El margen para mejorar la eficacia y la eficiencia es bastante amplio aún ...

El Gobierno pide a los asturianos que «no abusen» de la sanidad y se plantea concentrar servicios

El Principado quiere reducir la duplicidad de unidades en hospitales cercanos entre sí para rebajar costes

El gasto farmacéutico es «un caballo desbocado», reconoce el Ejecutivo

La crisis ha acelerado el debate sobre la sostenibilidad de la sanidad asturiana, un servicio cuyos costes se llevan ya el 40 por ciento del Presupuesto. El Principado pide a los ciudadanos que «no abusen» de la sanidad y se plantea la concentración de servicios. Los expertos hablan de cerrar hospitales y del copago y los médicos, de más tiempo para atender a los pacientes y reducir así el gasto en fármacos.

Oviedo, P. R. / Pablo GONZÁLEZ, para La Nueva España

El Gobierno asturiano hizo ayer un llamamiento a los asturianos para que hagan un «uso responsable» de la sanidad pública, cuya viabilidad futura está en entredicho, según ha reconocido el propio Principado, debido a la escalada del gasto. La consejera y portavoz del Ejecutivo, Ana Rosa Migoya, pidió expresamente que «no se abuse» de los servicios con hábitos como acudir de manera sistemática a los servicios de urgencia de los hospitales. Persuadir a los ciudadanos de modificar comportamientos como ésos es una de las líneas de trabajo que se plantea el Principado para reforzar la sostenibilidad del sistema. Otras consisten en concentrar servicios médicos y en contener el gasto farmacéutico.

El Ejecutivo ya ha anunciado el reajuste del Presupuesto de este año para rescatar 101 millones de euros destinados a otras partidas y redirigirlos a la financiación de la sanidad. Y es que el Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) se ha encarecido en los últimos cinco años un 38% y ya se lleva el 40% del Presupuesto regional. A pesar de todo, el Gobierno señala que no hay riesgo de quiebra de la sanidad asturiana.

El Principado, además de en la redistribución del Presupuesto, trabaja en la puesta en marcha de varias fórmulas con las que «racionalizar el gasto, porque queremos hacer un sistema sanitario sostenible», apuntó ayer Ana Rosa Migoya, consejera de Administraciones Públicas y portavoz del Gobierno. Aunque, según Migoya, «aún se está en la tarea de diagnóstico y todavía no se ha planteado ninguna medida en concreto», el Principado tiene varias ideas para controlar el gasto. «El tiempo de debate se ha acabado, ahora toca decidir», explicaron ayer otras fuentes del Gobierno. Según esta versión, la puesta en marcha del nuevo Hospital Central de Asturias (HUCA) debe servir de percha para darle un vuelco a un sistema cuyas cifras se han disparado. Así, el Principado quiere «racionalizar» algunos servicios médicos a través de lo que fuentes del Gobierno denominan «coordinación hospitalaria». Esta medida está pensada para ciertos casos en los que en dos hospitales próximos se ofrezcan servicios duplicados que puedan unificarse sin menoscabo de la atención.

Otra de las prioridades es poner coto a la escalada del gasto farmacéutico, un «caballo desbocado», según una expresión del Ejecutivo. «Es cierto que detectamos un aumento en el consumo de medicamentos que se debería controlar y también duplicidades de servicios que podrían prestarse con las mismas garantías desde centros únicos», anotó Migoya. En definitiva, lo que se busca es acabar con la «barra libre» de recetas a cargo del erario regional por parte de los usuarios y de los propios médicos.

«Hacemos una llamada a la concienciación del usuario para no realizar abusos de los servicios como los de urgencia de los hospitales, que a veces se utilizan para cuestiones que podrían solventarse en un centro de salud», manifestó también Migoya. El consejero de Economía, Jaime Rabanal, apuntó en la misma dirección: «La garantía de futuro de los servicios públicos es de todos, en primer lugar, del Gobierno, pero también de los ciudadanos y, por supuesto, de los trabajadores».

Migoya aseguró también que «no hay ninguna propuesta» sobre la mesa para plantear el copago de los medicamentos. Otras fuentes cercanas al Gobierno destacaron que el copago, como «medida disuasoria» para aquellos que abusan de la farmacia pública, debería en su caso ser objeto de un «debate nacional liderado por el Ejecutivo central».

