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El HUCA trasladará a La Cadellada cerca de 4.000 muebles y aparatos del viejo hospital

La macromudanza, que salió a concurso por 825.000 euros, no incluye el transporte de pacientes, ni de equipos de alta tecnología y mercancías peligrosas.

01.02.10 - LAURA FONSECA, OVIEDO, para El Comercio.

El HUCA ya sabe qué cosas aprovechará del viejo hospital. Serán cerca de 4.000 los muebles, aparatos y equipos clínicos que se mudarán de El Cristo a La Cadellada cuando las obras de construcción del complejo sanitario hayan concluido -algo que debería ocurrir el próximo mes de abril- y el Principado decida empezar a rellenar el esqueleto del nuevo hospital.

El pliego de condiciones técnicas para el traslado del HUCA, que el hospital hizo público el pasado 21 de enero y que valora toda la operación en 825.000 euros, detalla algunas de las claves de lo que será esta megamudanza, que se revela como un prolijo operativo que se mantendrá activo a lo largo de un año.

De momento, el HUCA ha decidido que llevará a su nuevo emplazamiento 2.350 muebles del viejo hospital, otras 382 piezas de mobiliario clínico y 930 aparatos y equipos electromédicos. A este listado se suman también (aunque no está cuantificado) parte del instrumental quirúrgico, equipamiento informático, documentación de los diferentes servicios, utillaje y pequeño aparataje sanitario. Lo que no irá a La Cadellada son las 1.300 camas que ahora se utilizan en el Central (serán todas nuevas). Tampoco el mobiliario que se emplea en las consultas externas.

El HUCA ha querido separar a los pacientes de este gran proceso de traslado. El pliego de condiciones técnicas de la mudanza excluye expresamente a los enfermos, al igual que también deja fuera a equipos de alta tecnología (es el caso de uno de los aceleradores lineales de radioterapia), que serán transportados por los proveedores de estos aparatos. Lo mismo ocurrirá con el apartaje de electromedicina en régimen de cesión (TACs, escáner...). Las mercancías peligrosas tendrán su propio circuito de mudanza debido a que se trata de productos que conllevan riesgos biológicos, químicos y radiactivos.

La intención de la Consejería de Salud es la de aprovechar todo el mobiliario y los equipos que se puedan. Aunque se ha decidido que «todas las camas serán de nueva adquisición» -amén de aquellas especiales como son las de UVI-, existen elementos del viejo hospital que ya se sabe que serán reutilizados. El listado incluye desde TACs, ecógrafos, resonancias, equipos de laparoscopia y monitores, entre otros.

800 enfermos

En cuanto a los enfermos, el gerente del HUCA, Mario González, confirmó que su traslado se organizará junto con el servicio regional de ambulancias. Precisamente, es aquí donde estriba gran parte de la complejidad del proceso de cambio. Se estima que habrá que transportar, al menos, a 800 enfermos cuando La Cadellada eche a andar. La operación obligará a cerrar durante horas varias calles de Oviedo a fin de facilitar la circulación de las ambulancias del viejo al nuevo hospital. El Central también pedirá ayuda a otros centros sanitarios de la región, a los que desplazará enfermos de manera temporal.

Todo el operativo de mudanza tiene un plazo de ejecución de doce meses. Quien se haga con este complicado trabajo deberá presentar una planificación sumamente detallada de los desplazamientos, un proceso que el Principado ha dividido en seis fases: planificación, diseño, coordinación de preparativos, apoyo a la apertura, recepción de equipos y, finalmente, ejecución del traslado. Para las cinco primeras tareas, el HUCA da nueve meses de margen. Para la última, la de la mudanza propiamente dicha, tres meses.

La intención inicial es que el traslado de los pacientes arranque las próximas navidades y que la mudanza, en cuya planificación ya se trabaja, «quede resuelta en pocas semanas». El proceso empezará por los servicios de diagnóstico básico (radiología y laboratorios) y acabará con el bloque fuerte como son los quirófanos, las urgencias y las uvis.