A partir de este otoño la cúpula patronal tendrá la adecuada respuesta por parte de los trabajadores
CEOE probará de su propia medicina
Los sindicatos pasarán a la acción tras el órdago lanzado por la patronal en el marco del diálogo social forzando el desbloqueo de los 1.500 convenios colectivos aún pendientes y que afectan a cerca de cuatro millones de trabajadores.
NUEVATRIBUNA.ES / ISABEL G. CABALLERO
Los sindicatos han decidido pasar a la acción tras la ruptura del diálogo social y han respondido con contundencia al órdago lanzado por la CEOE. Comisiones Obreras y la Unión General de Trabajadores están en pie de guerra y utilizarán toda la artillería pesada a su alcance para forzar a la patronal a negociar a partir de septiembre los 1.500 convenios colectivos “bloqueados” que afectan a entre 3 y 4 millones de trabajadores.
Este es el envite que hacen Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez un día después del "acto de exaltación" protagonizado por el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y toda su cúpula directiva. CCOO y UGT no están dispuestos a permitir que el fracaso de las negociaciones en la mesa tripartita sirva de coartada para la inacción y anuncian una ofensiva para activar la “correlación de fuerzas” en las empresas a favor de los trabajadores y una amplia movilización sindical acompañada de una campaña informativa a todos los niveles para explicar a la sociedad las razones del “no acuerdo”.
Toxo y Méndez comparecieron este miércoles en rueda de prensa para avanzar los pasos que darán a partir de otoño en respuesta a la cúpula empresarial española. Ambos coinciden en señalar que, desde el principio, los objetivos de la CEOE estaban diseñados para hacer fracasar la negociación. No se entiende, si no, que en el documento firmado el 29 de julio de 2008 y ratificado en mayo de este año, en el que la patronal se comprometía a negociar solo lo negociable (es decir al margen del mercado laboral y la rebaja de impuestos a las empresas), haya cambiado en la recta final las reglas del juego.
UN MURO DE COACCIÓN
Para CCOO y UGT las piezas empiezan a encajar en el puzzle, un puzzle en el que también está el principal partido de la derecha. Resulta interesante recordar –como se ha venido haciendo en estas mismas páginas- que el mismo día en que se convocó la mesa para relanzar la siguiente fase del diálogo, Díaz Ferraz almorzara con Mariano Rajoy. El mismo Díaz Ferrán -explicó Mendez- pidió a los sindicatos atrasar el encuentro a la tarde llegando a la reunión ya en la “sobremesa” de su comida con el líder del PP. “A veces una imagen vale más que mil palabras” y de esto “se puede sacar una conclusión sencilla”, afirmó el secretario general de UGT, sin entrar en más detalles.
La apreciación que cobra fuerza en las centrales sindicales es que la patronal nunca quiso cerrar un acuerdo actuando con cálculo político y con total irresponsabilidad -pese al deterioro de la situación provocada por la crisis económica- para desgastar al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. La “imprudencia” de Díaz Ferrán –a juicio de Méndez- ha llegado hasta el punto de “amenazar al conjunto de la sociedad” con más paro si los sindicatos y el Gobierno no se plegaban a sus propuestas, levantando así “un muro de coacción” mientras sigue el “estrangulamiento del crédito” por parte de los bancos (representados también en la CEOE) a los que ha llegado “mucho dinero” de las “saqueadas arcas del Estado”.
¿Cómo pretende ahora la patronal retomar el diálogo social?, se preguntan los sindicatos. “Estamos ante el fin de esta fase”, afirmó Toxo, quien advierte de que “no es posible” retomar la negociación sobre las mismas bases, con un documento (el presentado por la CEOE) que es “un disparate y un despropósito”.
INMOVILISMO DE LA PATRONAL
Toxo y Méndez también tachan de “incoherente” al líder de al patronal porque justo hace un año reconocía que el origen de la crisis no estaba en el mercado laboral y ahora “dice todo lo contrario”. Lo que parece claro, a juicio de ambos sindicatos, es que las recetas de la CEOE para afrontar la crisis económica y las altas cifras de desempleo siguen siendo las mismas que la generaron y que no son otras que restar presencia al Estado para que el mercado “campe a sus anchas”. Toxo cree que la patronal intenta conseguir una “posición de ventaja” para sacar adelante sus “propuestas maximalistas”. A juicio de Méndez se “ha pretendido dar un enfoque al proceso que lo que acarraría sería intensificar la gravedad de la crisis”.
¿Por qué? ¿Qué pide la patronal y su “sinuosa” propuesta? El abaratamiento del despido; la flexibilización de las condiciones de trabajo; el refuerzo de la capacidad de presión; la descapitalización de las rentas del trabajo, etc., etc.; “una forma de entender la salida de la crisis que sólo prolongaría la agonía y tendría efectos perversos”, dijo Toxo. Para Méndez, la estrategia de la patronal plantea el “inmovilismo” para mantener el actual patrón de crecimiento. CCOO y UGT están convencidos de que la CEOE no apuesta por un cambio del modelo de desarrollo sino perpetuar sus privilegios y intentar sacar tajada de la crisis.
Los argumentos de los sindicatos desmontan algunas de las premisas con las que juega la patronal. España es uno de los países con más bajos salarios de toda la Unión Europea, mientras que las empresas españolas son las que más beneficios tienen con cotizaciones sociales por debajo de la media europea. “Pretenden que seamos campeones de la desregulación y la precariedad laboral” y “pretenden preservar las tasas de beneficio desatendiéndose del empleo a costa de los contribuyentes”, sentenció a este respecto Méndez.
Pero el que CCOO y UGT asuman la ruptura del diálogo no significará, por la parte que les toca, el inmovilismo. Los líderes sindicales emplazan al Ejecutivo socialista a actuar por decreto en los próximos meses. Advierten asimismo que ellos estarán presentes en el escenario que se cree para impulsar el nuevo modelo de crecimiento en el marco de la futura ley de sostenibilidad. Los escenarios de la negociación que se abrirá –todo apunta a dos bandas: Gobierno y sindicatos- serán, según anunció Toxo, el pacto industrial, el energético, el educativo, y el de sanidad, entre otros, sin olvidar el Pacto de Toledo para las pensiones con un grueso de compromisos que aún queda por desarrollar.
Si la patronal no quiere entrar, que no entre, vinieron a decir los líderes sindicales.
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