Participación política, igualdad económica entre hombres y mujeres o las bajas de maternidad son los elementos deficitarios que contribuyen a este descenso
Informe 2012 Save the Children
España desciende en el ránking de los mejores países para ser madre
Baja cuatro puestos respecto a 2011 y se sitúa justo después de Francia y Portugal y por encima de Suiza y Estonia
08.05.12 - REDACCIÓN | MADRID, en El Comercio.
España ha descendido cuatro posiciones en el ránking los mejores países para ser madre, según revela el decimotercer ’Informe sobre el Estado Mundial de las Madres’ de Save the Children, que analiza la calidad de vida de este colectivo teniendo en cuenta su estatus educativo, económico y de salud, su capacidad política y económica, y el bienestar básico de sus hijos. El año pasado, España ocupaba el puesto 12 en el listado, mientras que en 2012 ha descendido cuatro posiciones en la lista, hasta ocupar el puesto 16.
A la cabeza del ránking, formado por 165 estados, se encuentran Noruega, Islandia y Suecia. Según Save the Children, ocho de las diez naciones que encabezan la lista son europeas, mientras que ocho de las diez peores están en África Subsahariana. Como peor lugar del mundo para ser madre, Níger ha sustituido a Afganistán.
Las mujeres noruegas reciben de media 18 años de educación, tienen una esperanza de vida de 82 años, usan métodos anticonceptivos en un 82% de los casos y tan sólo una de cada 175 corre el riesgo de perder a un hijo antes de que cumpla los cinco años.
Por contra, una mujer en Níger tiene una esperanza de vida de 56 años y recibe cuatro años de educación como media. Además, solo un 5% de ellas utiliza métodos anticonceptivos y uno de cada siete niños morirá antes de cumplir los cinco años de vida, agrega el informe.
España se sitúa justo después de Francia y Portugal y por encima de Suiza y Estonia. Los mejores valores en España se registran en la esperanza de vida de las mujeres (85 años) y en la mortalidad infantil (5 de cada mil). Sin embargo, en aspectos como la participación política, la igualdad económica entre hombres y mujeres o las bajas de maternidad, nos encontramos por detrás de otros países europeos.
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