Su respetuosidad y afabilidad nos inspiró el respeto y admiración que se merece
Adiós al médico «dialogante y afable»
Los compañeros académicos y políticos de Antonio Cueto despiden al ex consejero y decano de la Facultad con alabanzas a su «lealtad y capacidad de trabajo» y a su labor docente y gestora
Oviedo, Eloy MÉNDEZ, EN La Nueva España
Las decenas de familiares y amigos que acompañaron ayer a la familia de Antonio Cueto en el tanatorio ovetense de El Salvador evidenciaron que el ex consejero de Sanidad y Servicios Sociales y decano de la Facultad de Medicina era un hombre profundamente querido y respetado en los ámbitos académico y político de la región. La gran mayoría coincidió en señalar los valores humanos y la coherencia del especialista, que falleció el día de Año Nuevo a los 65 años a causa de un derrame cerebral. Casi todos acudirán al funeral de cuerpo presente que hoy tendrá lugar a las 11.00 horas en la capilla de la Universidad de Oviedo.
«Tenía un carácter afable, se podía hablar con él de cualquier cosa sin ningún problema», señaló el rector, Vicente Gotor, nada más darle el pésame a la viuda, María José Rodríguez; a sus tres hijos, Antonio, María del Mar y David, y al resto de allegados, muchos procedentes de su Almería natal. Gotor, que compitió con Cueto por el cargo hace cuatro años, destacó de él que «tenía un trato tremendamente cordial, ajeno siempre a la crispación».
«Fue un hombre bueno tanto en la vida pública como en la privada», señaló, por su parte, el ex presidente autonómico Sergio Marqués, que contó con Cueto durante sus cuatro años de mandato, entre 1995 y 1999. «A él le debemos el actual funcionamiento del Hospital de Arriondas, el desarrollo de las transferencias del Imserso y los primeros planes para construir un nuevo Hospital Central», añadió. En la misma línea se mostró la actual portavoz socialista de Sanidad en la Junta, Pilar Alonso, que lo calificó de «moderado y dialogante».
Mucho más de cerca lo conoció Juan Sebastián López-Arranz, ex rector, ex decano de Medicina y amigo personal de la familia. «Por encima de todo le caracterizaban la lealtad y la generosidad, como ha demostrado al donar sus órganos», indicó. También lo calificó como «un hombre profundamente creyente, guiado siempre por la fe».
Para el también ex rector Juan Vázquez, que lo hizo miembro de su equipo a cargo de la Ordenación Académica, siempre fue «leal, tranquilo y respetado tanto como profesor como gestor». Lo mismo opina Paz Andrés, con la que pugnó por dirigir la institución académica en 2008. «Siempre mantuvo un criterio ponderado, fiel a sus principios», dijo. Por su parte, el catedrático de Química Inorgánica Francisco García, que impulsó junto a Cueto el grupo Sócrates, formado por diferentes especialistas para la reflexión sobre temas de actualidad, ensalzó su «sentido común y su capacidad para defender sus puntos de vista sin ofender al prójimo». La vicedecana de Medicina, Begoña Bahamonde, que trabajó con Cueto durante su segundo y último mandato en la Facultad, que comenzó hace un año, señaló que «su afabilidad conseguía que trabajar junto a él todos los días fuera un placer». El también vicedecano Luis Manuel Junquera alabó su «capacidad para comprender los problemas».
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