Legislar no es sólo prohibir sino, fundamentalmente planificar, y en esto ha habido poca planificación
Los médicos advierten de que los fumadores colapsan las consultas
La demanda de terapias para abandonar la nicotina se dispara en el Principado
05/03/2011/ SUSANA D. MACHARGO, OVIEDO, en La Voz de Asturias
Los fumadores que quieren dejar de serlo colapsan las consultas de los centros de salud asturianos. Reclaman terapias, apoyo farmacológico y estrategias que les ayuden a superar los momentos de crisis. Las citas médicas han crecido de forma inversamente proporcional a la caída en las ventas del tabaco, que sólo en enero, en Asturias, descendió en un 34,5%, lo que se traduce en 2,5 millones de cajetillas menos, tal y como adelantó esta semana LA VOZ. Sin embargo, Salud todavía no dispone de cifras oficiales sobre el número total de consultas.
Ese colapso se ha traducido en medidas innovadoras, que, en muchas ocasiones, han puesto en marcha los propios médicos, a coste cero. Por ejemplo, en el centro de salud de Pumarín, en Oviedo, los profesionales sanitarios han abierto un consulta por la tarde, un día a la semana, para atender exclusivamente a los fumadores que quieren dejar su adicción. Se alternan para atenderla y han creado, además, un grupo terapéutico con 15 plazas, que se ampliará en las próximas semanas.
Con esto logran una atención más adecuada y liberan las consultas de la mañana, explica José Manuel Iglesias, uno de los médicos que impulsó esta iniciativa y que es delegado del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo.
También en Silicosis están saturados. El responsable de la unidad de deshabituación, el especialista José Luis Alcázar admite que la demanda ha sufrido un repunte muy importante y eso que, hasta el momento, ya atendían al máximo de pacientes por año, unos 450 fumadores.
Alcázar cree que hay tres factores que explican la caída en picado de la venta de tabaco y el colapso de las consultas. Habla de una repercusión evidente de la prohibición de fumar en espacios públicos, la subida en los precios y también la omnipresente recesión económica. Alcázar explica que si el consumo ha caído en general un 30%, no es de extrañar que el mercado del tabaco baje, entonces, casi un 35%.
Iglesias, por su parte, es además muy optimista y no piensa que sea un efecto a corto plazo. Cree que la tendencia continuará al menos unos cuantos meses. Los que ya lo han dejado seguirán con su lucha y los que han reducido la dosis darán el siguiente paso: apagar el último cigarrillo. Al menos, estos es lo que espera este médico.
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