Los alimentos light también engordan
Estos productos tienen un 30 por ciento menos de calorías al haber reducido las grasas y los azúcares, pero también menos vitaminas
POR CAROLINA G. MENÉNDEZ, en La Nueva España.
Los alimentos light han invadido los supermercados y las despensas de los consumidores. Hasta hace unos años no se conocían y hoy en día es raro encontrar una cesta de la compra que no contenga al menos uno de estos productos. La lista es larga y a ella pertenecen alimentos tan consumidos como yogures, mayonesas, patatas fritas, mermeladas, salsas, helados, refrescos, quesos, chocolates... La moda y los cánones estéticos actuales, la presión publicitaria y el deseo de seguir una dieta saludable llevan a los consumidores a adquirir, cada vez más, alimentos bajos en calorías, es decir, con menos grasas y menos azúcares.
Para recibir la denominación light (palabra inglesa que significa ligero o liviano), estos productos han sido sometidos a un proceso mediante el cual se ha reducido su contenido calórico en un 30%, como mínimo, respecto al alimento de referencia. Y en este tratamiento la reducción se ha centrado en la grasa y el azúcar.
Al tener menos calorías, los alimentos light engordan menos que los que no lo son, pero en la mayoría de las ocasiones, señala la doctora Laura Pire, «sacian menos y se consumen con más flexibilidad. Por ello, es conveniente no olvidar que un alimento muy calórico, aun habiendo sido sometido a esa leve reducción, continúa siendo muy potente a nivel energético». Para la especialista asturiana en nutrición, «el error más habitual de muchos ciudadanos es relacionar alimentos bajos en, light, integrales o procedentes de tiendas de dietética con productos sanos por definición y que adelgazan».
Esta creencia es lo que lleva a las personas que quieren adelgazar a utilizar estos alimentos como la única opción «cuando lo que hay que hacer es aprender a comer», resalta Laura Pire.
Otro error frecuente es asociar el consumo de productos que lleven la etiqueta light con saludable. En este sentido, la nutricionista apunta que la eliminación de las grasas «conlleva también la extracción de algunas vitaminas que viajan por nuestro aparato digestivo gracias a la grasa y sin ésta los alimentos están incompletos y no logran una correcta absorción de los nutrientes».
Pero no todos son comentarios críticos, también los hay positivos, que hablan de los beneficios que ofrecen al consumidor. En este sentido, para la especialista en nutrición, el principal es permitir a personas con afecciones serias, como diabetes o hiperlipemias importantes, tomar alimentos que de otra manera no podrían consumir por las grasas y azúcares que contienen.
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