El debate y el pacto por la sostenibilidad han de ser primero nacionales y luego ya se verá ...
Asturias es la única región con un debate abierto al peligrar el sistema de salud por falta de fondos
Varios gobiernos regionales reclaman una discusión amplia sobre el coste del sistema, aunque no han llegado a denunciar agujeros económicos
Oviedo, Luján PALACIOS, para La Nueva España
Asturias es la única comunidad autónoma que afronta ahora mismo una crisis de financiación de la sanidad pública. La cruda realidad admitida estos días por el Gobierno del Principado, que ve «insostenible» la sanidad en la región, ha puesto de nuevo en el punto de mira un debate que se reactiva periódicamente: los fallos en el sistema de financiación de los servicios sanitarios.
En la actualidad, el Principado es la única región en la que se plantea una situación complicada, y que lleva a algunos a plantearse la aplicación de medidas para paliar la falta de recursos. En otras comunidades con poblaciones envejecidas y dispersas no ha llegado a debatirse el futuro de la sanidad con tanta urgencia como en el Principado, donde será necesario reorientar una partida de más de 101 millones de euros para hacer frente al incremento del gasto.
Galicia se enfrenta, al igual que Asturias, a un problema de dispersión y envejecimiento de los usuarios de la sanidad pública. Pero en ningún momento se ha llegado a una situación de urgencia, ni mucho menos se ha planteado la aplicación de medidas que conlleve incrementar los costes a los pacientes. La batalla que se libra en la comunidad vecina tiene más que ver con la «privatización» de la sanidad que denuncian el PSOE y el Bloque Nacionalista Galego.
El presidente regional, Alberto Núñez Feijóo, ha prometido que la sanidad seguirá siendo pública y de calidad, y que no serán derivados pacientes a centros privados. Otro de los problemas acuciantes es el de las listas de espera, que se ha intentado paliar con horas extra y que han dado como resultado un abuso por parte de los facultativos de las jornadas extraordinarias, tal como desvela el Consejo de Cuentas gallego.
Cantabria también debe distribuir con cuidado sus recursos para atender a una población muy repartida por el territorio y con una media de edad elevada. Pero el debate sanitario aún no se ha planteado como en el caso de Asturias, y no se han aplicado medidas para intentar reducir el gasto.
Castilla y León está en la misma situación, y tampoco se ha suscitado un debate sobre el modo de mejorar la disponibilidad de recursos, porque la situación económica no es tan apurada como en el caso de Asturias.
La Rioja, la comunidad más perjudicada en el modelo de financiación antiguo en cuanto a los recursos que recibe para la sanidad, se sumó en su día a la idea del copago de servicios planeada por Cataluña. Es decir, que los usuarios paguen por el servicio que reciben. Pero con bastantes matices. Los riojanos consideran que el debate debe ser más amplio y debe versar, además, sobre «la financiación de los servicios de salud». El País Vasco también vería con buenos ojos una discusión abierta, y no sólo centrada en medidas puntuales. En Asturias las posturas se acercan y se alejan. Mientras la portavoz del Gobierno, Ana Rosa Migoya, asegura que el Principado no hará nada por libre, y supedita cualquier reforma a un debate nacional, el consejero de Salud, José Ramón Quirós, ya dejó caer en varias ocasiones fórmulas para que los pacientes paguen parte de los servicios sanitarios.
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