Un Código que va en la línea de lo estipulado por la conocida como ley de Muerte Digna, sobre la que el presidente de la Comisión Central de Deontología Médica, Marcos Gómez, dijo que «hay que leerla con muy mala intención» para deducir que puede ser «una puerta abierta a la eutanasia»
Objeción de conciencia y sedación centran la reforma del Código Deontológico Médico
La presidenta del Colegio de Asturias asegura que la modificación «aclara conceptos que podrían ser equívocos» sobre la base del juramento hipocrático
Foto: Carmen Rodriguez, Presidenta del Colegio de Médicos de Asturias y otra de las personas que suenan para titular de la Consejería de Sanidad.
Madrid / Oviedo, P. R. / Europa Press
La objeción de conciencia, la sedación en la agonía o el dopaje deportivo son algunos de los aspectos en los que incide la renovación del Código de Deontología Médica, llevada a cabo por la Organización Médica Colegial (OMC). El documento, que afecta a la práctica médica de los más de 225.000 facultativos colegiados que hay en España, no se renovaba desde 1999 y su actualización ha contado con el respaldo de la mayoría de los profesionales «incluso en los temas más conflictivos», dijo ayer el presidente de la entidad, Juan José Rodríguez Sendín. «Es uno de los más avanzados de Europa», señaló.
El texto consagra como «éticamente correcta» la sedación en la agonía ante síntomas refractarios así como la limitación del esfuerzo terapéutico, mientras que «rechaza la eutanasia» para causar intencionadamente la muerte del paciente.
El artículo 36 indica que «el médico tiene el deber de intentar la curación o mejoría del paciente siempre que sea posible», pero agrega que «cuando no lo sea permanece la obligación de aplicar las medidas adecuadas para conseguir su bienestar, aun cuando de ello pudiera derivarse un acortamiento de la vida».
En opinión de Rodríguez Sendín, evitar que los pacientes sufran innecesariamente acabará con las «tentaciones eutanásicas» que existen en la sociedad actual.
El Código va en la línea de lo estipulado por la conocida como ley de Muerte Digna, sobre la que el presidente de la Comisión Central de Deontología Médica, Marcos Gómez, dijo que «hay que leerla con muy mala intención» para deducir que puede ser «una puerta abierta a la eutanasia».
«La reforma aclara conceptos que podrían resultar equívocos, siempre sobre la base del juramento hipocrático, un código de más de 2.500 años de antigüedad que, en su esencia, sigue conservándose», declaró ayer a LA NUEVA ESPAÑA Carmen Rodríguez, presidenta del Colegio de Médicos de Asturias.
Carmen Rodríguez destaca, entre las reformas, la relacionada con la objeción de conciencia, que se amplía a varios artículos. «Deontológicamente, todo médico ha de defender la vida. Ahora bien, si una mujer que quiere abortar se dirige a ti y tú eres objetor del aborto, tienes la obligación de informar sobre sus derechos, los problemas médicos e indicarle que puede acudir a otro especialista. De igual modo, el médico que practica abortos porque se acoge a la ley, el Código Deontológico no puede ir contra él», añade la presidenta asturiana.
En lo que respecta a cuidados paliativos, Carmen Rodríguez asegura que «el médico no está para quitar la vida a nadie». Y añade: «Lo que debe procurar es dar al enfermo una buena muerte, digna, tranquila, un tránsito sosegado».
En su opinión, si alguien decide morir y las leyes lo permiten «no debe ser un médico quien procure esa muerte porque nosotros hemos de poner por delante la defensa de la vida».
En lo que respecta al dopaje, el Código considera inaceptable que el médico «contribuya de forma fraudulenta a la mejora del rendimiento del deportista».
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