Un problema que empezó a solucionarse hace tres meses, tras 6 meses sin especialista
«Ya no hay lista de espera para la primera visita a cardiología infantil»
El jefe de la Unidad de Cardiología Pediátrica del HUCA, Antonio Sánchez, contrapone la escasez de personal a los buenos resultados
03.10.10 - AIDA COLLADO | GIJÓN, en El Comercio.
Antonio Sánchez quiso evaluar ayer por primera vez el trabajo de la Unidad de Cardiología Pediátrica del HUCA, el servicio del que está al frente desde hace tres meses. Lo hizo ante algunos colegas y muchos de los miembros de la Asociación de Padres y Amigos de Cardiopatías Infantiles (APACI), que ayer celebraba sus III Jornadas nacionales. Y comenzó con una buena noticia: «Ya no hay lista de espera para las primeras consultas».
A ésta siguieron otras declaraciones que también agradaron a los padres de los pequeños afectados; por ejemplo, que «actualmente, en la visita médica interna se realizan todas las pruebas pertinentes y el informe, antes de que el paciente salga de la consulta», relató.
Dentro de las nuevas líneas de actuación destaca la de que son los propios miembros de la unidad quienes informan todas las pruebas porque, como aclaró Sánchez, los encargados de hacerlo normalmente «tienen más experiencia en adultos, mientras que nosotros estamos más especializados en estos casos».
Precisamente, esta es la razón por la que Sánchez entonó sus primeras palabras de autocrítica: «Informar las pruebas conlleva un problema, porque nos ha supuesto un aluvión de consultas externas, lo cual nos impide realizar otras funciones con la eficacia deseada». Pero sumó además otras causas, como el hecho de que aún no se haya cubierto la baja por maternidad de la adjunta al servicio, la doctora Aleida Ibáñez; inconveniente del que aseguró haber informado ya a sus superiores.
«Trabajamos para superar todos estos problemas, pero aún nos encontramos con algún muro infranqueable», confesó. Su petición no es de extrañar, ya que la unidad cuenta sólo con dos médicos adjuntos -Sánchez e Ibáñez-, dos MIR y una enfermera. Para su compañera sólo tuvo buenas palabras y recordó que, tras la jubilación del anterior responsable, Juan José Díez Tomás, «fue ella quien llevó el servicio con una solvencia absoluta, en la que destacó su trato con los niños y los padres», por lo que se mostró satisfecho de formar un equipo junto a Ibáñez.
Sánchez quiso dirigirse a los padres para informarles de que «con una cardiopatía congénita se nace, muchas veces cuando ya está diagnosticada y tratada; se vive, cada vez más y con mejor calidad de vida; y se muere, en edades más avanzadas y, en muchos casos, con una esperanza de vida comparable a la media normal».
Para darles la bienvenida a las jornadas habían estado unas horas antes la gerente del Sespa, Elena Arias; la concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Oviedo, Belén Fernández Acevedo; Pedro Riera, el decano de la Facultad de Medicina; Juan José Otero, subdirector de la oficina de Otero de Cajastur, y Juana Jara Miranda, la directora y coordinadora de APACI Asturias.
Arias mostró su interés por algunos asuntos de los tratados en el congreso, como la nutrición de los niños con cardiopatías e instó a los familiares venidos de toda España a aprovechar la oportunidad de poner en común su experiencia y apoyo. Fernández Acevedo puso la última puntilla: «Deberíamos ser muy estrictos a la hora de priorizar dónde hacer ajustes. Hay determinados sectores que no deberían sufrir recortes».
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03.10.10 - A. COLLADO | GIJÓN, en El Comercio.
Con una breve exposición médica, el jefe del Servicio de Cirugía Cardiovascular Infantil del Hospital Universitario La Paz, Fernando Villagrá, y el Cardiólogo Hemodinamista Infantil del Hospital Universitario Ramón y Cajal y jefe de Cardiología Infantil del Montepríncipe, José Ignacio Herraiz, defendieron ayer los beneficios de sus respectivas especialidades: el tratamiento quirúrgico frente al percutáneo; el cirujano contra el cardiólogo. La competencia se quedó en una simple broma. Ambos concluyeron en la necesidad de intervenciones combinadas y apostaron por un procedimiento híbrido, que debería realizar un equipo multidisciplinario. Los doctores, idolatrados por algunos de los asistentes, resolvieron con cercanía las dudas de los asistentes más interesados y les informaron de algunos datos de interés para la región. Como que durante 2009 nacieron 67 niños en Asturias con algún tipo de cardiopatía congénita. En España fueron 3.949 niños.
Por otra parte, expusieron orgullosos los datos sobre el incremento de la esperanza de vida entre los afectados: «Por lo general, el 85% de los niños que nacen con cardiopatías congénitas llegan a la edad adulta gracias al cateterismo y la cirugía».
En los tratamientos de algunas dolencias graves, como la Tetralogía de Fallot, los avances son espectaculares. Antes, sólo un 6% alcanzaba los 30 años. Ahora, más del 86% los supera.
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