Demoras en las subvenciones, incertidumbre en el presente y más de cara al futuro, más paro y, como es lógico, menos cantidad de servicios y menos calidad en los mismos
El tijeretazo en el gasto social ya pasa factura a los pacientes
Asociaciones de discapacitados y enfermos crónicos se ven obligadas a reducir personal y servicios
Bienestar asegura que las subvenciones siguen adelante pero no pone fecha para su resolución
01/12/2011, Rebeca Castiñeira, Oviedo, en La Voz de Asturias
El Principado retrasa el pago de ayudas, las asociaciones se ven obligadas a reducir plantilla o servicios y, finalmente, los más perjudicados son los propios enfermos, que ya están empezando a sufrir de forma directa las consecuencias del tijeretazo en el gasto social por parte del Gobierno autonómico.
La asfixia económica ya se nota en la mayoría de asociaciones de discapacitados y enfermos crónicos en Asturias que esperan a que las consejerías de Sanidad y Bienestar Social resuelvan la convocatoria de ayudas públicas y las subvenciones les den “un colchón” para poder seguir trabajando.
El colectivo tenía la promesa de Bienestar de “resolver la convocatoria antes de final de mes”, tal y como recordaba ayer Javier Rubio, presidente de la Asociación de Parapléjicos y Grandes Discapacitados (Aspaym), pero por el momento las ayudas no han llegado. Desde el Principado no ponen fecha y las asociaciones esperan “aguantando el tirón” una resolución que alivie muchos de sus problemas económicos.
Algunos colectivos todavía no tienen claro si recibirán las ayudas correspondientes a este 2011 que está a punto de acabar y, en caso de que lleguen, desconocen a cuánto ascenderán. Ante un futuro incierto, las asociaciones de discapacitados preparan recortes que les permitan mantener su actividad con un presupuesto más bajo. Algunas entidades tienen que renunciar a sus mejores profesionales y a la investigación sobre sus enfermedades, otras se ven obligadas a reducir sus terapias, talleres o servicios.
Algunos de los recortes ya son visibles, y otros todavía están por llegar, pero ninguna se salva de apretarse el cinturón más que nunca este año. No es la primera vez que el año se hace demasiado largo para estos organismos. Ya en 2010 notaron mucho la disminución de las subvenciones debido a la crisis, pero el retraso en la resolución de este año -que en otras convocatorias por esta fecha ya era pública- hace que tengan que recurrir a otros métodos para seguir prestando unos servicios “muy necesarios” a los enfermos, desde la venta de lotería a los créditos bancarios.
Sin embargo, los principales perjudicados, como reconocen los miembros de las asociaciones, son los “propios enfermos”. A través de estas entidades reciben una atención y un tratamiento al que no pueden acceder desde la sanidad pública, y que con estos recortes, se reducirá en cantidad y calidad debido a la falta de profesionales, medios y recursos.
Ante esta situación ven un futuro “incierto” y “francamente mal”, como reconoce Nélida Gómez, presidenta de la Asociación Lúpicos Asturias. Pero no por eso pierden la esperanza, y tienen claro que con el trabajo de los voluntarios y personas implicadas, “saldremos adelante”.
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