Gasto general

La sanidad pública asturiana tiene un presupuesto de 1.500 millones de euros. Esto supone casi el 40% de la totalidad del Presupuesto de la región y el 6,9% del producto interior bruto (PIB) del Principado.

En aumento

El gasto sanitario crece exponencialmente año a año. Según cifras oficiales, en el período 2004-2008 el gasto sanitario aumentó un 38,4%. La disparidad entre el aumento del gasto de todos los servicios públicos respecto a los ingresos pasará del 4,8% del año pasado al 12% del ejercicio actual.

Salarios

El Servicio Público de Salud del Principado (Sespa) cuenta con más de 14.200 trabajadores. Sus sueldos suman más de 742 millones de euros. Desde 2002 los sueldos del personal sanitario aumentaron un 47,6%. El del personal no sanitario, un 45,3%.

Fármacos

El Principado gastó en 2008 338,5 millones de euros en fármacos, un 6,9% más que el año anterior. Este año sólo en junio los medicamentos se llevaron de la caja común 29,3 millones de euros, por encima de la media nacional.

Los médicos piden más tiempo con los pacientes para recetar menos

Carmen Rodríguez: «Necesitamos un pacto de Estado»
Carlos Ponte: «El modelo gerencialista es muy defectuoso»

Oviedo, P. R., para La Nueva España
Un grave problema que debe abordarse con seriedad y con visión de estado. Así ve Carmen Rodríguez, presidenta del Colegio de Médicos de Asturias, el asunto de la sostenibilidad del sistema público de salud. «A los médicos no nos coge de sorpresa esta realidad, porque hace tiempo que venimos denunciando la situación, y los políticos que gestionan la sanidad también lo saben», declaró ayer a LA NUEVA ESPAÑA.

Su mensaje es que el gasto sanitario se puede frenar y cita tres fórmulas que considera básicas: la buena gestión de los recursos, «y aquí habrá que ver si la Administración hace sus deberes», la necesidad de trasladar a los ciudadanos el mensaje de que los recursos son limitados y debe hacerse un uso responsable de los mismos y la reducción del gasto farmacéutico, que admite que «es elevado».

«Los médicos de atención primaria llevan reclamando desde el 10 de octubre de 2002 más tiempo para atender a los enfermos. Si dispusieran de más minutos para ocuparse de cada paciente y dejaran de hacer labores administrativas o de enfermería, podrían diagnosticarlo mejor y evitarían despacharlo en cuatro o cinco minutos con una receta que alivie sus síntomas. Necesitan más tiempo para realizar un acto médico de calidad y no lo tienen. Y eso reduciría el gasto farmacéutico», señala Carmen Rodríguez.

La presidenta del Colegio de Médicos reclama un pacto estatal sanitario «al margen de los vaivenes políticos». «En la sanidad pública se acabó la equidad, tenemos 17 sistemas sanitarios distintos y, sin embargo, todos somos ciudadanos españoles y tenemos los mismos derechos constitucionales. En mi opinión, con las transferencias se desperdician más recursos».

Carlos Ponte, presidente de la Asociación Asturiana para la Defensa de la Sanidad Pública, advierte que casi el 35% del gasto sanitario es farmacéutico, porcentaje en el que se incluyen las recetas más el gasto hospitalario.

Ponte subraya que el gasto sanitario se apoya en dos grandes capítulos: el de personal y el de adquisición de bienes, equipos tecnológicos, fármacos y conciertos médicos. «Ambos constituyen algo más del 90% del total y son de magnitudes parecidas», explica. ¿Cómo evolucionan? En su opinión, el de personal tiene un crecimiento lento, con la excepción puntual, en el caso de Asturias, del incremento que se produjo tras la presión de los sindicatos al recibir Asturias las transferencias sanitarias y del relacionado con la carrera profesional. Los economistas de la salud calculan que dos tercios del incremento del gasto están relacionados con el segundo capítulo, sobre todo con la tecnología y los fármacos. «El sistema sanitario es uno de los espacios donde la gran industria tecnológica y farmacéutica obtiene sus beneficios», dice.

Influyen después otros factores. Según Ponte, la gestión «es muy defectuosa» porque el que se ha denominado «modelo gerencialista» da todo el poder a los gerentes, nombrados por los políticos, que actúan al margen de los médicos, de los enfermeros y, en general, del personal sanitario. La consecuencia se viene denunciando desde hace tiempo: desmotivación. «Los profesionales tienen que ser partícipes de la gestión, lo mismo que los ciudadanos», apunta.