la directiva sobre tiempo de trabajo que propone el Consejo necesita el "sí" parlamentario de 393 diputados que forman la mayoría absoluta en el hemiciclo (sobre un total de 785 miembros). Basta con aprobar una de ellas para bloquear la directiva de las 65 horas y paralizar la posición común del Consejo, afirma Alejandro Cercas, eurodiputado socialista y autor del informe que recoge veintidós de las 41 enmiendas más importantes a la directiva.
Respaldo suficiente
Según él, hay respaldo suficiente para parar la propuesta: "Por el tipo de lobby que han hecho los médicos es más que probable que el Parlamento rechace la aplicación del tiempo inactivo de guardia y el descanso compensatorio. Es muy amplio el consenso de que esto es una barbaridad. En el tema del opt-out, sin embargo, las fuerzas están más igualadas, pero tengo esperanzas fundadas de que sacaré adelante mis veinte enmiendas, incluida la de las 65 horas".
Dice que hay mucho movimiento político a favor y en contra de su tesis. Cuenta esta vez con todos los votos del Partido Popular, pero reconoce que es imparable la presión que están ejerciendo las delegaciones británicas y alemanas. Aun así, confía en que el Parlamento Europeo se oponga a la modificación y se abra entonces el periodo de conciliación. En este caso Parlamento y Consejo deberán llegar a un acuerdo conjunto en el plazo máximo de ocho semanas. "Ese es el objetivo del miércoles, aunque no hay que olvidar que el Parlamento siempre es una caja de sorpresas".
Postura casi común
Igual de contundentes se mostraron Dimitrios Papadimoulis, diputado griego del Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea, y José Albino Silva, eurodiputado portugués del Grupo Popular y Demócrata Europeo, dos de los ponentes sobre la directiva que participaron en un debate organizado por el Parlamento.
Ambos coincidieron en señalar que el único objetivo que persigue la propuesta del Consejo es que el médico trabaje a tiempo completo sin protección social y laboral alguna. "Es un instrumento para acabar con las normas y con el modelo social europeo", señalaba Silva.
Debate ideológico
El diputado griego añadió también que la finalidad de la modificación de la propuesta europea no era flexibilizar el mercado laboral como alegan sus promotores. "El trasfondo de este tema es exclusivamente político. Hay un debate ideológico detrás: eliminar todas las reglas que ofrece el derecho laboral para proteger al trabajador. Imponer el ultraliberalismo, en definitiva".
Los argumentos a favor de la directiva llegaron con Elizabeth Lynne, eurodiputada británica del Grupo Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa (ALDE). Para ella el opt-out es una medida eficaz para acabar con la economía sumergida de su país: "En el Reino Unido el 2 por ciento del empleo es trabajo encubierto.
Son muchas las personas que tienen múltiples contratos y que realizan horas de más para poder llegar a fin de mes. Con el opt-out el trabajador que lo desee podrá ampliar su jornada y cobrar dignamente por ello". La respuesta de la eurodiputada del Grupo de los Verdes, Elizabeth Schroedter, también fue clara: "¿Queréis atajar la economía sumergida a costa de la salud del trabajador? Un opt-out a la carta sólo dividirá el mercado".
Operación ’lobby’: un juego político para ganar votos.
El proceso que se sigue en el Parlamento Europeo para adoptar una directiva es complejo y largo. Cada diputado es un voto y ninguno puede recibir un mandato obligatorio de voto de su grupo político, lo que da emoción al juego. El hemiciclo del Parlamento tiene 785 asientos y en él están representadas 7 formaciones políticas. El "no" al opt-out sólo necesita 393 votos.
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Onofre -