Opciones que baraja el Gobierno de Zapatero

La reforma del sistema de pensiones
El Gobierno se plantea ofrecer pensiones más altas a quienes demoren su jubilación

El Ejecutivo sopesa un aumento de los incentivos para alargar voluntariamente la vida laboral en lugar de imponer el retraso del retiro
También se estudia endurecer el acceso a la jubilación anticipada, dentro de una oferta para tender puentes con los sindicatos

Oviedo, Efe / J. L. S., en La Nueva España.

El Gobierno es consciente del rechazo que genera su propuesta de retrasar obligatoriamente de 65 a 67 años la edad de jubilación y estudia diversas alternativas para que los trabajadores prolonguen su vida laboral de manera voluntaria. Una de las opciones que está barajando supone elevar los incentivos que ya existen para pagar más pensión a los trabajadores que decidan retrasar su retiro más allá de los 65 años.

En 2007, el Ejecutivo ya modificó la normativa, tras alcanzar un acuerdo con los agentes sociales, para ofrecer un incremento del 2% por año en la cuantía de la pensión a quienes alargaran su retiro. El incentivo se eleva al 3% si el trabajador acredita que ha cotizado más de 40 años. Pero la medida ha tenido escaso eco, salvo entre algunos colectivos de profesionales liberales y trabajadores autónomos. El Gobierno también estudia otras nuevas alternativas como limitar las jubilaciones anticipadas o permitir que trabajadores que ya deberían de estar jubilados sigan compaginando un trabajo parcial con su pensión.

La fórmula de premiar económicamente más a quienes decidan jubilarse más tarde fue defendida hace unos meses por el PP, que se había comprometido a presentar esta medida en la mesa de negociación del Pacto de Toledo. También figura en las sugerencias formuladas por la patronal CEOE ante el mismo foro.

Con la citada medida, el Ejecutivo pretende retrasar de forma efectiva la edad media en la que los españoles comienzan a cobrar su pensión, que se sitúa en estos momentos en los 63 años y diez meses, aunque la edad legal está en los 65 años. Después de aprobar sin apoyo de los agentes sociales la reforma laboral, el Gobierno quiere que la de las pensiones cuente con el respaldo de la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo y de los sindicatos, pero éstos y el PP ya han anunciado su desacuerdo con el retraso de la edad de jubilación hasta los 67 años. Ante ese panorama el Gobierno ha seguido defendiendo la necesidad de esa medida, pero elude hablar de líneas rojas y reconoce que hay más vías para lograr el objetivo perseguido, que es garantizar la solidez del sistema de pensiones dentro de dos décadas.

Esta misma semana, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reafirmó su apuesta por el retraso de la edad de jubilación a los 67 años, aunque con matices. Zapatero señaló, durante su primera entrevista tras la huelga general del 29 de septiembre, que está abierto a negociar con los sindicatos la reforma del sistema de pensiones y a buscar posibles «alternativas» al retraso de la edad de jubilación. En cambio, afirmó que lo sustancial de la reforma del mercado laboral, ya en vigor, no es negociable. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, aseguró ayer mismo que la propuesta de retrasar la edad de jubilación se mantiene y ha dejado claro que la posición del Gobierno español «no ha cambiado». Zapatero ha anunciado que no convocará a UGT y CC OO hasta que no se haya concretado, a mediados de octubre, la incorporación del nuevo ministro de Trabajo que sustituirá a Celestino Corbacho.

Según fuentes del Gobierno central, entre las propuestas que estudia para tratar de acercar posturas con los agentes sociales está la limitación de las jubilaciones parciales, de modo que no puedan recurrir a ellas empresas con beneficios, y que si lo hacen paguen a la Seguridad Social. Otra de las posibilidades, según apuntan las fuentes del Ejecutivo, sería mejorar el actual sistema de jubilaciones parciales y permitir a los trabajadores de edad avanzada seguir en su puesto a tiempo parcial compaginando sueldo y pensión.