Tanto Francia como Grecia votaron contra la receta única de la austeridad europea impuesta por Alemania
Francia vuelve al socialismo con Hollande
«La austeridad no puede ser una fatalidad», proclama el candidato de la izquierda, al que los sondeos dan un 52% de los votos l Berlín y Bruselas prometen estrecha colaboración
Oviedo, L. MUÑIZ / Agencias, en La Nueva España
François Hollande se convirtió anoche en el nuevo presidente de Francia. Con él, el país vuelve a tener un jefe de Estado socialista, el segundo de la V República, 17 años después de que su mentor, François Mitterrand, abandonara el Elíseo. «Los franceses han elegido el cambio», dijo Hollande, sabedor de que al darle la victoria sobre Nicolas Sarkozy, los electores han decidido que para salir de la crisis son necesarias políticas de crecimiento además de austeridad.
Hollande hizo estas declaraciones en Tulle, en el centro del país, antes de viajar a París para celebrar su victoria por todo lo alto; y lo hizo cuando aún no se conocía avance alguno del escrutinio, sino sólo las estimaciones de los sondeos a pie de urna que le daban un 51,7 por ciento de los votos, frente al 48,3 por ciento de su rival conservador, que tampoco esperó a los resultados oficiales para reconocer su derrota. Sarkozy es el primer presidente francés en 31 años que no consigue la reelección.
Entre sus prioridades, el socialista confirmó que estará la de impulsar una «reorientación de Europa hacia el empleo, el futuro y el crecimiento». «Hoy mismo (por anoche)», como «responsable del futuro de nuestro país, me digo que Europa nos mira», afirmó, para agregar luego: «Estoy seguro de que en ciertos países ha sido un alivio, una esperanza, que la austeridad no pueda seguir siendo una fatalidad», en alusión, no sólo a las rescatadas Grecia, Irlanda y Portugal, sino a las baqueteadas España e Italia.
«Me comprometo a servir a mi país con la entrega y ejemplaridad que requiere esta función», dijo Hollande, que prometió ser «el presidente de todos». «Esta noche sólo hay una Francia, una sola nación reunida con un mismo destino», declaró ante miles de simpatizantes congregados en una plaza de esa ciudad de Corrèze de la que el vencedor fue alcalde.
Además reiteró que «la reducción del déficit, la preservación de nuestro modelo social para garantizar a todos el mismo acceso a los servicios públicos y la igualdad entre territorios» serán las prioridades de su mandato. Añadió a éstas la educación y el medio ambiente y dijo que la juventud estará entre las principales tareas de las que se ocupará durante su mandato.
Consciente de la importancia de su triunfo, Hollande insistió en que transmitirá «lo antes posible» a sus socios europeos y, en primer lugar, a Alemania, «en nombre de la amistad que nos une», su política de apuesta por medidas que impulsen el crecimiento. «No somos un país cualquiera, somos Francia», proclamó ante el apoyo enardecido de sus seguidores.
El mensaje del cambio de Hollande caló enseguida entre los líderes y los socialistas europeos. Entre los primeros, y en nombre del Gobierno de la canciller alemana, Angela Merkel, habló su ministro de Exteriores, el liberal Guido Westerwelle. «Queremos trabajar muy estrechamente con el nuevo presidente francés», afirmó, tras calificar el triunfo de Hollande de «acontecimiento histórico».
«Tenemos un pacto fiscal. Ahora vamos a añadir un pacto del crecimiento para incentivar la competitividad económica», explicó el titular germano de Exteriores. Con todo, el vicepresidente del Grupo parlamentario de la CDU de Merkel, Andreas Schockenhoff, apremió al vencedor a «dejar claro» que no se propone modificar el pacto fiscal, suscrito entre 25 de los 27 miembros de la UE.
Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, aseguró que desea colaborar con Hollande para «relanzar la economía europea» y «generar un crecimiento duradero».
El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, destacó la «gran esperanza para Europa» y el «tiempo nuevo» que se abre con la victoria de su correligionario. «Quienes dieron por muerta a la izquierda, se equivocaron», sentenció.
Los grandes partidos se desploman en Grecia en beneficio de los extremistas (¡…?)
Nueva Democracia propone al Pasok reeditar la coalición, pero los socialistas hacen guiños a la izquierdista Syriza y los ultraderechistas pueden ser claves
Atenas, Agencias
Los dos grandes partidos de Grecia, el socialista Pasok y la conservadora Nueva Democracia (ND), se desplomaron ayer en las elecciones legislativas en beneficio de los extremistas de izquierda y de derecha, que pueden ser claves en el nuevo Parlamento del país. No obstante, y pese al fuerte retroceso en las urnas que experimentaron, las dos formaciones estarían en condiciones de reeditar la coalición de Gobierno.
Anoche, al cierre de esta edición, y con el 50 por ciento de los votos escrutados, el Pasok obtenía el 13,8%, frente al 43,9% de 2009, y ND el 20% (33,4% en 2009). Los socialistas fueron los terceros más votados, mientras que los conservadores ocuparon el primer puesto.
Por escaños, ND obtendría 112 y el Pasok 42, de un total de 300 diputados de la Asamblea, lo que les bastaría para renovar la coalición gubernamental que formaron el pasado mes de noviembre. La participación en los comicios fue del 63%, la más baja en elecciones parlamentarias desde 1974.
La segunda formación más votada fue la Coalición de la Izquierda Radical (Syriza), que se situaría en un histórico segundo lugar, con el 16,09 por ciento de los votos y 49 asientos en la Cámara.
La cuarta formación más votada fue Griegos Independientes, con el 10,4 por ciento de sufragios; la quinta, el Partido Comunista de Grecia (KKE), que logró 26 diputados gracias al 8,36 por ciento de los sufragios, y la sexta, el ultraderechista Amanecer Dorado (6,87 por ciento y 21 diputados). El último partido que supera el 3 por ciento y logra así representación parlamentaria es Izquierda Democrática, que obtuvo el 6 por ciento de las papeletas y 19 representantes.
«Estamos listos para formar un gobierno de salvación nacional», dijo el líder de ND, Antonis Samarás, tras conocer los resultados de los comicios. «Somos la única garantía de estabilidad política. Entiendo la ira de la gente, pero Nueva Democracia no dejará el país sin gobierno», manifestó. Sin embargo, anoche, dirigentes del Pasok se mostraron dispuestos a formar Gobierno con la coalición Syriza.
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