Una iniciativa coordinada por el departamento sociosanitario del Hospital Comarcal de Jarrio

Los servicios del centro sanitario de referencia en el Noroccidente

Jarrio, especialista contra el maltrato

El personal del hospital detectó en 2009 un 30 por ciento más de casos de violencia machista que el año anterior gracias a un curso de formación.

Foto: Elena Badallo, coordinadora del programa, en su despacho del Hospital de Jarrio. a. m. s.

Jarrio (Coaña), Ana M. SERRANO, para La Nueva España

Los especialistas del área sanitaria I han detectado en 2009 un 30 por ciento más de casos de violencia de género física que el año anterior. Los datos se desprenden de una iniciativa coordinada por el departamento sociosanitario del Hospital Comarcal de Jarrio y que ha consistido en formar al personal de atención primaria y especializada, así como a los profesionales de salud mental, con el fin de detectar con más premura agresiones físicas y psíquicas a la mujer.

Durante 2009, dos grupos de profesionales, integrados por un trabajador social, un médico, un enfermero y una abogada han participado en la formación de los especialistas médicos. Los resultados, según la coordinadora sociosanitaria del centro sanitario de Jarrio, Elena Badallo, son «significativos». Se han redactado más informes médicos con agresiones físicas en el ámbito familiar, aunque en algún caso la mujer intentara ocultar al personal médico el daño producido por una tercera persona.

«En algunas ocasiones es difícil detectar casos porque se intentan ocultar. Ahora los especialistas sanitarios tienen una formación especializada que les permite distinguir si ha habido o no agresión», explica Badallo. Para comprobar si ha habido o no violencia, los médicos no sólo evalúan los daños físicos, sino que también realizan entrevistas personalizadas a la paciente. «Y también hemos comprobado que muchas mujeres no pedían ni el informe», añade la coordinadora de la iniciativa.

El Hospital Comarcal de Jarrio continuará con el programa a lo largo de 2010 e incluso lo extenderá a otros campos como pediatría y geriatría. «Intentaremos detectar pronto el maltrato a menores y ancianos», indica Badallo. Además, a lo largo de este año también se ofrecerá formación más exhaustiva a especialistas de traumatología, ginecología y urgencias, donde más casos de violencia se han detectado a lo largo de 2009.

Según Badallo, el principal problema se encuentra en el área de salud mental, al ser más difícil constatar un maltrato psicológico. De hecho, el incremento en la detección de casos está relacionado con los maltratos físicos, pero no con los psicológicos. «Si hay agresión física, suele haber psicológica, pero cuando solamente es psíquica, hay más problemas para confirmar un caso de violencia desde el punto de vista médico».

En los cursos impartidos durante 2009 han participado 80 profesionales de atención primaria (46 médicos y 36 de enfermería) y 36 de atención especializada (32 médicos y 3 de enfermería). De todos ellos, el 61 por ciento eran mujeres y el resto, hombres.

Desde la coordinación de la iniciativa, y en vista de los datos del informe posterior, se han constatado reticencias de los profesionales médicos a trabajar con casos de violencia de género. Otra dificultad ha sido la dispersión geográfica y la imposibilidad de los cursillistas de participar en las ponencias formativas por incompatibilidad con los horarios de trabajo.

El material didáctico se dividió en tres bloques. En el primero se estudió la definición de violencia según la ley contra el maltrato y la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus factores de riesgos. En un segundo, la prevalencia y la manifestación de la agresión continuada; y en el último bloque se explicó el protocolo de actuación médica.